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Para comprender la creatividad compartida

Para comprender la creatividad compartida

¿Qué proceso recorre la creación artística colaborativa?

Franz Cuevas Navarro

(Semanario Aquí/24-09-18)

Después de participar en el taller de “Procesos de Creación Compartida”, dictado por el músico y compositor italiano, Luca Belcastro, se le realizó una entrevista en este medio para desmenuzar las motivaciones y los detalles detrás del método enseñado en aquel taller.

Imaginémonos entrando a una galería de arte y encontrando de frente un cuadro que representa un retrato, la primera imagen que tu mente produjo de ese retrato en este momento es la creación personal de tus experiencias y pensamientos. Bien, cada artista posee también un cúmulo de experiencias, motivaciones y  herramientas que le llevan a crear, en este caso un cuadro, y el resultado estará en función de cómo combine el artista esos elementos. Si ostenta técnica quizás podamos observar en esa galería imaginaria un cuadro muy similar a una fotografía, si además de la técnica influye en el creador un proceso de reflexión acerca de lo que desea mostrar, como por ejemplo. Algunas motivaciones personales, el carácter mismo de quien será retratado o una interpretación de cómo lo ve el artista, seguramente observaremos algunas variaciones en la postura del modelo, en la composición del cuadro, en el uso de los colores o la falta de ellos, la elección de los materiales y hasta la presentación misma del retrato. De esta forma el o la autora de una obra sigue un camino propio, un proceso creativo de niveles más intrincados que la simple observación. Lo mismo se puede explicar en cualquier obra de cualquier disciplina creativa, ya sea una obra musical con el ordenamiento de sus tonos y la composición de su letra o los movimientos en el caso de la danza.

Pero si hablamos de lo esencial del procedimiento en cuestión, previamente a la culminación del cuadro que nos hemos imaginado, en el método de Belcastro existiría, además, un momento de crítica constructiva colaborativa al interior del grupo o colectivo de personas que son parte de este proceso, ingrediente que alimentará la obra del artista con esos aportes y puntos de vista, orientando así el rumbo final de la que ya se habría convertido en parte de una “creación colectiva”.

Para encausar una reflexión honesta acerca de los motivos que desearían mostrar en sus obras, las personas asistentes al taller tuvieron dificultad en desinhibirse, lo cual es un requisito primordial, pero, poco a poco la confianza para ese objetivo se fue dando. Luca Belcastro confiesa que, en la mayor parte de Latinoamérica, estas costumbres artísticas colaborativas son un denominador común y que influyeron de manera importante en el método que él estructuró.

Para mayor detalle, el lector puede visitar el portal web de la plataforma cultural Germinacciones: www.germinaciones.org

(Semanario Aquí/24-09-18)

Método para procesos creativos compartidos

Método para procesos creativos compartidos

(Fragmento de la entrevista realizada al músico italiano Luca Belcastro)

Para las personas interesadas en profundizar el tema de la creatividad compartida, el artista europeo describió de manera general, para este Semanario, el método que enseñó en el taller realizado el pasado mes de agosto de 2018, en la ciudad de La Paz:

—El método se divide en tres etapas fundamentales, la primera etapa es de exploración emocional imaginativa, es decir, se intenta con algunos ejercicios e invitando a algunas reflexiones a descubrir o a evidenciar algunos lados de nosotros mismos que están como escondidos o sofocados por máscaras, por etiquetas, por roles, por todo lo que nos han impuesto. Cuando uno empieza a vislumbrar detrás de estas máscaras algo que es más genuino y más sincero, intentar con eso, de manera más emocional, desarrollar un mundo imaginativo y darle libertad para que aparezcan cosas. Muchas de esas cosas tienen como alguna resistencia, otras menos pero, la idea es intentar en esa imaginación libre y sin confines evidenciar algunos elementos y extrapolarlos para luego explorarlos a nivel general, físico, psicológico, emocional, etc. y ver cómo son y qué relación podrían tener entre ellos.

Terminado eso, la segunda etapa sería una elaboración narrativa, es decir, se pone una relación entre estos elementos y se empieza con esquemas y gráficos para intentar definir las presencias en el tiempo, la perspectiva, el punto de vista, las profundidades, intentar encontrar el recorrido narrativo y todos los expedientes narrativos para llegar a darle una forma en un gráfico formal que sea la representación ideal de lo que quisiera hacer.

Empezaría entonces una tercera etapa de realización técnica donde, empezando de ese gráfico formal y viéndolo de la manera estructural, definir qué parámetros específicos utilizaré, qué instrumentos, qué materiales y la técnica. Siempre en ese camino está la posibilidad de una reflexión sobre sí, que cada decisión que uno toma es una oportunidad para conocerse; es un instrumento de autoconocimiento y autotransformación muy poderoso, dijo el músico europeo.

Quien desee explorar acerca de este método, puede visitar el portal virtual de la plataforma cultural “Germinaciones”: www.germinaciones.org

(Semanario Aquí / 24-09-18)

Soledad trabaja en la sensibilización de niños y niñas sobre el cuidado del ambiente y la cultura del turismo

Testimonio de Vida

 

Como ya estoy concluyendo mis estudios, voy a mis clases en las noches y en las mañanas, hago trabajos eventuales. Aprendí a hacer canastitas y otras manualidades para cumpleaños. También ayudaba en la animación en fiestas infantiles, alguna vez me tocó disfrazarme de payasita.

Marcela Barrios B.

Desde principio de año hago pasantías en la Unidad de Turismo de la Alcaldía de El Alto. Trabajo en la sensibilización de niños y niñas en la cultura turística y en el cuidado del ambiente porque creo que estos temas son mejor asimilados a temprana edad.

Mi nombre es Soledad, tengo 24 años y estudio la carrera de Turismo en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Estoy en cuarto año, por lo que hago pasantías en diferentes lugares para comenzar a ejercer mi futura profesión.

Todos los viernes por la mañana con otros estudiantes de turismo vamos a diferentes unidades educativas para dar talleres a niños y niñas de 8 a 11 años.

“Desde muy temprana edad se debe inculcar la educación turística y también la educación ambiental. Necesitamos saber sobre el cuidado de nuestro medio para poder mostrar lo que nuestro país tiene”.

Si maltratamos nuestros espacios culturales no tendremos nada que mostrar.

Este trabajo es un compromiso que adquirí hace algunos años porque con esta sensibilización ayudo a mi país, a nosotros mismos y a que la gente valore lo que es el turismo.

Este trabajo se realiza hace dos años. Yo participé el primer año y en 2017 no pude seguir porque no tenía mucho tiempo, pero este año volví.

Como ya estoy concluyendo mis estudios, voy a mis clases en las noche y en las mañanas hago trabajos eventuales, algunas prácticas (pre)profesionales y otras colaboraciones.

Además, ir a los colegios de El Alto, colaboro en el instituto de investigación organizando eventos, como simposios o ferias.

También hice, hasta el 2017, una pasantía en la Iglesia de San Francisco y en los museos municipales de la calle Jaén que duró medio año.

Fiestas infantiles

Cuando ingresé a la universidad no tenía trabajo. Luego fui aprehendiendo, con el amigo de mi hermano. a hacer canastitas y otras manualidades para cumpleaños. También los acompañaba y les ayudaba en la animación en fiestas infantiles, alguna vez me tocó disfrazarme de payasita.

Mi hermano aprendió a trabajar como payasito y me pedía colaborarle porque para manejar un grupo de niños se requiere más personas.

Como ya había aprendido algunas manualidades quise perfeccionarlas y aprender más cosas. Indagué en Youtube y aprendí globoflexia, a hacer formas con los globos, que es lo que atrae a los niños y niñas.

Es así que trabajamos de manera independiente con mi hermano y creamos una página en facebook para que nos contacten, ya sea para fiestas infantiles, el día del niño y del estudiante.

Y de esa manera tengo un ingreso económico, mientras sigo estudiando mi carrera.

A  veces se presenta sólo una fiesta infantil en dos semanas, pero eso no afecta mucho a mis hermanos porque ellos tienen un trabajo fijo, más que todo me ayuda a mí.

Cuando tenemos varias fiestas para animar, mi ingreso es de 300 bolivianos a la semana, pero cuando sólo se nos presenta uno, llego a ganar 100 bolivianos, que sólo me alcanza para los pasajes.

“Me vestí varias veces de payasita sólo para ayudar. No me puse ningún nombre, sólo ayudo a organizar a los pequeños y pequeñas porque es difícil manejar un grupo de niños y de  niñas. Mi hermano, si tiene nombre, se llama rulitos y mi otro hermanito, que al principio le estaba ayudando se llama pin pollo. Yo solamente les ayudaba y hago globoflexia. Eso les interesa sobre todo a los niños y niñas”.

La globoflexia, no es difícil, pero se requiere mucha paciencia porque a veces se revientan. Se debe aprender a manejar bien los globos y qué material utilizar, no puedes usar cualquiera. Si usas material se mala calidad te sale mal, se te revienta a cada momento. 

Si le pones empeño se puede todo.

Mis hermanos también son electricistas y alguna vez también les ayude cuando tenía contratos de cableado. Me han enseñado todos lo que es la electricidad, la instalación de electricidad. Ese es también otra forma de reunir recursos económicos para seguir estudiando.

Yo soy la única mujer, tengo otros tres hermanos, dos mayores y un menor.

Mis hermanos y yo vivimos con mi papá y mi mamá en la zona Primero de Mayo, en El Alto.  Cada uno tiene su cuarto y como trabajan también administran su dinero.

Sólo trabaja mi papá y mi mamá se dedica a las labores domésticas. A pesar de ello aún me apoyan económicamente, porque me dan para mis pasajes.

“Gracias a Dios con mis trabajos eventuales he podido sostenerme y comprar material para mis estudios. En ocasiones mi papá y mi mamá me ayudan más que todo en pasajes, después, no”.

Planes

Mis planes para el futuro son incursionar en un espacio público para la sensibilización turística a los niños y niñas. Quiero incursionar en lo que es concienciar sobre el medio ambiente a los más pequeños y pequeñas, empezar desde temprana edad. De adultos es un poco más difícil.

Mi proyecto estará dirigido a que los niños y niñas  aprendan lo que  les interese. No se trata de formarlos, sino ellos mismos vayan dándose cuenta, reflexionen sobre lo que está pasando en nuestro país, en nuestro medio y que ellos sólidos empiecen a actuar, a cambiar las malas costumbres y las malas actitudes en turismo. 

Necesitamos una cultura turística, tenemos que saber tratar a los turistas. Muchas veces los turistas vienen, no dominan el castellano, entonces se apersonan a nosotros para preguntarnos: ¿dónde puedo ir? Y otras consultas, porque ellos no conocen. Muchas veces, los paceños somos cerrados y no les brindamos información, deberíamos ser amables porque ellos vinieron a conocer nuestro país, nuestro departamento. Eso  es lo que nos falta la verdad.

Dificultades

Durante todo este tiempo que he hecho prácticas, he comprobado que para trabajar siempre piden experiencia laboral y es difícil adquirirla porque en este rubro, que es el turismo no te abren las puertas fácilmente. Más  que todo creo que las influencias o por “muñeca” se consigue trabajo y ya no están haciendo prevalecer la educación.

Contratan más que todo a sus conocidos. Ellos no tienen conocimiento de turismo, no son licenciados, ni técnicos. Y tampoco hay muchas oportunidades de hacer nuestras prácticas profesionales.

Espero que las políticas nacionales y municipales que se están implementando para fomentar el turismo, beneficien a los nuevos profesionales.

Creo que las autoridades se dieron cuenta lo importante que es el turismo para Bolivia y que tenemos muchos recursos para explotar sosteniblemente. El gobierno nacional y las alcaldías están promocionando el turismo, sobre todos por medios de comunicación y eso nos ayuda.

Influido por Latinoamérica en la creación artística compartida

Luca Belcastro, músico italiano

Influido por Latinoamérica en  la creación artística compartida

En esta entrevista habla del método que utiliza para esta creación que, sin ser nueva, cuenta con los aportes del artista europeo

 Franz Cuevas Navarro

(Semanario Aquí/24-09-18)

 Luca Belcastro, compositor de música clásica y contemporánea, un italiano que comparte la reflexión y la creación en esta región del mundo. Ganador de premios y reconocimientos, estuvo en La Paz el pasado mes de agosto (2018) para transmitir sus experiencias respecto a un método de procesos creativos compartidos. Ese taller tuvo lugar en la División de Culturas de la Universidad Mayor de San Andrés, como parte de las actividades de la plataforma “Germinacciones”, de la cual Belcastro es fundador. Con él sostuvimos el diálogo que sigue:

             ¿Cómo se define a sí mismo Luca Belcastro?

-       (…) soy un ser humano que intenta conocerse lo más posible y eso (me) permite reflexionar también acerca de un proceso creativo, como un acto de transformación personal, como un acto de conciencia y de conocimiento.

Desde niño fui (…) reflexivo, claro todos somos también condicionados por modelos culturales del ambiente donde nacimos, por lo que nos enseñan (…). Después fui un niño rebelde (…) existía ese contraste entre el “querer” y el “deber”, lo que soy y lo que pienso ser (…) fue una inquietud en mi vida, entonces, el hecho de transferir toda esa reflexión en procesos creativos me permitió ver las cosas de diferente perspectiva.

            ¿Cuándo empezó a germinar su propuesta?

—Lo que voy contando y voy proponiendo es algo que estaba en mí, que yo utilicé en mi proceso creativo que no era tan conforme o igual al de mis compañeros de allá –de Italia- . Siempre apuntaba la atención hacia algunos aspectos que allá no se consideraban mucho, como el mundo emocional imaginativo, como el acto comunicativo. Cuando yo estudiaba en el conservatorio, la palabra emoción, comunicación o expresión estaban prohibidas porque la música es técnica, la composición es técnica.

(…) Todo responde a una necesidad creativa, yo de niño estudié guitarra junto con mis hermanos, antes era más un juego pero con el tiempo se transformó en un estudio muy preciso, selectivo y competitivo. Y eso lo encontré también en el mundo de la composición (…), todos se cuidaban de contar al otro sobre sus técnicas y el concurso era el modelo a seguir (…). Digamos que un cambio de perspectiva, no tanto personal sino ambiental fue cuando viajé a América Latina en 2007 y allá me encontré con situaciones muy diferentes a las que yo estaba acostumbrado. Yo tenía mi imaginario de América Latina de niño porque, de casualidad, empecé a escuchar música chilena cuando un grupo chileno después del golpe de Pinochet se encontró en Italia y cantaba canciones de protesta sobre todo.

Influencia de la esencia latinoamericana

—Aquí encontré cosas muy fuertes y emocionantes vi, por ejemplo) cómo los niños se acercaban a una posibilidad de hacer música, que era en las fiestas tradicionales de sus pueblitos, eso representaba sentirse parte de una comunidad y sus padres y sus abuelos tocando en el mismo grupo cuando, en contraposición, mi experiencia de niño y de estudiante era una experiencia solitaria, selectiva, competitiva.

Veía cómo en esos lugares de las fiestas tradicionales, la manera de vivirlas hasta llegar a un protagonismo sincero, honesto, puro, no era contaminado por otras intenciones. Vi en paralelo lo que pasaba en las instituciones académicas donde esos mismos niños que crecían y querían estudiar los instrumentos, tenían que entrar en un conservatorio y muchas veces dejar de lado sus instrumentos (los tradicionales)”.

Eso me empezó a hacer reflexionar que los modelos culturales son muy fuertes, sobre todo el europeo en las instituciones académicas en América Latina, pero la realidad es otra. Ese contraste fuerte entre el mundo académico y la realidad me impulsó para invitar y proponer espacios en el límite de esos ambientes para el intercambio de experiencias que lo haga fértil.

Propuesta de “Germinacciones”

Sigue el artista italiano:

—Empecé a proponer espacios y reunir personas con las cuales reflexionar sobre todo eso para realmente ponerlo en práctica a nivel creativo y llegar a crear una composición y escucharla. Eso fue el primer año, el 2008 empezaron los primeros cursos. Al inicio estos cursos estaban bastante limitados al mundo musical de la composición y la interpretación, pero con el tiempo empezó a abrirse a otras disciplinas y la metodología que estaba desarrollando, es decir, mi idea de proceso se iba adaptando, experimentando y reflexionando sobre lo que pasaba hasta llegar a lo que ahora estoy proponiendo como posible camino de pasos comunes para todas las disciplinas creativas.

Creatividad y técnica en una balanza

¿Qué relación de peso debería existir entre guiar la técnica e impulsar la creatividad?

— La técnica es una necesidad, es consecuente de una intención creativa, si no hay un intento creativo, enseñar técnica no sirve de nada. La técnica es algo que hay que aplicar en función de una necesidad. En el ambiente académico se siguen dos caminos que tienen que ser bien claros, el camino de los ejercicios técnicos y el ejercicio de la propia creatividad, de la creación personal; a veces se confunde, se cree que haciendo un ejercicio técnico uno está componiendo o que, para componer, se necesita sólo el ejercicio técnico. Son dos caminos diferentes, la técnica es indispensable, claro que tiene que ser una técnica lo más personal posible, que es fruto de la experiencia personal y, el proceso creativo, es una reflexión sobre los significados a nivel personal, a nivel social, a nivel de intenciones, de relaciones con el otro.

(…)Son dos caminos paralelos que deberían estar presentes, uno como conocimiento y experimentación para tener algunas herramientas y personalizarlas y, el otro, como reflexión personal para llegar con él a la necesidad de encontrar alguna solución técnica específica para ese proceso.

La misma balanza para la creación de una obra

¿Cuáles serían entonces las consecuencias de estos procesos mal llevados, traducidas por ejemplo en una obra concluida? 

—Esas obras, esas composiciones –refiriéndose a algunas obras musicales de virtuosismo técnico—  ostentaban técnica y cuando uno ostenta técnica está invitando a entender qué pasa (…). Yo creo que una técnica bien desarrollada es importante pero tiene que ser transparente, tiene que permitir ver lo que está detrás de ella (…). La técnica si no es utilizada de forma funcional y efectiva a ese mundo imaginativo y emocional, se convierte en un obstáculo, una cortina negra que impide ver lo que está detrás de la obra.

Incentivo a la creatividad compartida

¿Por qué es importante el incentivo de la creatividad compartida en la formación artística?

—La idea de la educación artística debería ser el crecimiento como persona. Estamos en un mundo extraño en el cual parece que la educación artística debería producir, o grandes artistas, o personas deprimidas que no van a acercarse nunca más a un acto creativo, porque es tan selectiva que destruye cada tipo de creatividad común. Entonces, yo creo que un proceso compartido a nivel educativo permite detener ese decrecimiento de la persona, de su perspectiva, del propio mundo emocional, de la percepción del mundo, de la capacidad de disfrutar de una obra de arte y de un acto creativo de otros. Lo que pasa es que en esos ambientes siempre son todos enemigos y lo que hace el otro es feo porque lo está haciendo él; es muy difícil disfrutar de lo que están haciendo los otros y

¿Cómo visualiza Luca Belcastro la base de una buena formación en el área artística?

— Es importante considerar la base cultural de donde uno está para desarrollar una capacidad perceptiva de la realidad y sobre eso construir un propio mundo creativo, lo que pasa es que a veces uno intenta construir sobre bases que no son suyas. Para hacer esto el primer paso es darse cuenta de cuáles serían los modelos culturales, las máscaras, los roles, las etiquetas y las definiciones que nos impiden ver y percibir la realidad (…), es la creación de una conciencia (…). La percepción propia de la realidad es mucho más importante que cualquier instrumento técnico de otros.

 (Semanario Aquí/24-09-18)

“Con mis compañeros y compañeras de Mi Teleférico somos un equipo”

Trabajador:

“Con mis compañeros y compañeras de Mi Teleférico somos un equipo”

Yandel, es un joven alteño, que se puso la meta de trabajar como un personal de la empresa Mi Teleférico, cuando vio la oportunidad se puso manos a la obra y se comprometió en dar todo de si para lograr su meta.

Claudia Domitila Nina M.

“... Me sentí un ganador”, así se expresa Yandel Rosas Loayza (Yandel RL), cuando se le pregunta cómo se sintió al saber que fue seleccionado dentro de los más de dos mil postulantes a un cargo de la convocatoria lanzada a principios de esta gestión, él tiene 23 años y ya está por concluir su carrera universitaria de Ciencias del Desarrollo en la Universidad Pública de El Alto. En la entrevista nos relata cómo es que pudo conseguir su meta:  

Semanario Aquí: ¿Cuándo empezaste a trabajar en la empresa Mi Teleférico?

Yandel RL: Yo vivo con mi hermano en El Alto, cerca de una de las paradas de la Línea Azul, por ese motivo veía cómo cada día las estaciones se levantaban en la parte de la infraestructura, pues si bien la ubicación de las estaciones del Teleférico son en plazas, éstas antes estaban abandonadas y eran lugares no muy seguros para caminar.

Empecé a trabajar como guardia de seguridad por 8 horas, ingresaba a las 06:30 hasta las 14:30, por tres meses estuve así, pero luego hubo una convocatoria para realizar pasantías en la Línea Azul (inaugurada el 3 de marzo de 2017), sin pensarlo me inscribí y así comencé a trabajar ahí.

Semanario Aquí: ¿Cómo distribuías tu tiempo?

Yandel RL: En ese entonces yo seguía con mis clases de la universidad, y eso de una u otra forma te genera gastos en diferentes cosas; lo que me daban de los viáticos a veces no me alcanzaba, por eso hablé con el encargado de seguridad para que me diera la posibilidad de trabajar como guardia de seguridad.

Me facilitaron trabajar como guardia y realizar mis pasantías en la Línea Azul, por lo cual tuve una ventaja, pues vivo cerca y tardaba como 10 minutos en moverme de un lado al otro. Tratando siempre de calcular en cuánto tiempo llego de mi casa a la universidad o al Teleférico.

Mi turno de pasantía empezaba a las 7:00 hasta las 12:00, luego me iba a descansar un momento y comer algo, en la tarde tenía mi turno de las 13:00 hasta las 17:00, saliendo me dirigía nuevamente a casa, para más tarde (de 22:30 a 6:30) cumplir mi turno como guardia de seguridad (nochero).

No digo que fue fácil, pero sabía que mi esfuerzo valdría la pena.

Semanario Aquí: ¿Qué significa para ti trabajar en Mi Teleférico?

Yandel RL: Al concluir mi pasantía, en Mi Teleférico, conseguí trabajo en el Hospital del Norte (El Alto), pero no le encontré el gusto.

Por eso, cuando vi la convocatoria este año, postulé sin dudarlo; había más de dos mil personas que estaban optando por el cargo de Asistente de Atención al Usuario, pero tenía confianza, por un lado como ya había trabajado, tanto como guardia, así como pasante.

Cuando vi mi nombre dentro de los que salieron seleccionados, me sentí feliz, como quien dice: “Un ganador”.

Semanario Aquí: ¿Qué es lo que más te agrada de trabajar en el Teleférico?

Yandel RL: Lo que más me gusta de trabajar en Mi Teleférico es el trabajo en equipo, no sólo soy yo, que sería la parte del personal que representa a operaciones, también están mis otros compañeros que son los guardias (contratados por empresas externas) y pasantes, puesto que nos colaboramos y coordinamos para dar esa atención al usuario.

Con mis compañeros de aquí del teleférico, somos un equipo, cuidando de dar una atención con calidad y calidez al usuario o usuaria.

Semanario Aquí: ¿Crees que existen diferencias entre los usuarios?

Yandel RL: Aquí siempre atendemos distintos tipos de usuarios; a veces te puedes encontrar aquellos muy agradables que pasan con una sonrisa o incluso haciéndote bromas respecto a cualquier situación, pero también no faltan otros que pueden hacernos sentir mal, aunque yo digo no, por uno tenemos que amargarnos el día, siempre debemos tener una buena actitud, ser empáticos y proactivos con ellos, con eso tu turno (día de trabajo) será más ameno (AquíCom/18-09-18).

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