cabecera aqui blog

Marcelo Quiroga Santa Cruz propuso la unidad superior de socialistas y de comunistas

De sábado a sábado 515

Marcelo Quiroga Santa Cruz propuso la unidad superior de socialistas y de comunistas

Remberto Cárdenas Morales*

Marcelo Quiroga Santa Cruz planteó organizar la unidad del Partido Socialista 1 (PS-1) y del Partido Comunista de Bolivia (PCB), la que hubiera sido “unidad superior de la izquierda boliviana”, como en Chile y en Uruguay, según el Secretario General del PS-1. Esa propuesta la hizo a la Comisión Política del PCB, antes de que éste constituya el Frente de Unidad Democrática y Popular (UDP), con el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y otras organizaciones políticas menores, como se las denominaba entonces.

Esa propuesta nunca se la discutió entre los partidos convocados para articularla.

En organismos de dirección del PCB, sin embargo, se presentaba como un adelanto unitario en Bolivia, durante la dictadura fascistoide o fascista de Banzer, al Frente de Unidad Sindical (FUS), sostenido por dirigentes sindicales, en el que los sindicalistas del PCB llevaban la delantera, especialmente en centros mineros y ciudades como La Paz, Cochabamba, Potosí y Oruro.

Asimismo, hubo alianzas esporádicas entre dirigentes universitarios del MIR y de la Juventud Comunista de Bolivia (JCB), las que a veces eran tomadas en cuenta como encuentros y desencuentros entre jóvenes de las dos organizaciones citadas.

Poco tiempo después del triunfo del golpe de Banzer, apoyado por el MNR y FSB (1971) los exiliados bolivianos en Chile fundaron el Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA), el que no fue posible extender en Bolivia de manera sostenida.

En esta coalición hubo delegados de los partidos que resistieron al golpe de Banzer (1971). También fue un frente que se solidarizó con el gobierno chileno de Salvador Allende.

El PS-1 fue muy activo en el FRA en Chile, mientras que en Bolivia ese Partido, en ese momento, careció de una estructura que continúe las tareas de aquel Frente. Aquí, este frente debió resistir a la dictadura banzerista, pero una limitación suya fue que su actividad se concentró en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende.

Sin embargo, sindicalistas del PS-1 que permanecieron en La Paz, durante la resistencia a la dictadura de Banzer, entre ellos José María Palacios, emprendieron diversas acciones con sindicalistas del PCB, así como militantes de este Partido editaron los documentos del congreso de fundación del Partido Socialista de Bolivia (PSB), instancia orgánica a la que pertenecieron militantes y dirigentes del PS-1. Militantes del PCB también publicaron documentos de análisis de la coyuntura boliviana del Partido de Marcelo Quiroga Santa Cruz (MQSC).

Otra experiencia de unidad político-partidaria fue la del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), integrado por el Partido Comunista Marxista Leninista (PC-ML) y fracciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Derrotado Banzer por la resistencia a su dictadura, con distintas acciones, entre éstas, la huelga de hambre que empezaron amas de casa de Catavi y de Siglo XX y que protagonizaron miles de bolivianos (1978), se inició un ciclo de recuperación de la libertad política y sindical en Bolivia.

Banzer trató de prolongar su dominio por la vía electoral, para lo que postuló a la Presidencia del país a Juan Pereda Asbún, general de la Fuerza Aérea y Ministro de Gobierno suyo, al que apoyaron desde la Corte Nacional Electoral (CNE), la que en un informe mostró más votos que electores, evidencia de un fraude electoral, por el que el mismo tribunal anuló esas elecciones en 1978.

En esas condiciones, con escaso tiempo, los partidos nombrados dieron pasos de gigantes para apurar la gestación y el alumbramiento del frente con la sigla UDP; este frente fue una esperanza temporal de miles de bolivianos.

El acuerdo político establecido entre el MNR-I, MIR, PCB y otras agrupaciones “menores”, sólo esperó una fecha considerada propicia para informar sobre la fundación de la UDP.

En esas circunstancias, el líder socialista MQSC propuso construir la unidad superior de la izquierda entre socialistas y comunistas de Bolivia, como en Chile y en Uruguay.

Pocos dirigentes y militantes del PCB conocimos aquella propuesta.

Y fuimos muy pocos los militantes comunistas que vimos el desempeño de la Unidad Popular (UP) chilena y las relaciones entre comunistas y socialistas en ese Frente.

En Chile conocí y conocimos que la UP fue un movimiento de masas gigantesco; sobre la Revolución no armada o vía pacífica al socialismo; la unidad de los revolucionarios, factor fundamental en un proceso de transformaciones verdaderas: acerca de la posibilidad y de la realidad de dos vanguardias en una revolución y las vías de la revolución; que la UP no tomó todo el poder, no obstante el gobierno de Salvador Allende; la lucha ideológica entre socialistas y comunistas, los principales partidos de la UP; los trabajadores en su lucha para ganar la batalla de la producción entre los temas sobresalientes.

Por excepción militantes comunistas recogimos como acertada la propuesta del PS-1 para la unidad superior de la izquierda boliviana, pero mantuvimos silencio. Después leí que callar es lo mismo que mentir, de acuerdo a Espinal.

Se advierte que MQSC tenía claro con quien no debía aliarse, quizá por eso reiteraba que cuando se gana con la derecha, es la derecha la que gana.

Así, citaba a Radomiro Tomic, un parlamentario chileno, el que con esa proclama reprobó un pacto de la mayoría de los dirigentes del Partido Demócrata Cristiana, en el que militaba, con el Partido Nacional, en Chile.

Entre los dirigentes del PCB predominaron las evasivas respecto de la propuesta de los socialistas para materializar el acuerdo socialista-comunista, como punto de partida para agrupar luego, en el camino, a otras instancias partidarias, según la propuesta.

MQSC convocó a una reunión a los principales dirigentes del PCB y del PS-1 para acordar o no la unidad socialista-comunista.

A esa reunión asistimos por el PCB, Ramiro Barrenechea Zambrana y este columnista; acudimos allí con una carta de la dirección del PCB en la que con palabrería y pocos argumentos se dijo NO a la propuesta para organizar la unidad superior de la izquierda entre socialistas y comunistas.

MQSC y dos dirigentes del PS-1, Walter Vásquez Michel y Cayetano Llovet Tabolara esperaron a la delegación del PCB, que debió encabezar el Primer Secretario, Jorge Kolle Cueto.

Sin embargo, la delegación del PCB, ante la convocatoria del PS-1, no tuvo el nivel de la delegación de los socialistas, según estos compañeros.

El líder socialista y los compañeros suyos nos saludaron, a Ramiro Barrenechea y a mi, recibieron la carta y MQSC pidió que le confirmemos la inasistencia de Jorge Kolle; confirmada esa inasistencia, MQSC, con un tono de reprobación, afirmó: digan al c. Kolle y a los dirigentes del PCB que no hay reciprocidad de ustedes con nosotros. Debido a la ausencia de los máximos dirigentes del PCB, nosotros no aceptamos reunirnos con ustedes, a pesar de que convocamos a este encuentro. Luego el líder socialista abandonó la sala escogida para ese encuentro y los otros dos dirigentes del PS-1 nos acompañaron hasta la puerta para despedirnos.

A pocos días de esa reunión que no fue, se anunció la formación de la UDP.

Antes de ese intento unitario, el Partido Socialista de Bolivia (PSB) se dividió.

MQSC y sus compañeros cambiaron la sigla partidaria y asumieron la de PS-1

El PSB, dirigido por Guillermo Aponte Burela, un médico cirujano de niños, ingresó a la UDP, en tanto que el PS-1 quedó sin partidos políticos aliados.

El PCB nunca hizo una evaluación respecto de ese no a constituir la unidad comunista-socialista.

Es que la mayoría de los dirigentes del PCB, durante la mayor parte de su existencia han hecho mucho para unirse con partidos nacionalistas, nacionalistas revolucionarios, demócrata cristianos, indigenistas, del centro político y otros ubicados a la derecha del centro político boliviano. Sin embargo, esos dirigentes poco o nada hicieron para unirse con partidos de izquierda.

Una prueba: se disponía en un artículo del Estatuto del PCB, que al parecer se suprimió, que sus militantes no debían tener relaciones con trotskistas, neotrotskistas y expulsados del PCB.

Basta esa referencia para entender mejor la afirmación precedente.

Preservo un supuesto nunca confirmado ni esclarecido: sigo suponiendo que la mayoría de los dirigentes del PCB creían que MQSC ejercería el liderazgo de la que pudo ser la unidad socialista-comunista, razón o sinrazón por la que cerraron la posibilidad de aquella unidad, en vez de la alcanzada con los partidos de la UDP.

Sobre el lugar del PCB en la UDP, refiero dos pasajes:

—Hernán Siles Zuazo, entonces presidente de Bolivia, dijo para los medios de difusión: “El PCB no teñirá de rojo a la UDP.

A propósito de este asunto circuló un chiste que dijo mucho: Saben por qué el color de la UDP es el naranja. Porque esa alianza es una mezcla de rojos y amarillos.

—El PCB propuso que Siles Zuazo nombre ministro de Trabajo a Felipe Íñiguez Medrano, abogado, diputado del Bloque Minero-Parlamentario (1947), rector de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) más de una vez, en tres ocasiones candidato a la Presidencia de Bolivia por el PCB y por el Frente de Liberación Nacional (FLIN), miembro de la dirección del PCB…

El presidente Siles Zuazo no quiso nombrar a Íñiguez Medrano en aquel Ministerio porque dijo que no aceptaba en ese cargo a un “colgador de Gualberto Villarroel”. Los dirigentes del PCB aceptaron y aceptamos, sumisos, el veto impuesto por Siles Zuazo a un destacado dirigente e intelectual del PCB.

No hubo unidad superior de la izquierda boliviana con socialistas y comunistas como protagonistas, pero hubo UDP con la que fueron más los naufragios que las llegadas seguras a un puerto.

La Paz, en la campaña para vencer al coronavirus, junio de 2020.

*Periodista

“Hay que mentir”, propuso el ministro Mario Rueda Peña

De sábado a sábado 514

“Hay que mentir”, propuso el ministro Mario Rueda Peña

Remberto Cárdenas Morales*

“Hay que mentir”, propuso Mario “Gato” Rueda Peña, ministro de Informaciones del gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) (1982-1985), a miembros de la Comisión de Prensa (CP) de este frente, la que debió explicar, a las audiencias, el contenido y la forma de las primeras medidas económicas de la alianza de partidos que gobernaba Bolivia, en 1982.

Los partidos más representativos de la UDP fueron: el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB).

Medidas contrarias al pueblo

La oposición de izquierda bautizó como fondomonetaristas a esas medidas de la UDP, mientras que los oficialistas respondíamos que expresaban el “gradualismo económico”, el que debía ejecutar frecuentes minidevaluaciones monetarias.

La propuesta del ministro Mario Rueda Peña, asumida por miembros de aquella CP, como orden y consigna, fue respondida, en el acto, con el retiro de la reunión y de esa CP de los delegados del Partido Comunista de Bolivia (PCB).

Grupo de trabajo

Mario “Gato” Rueda, militante del MNRI, que contaba con la confianza del presidente Hernán Siles Zuazo, convocó a delegados de los principales partidos de la UDP, para constituir la citada CP, a la que tendrían que haberse integrado periodistas psiquiatras, psicólogos, sociólogos, economistas, abogados y otros profesionales; aquélla debió ser una instancia multidisciplinaria, por su composición y por las tareas que impulse.

A esa CP nos incorporamos periodistas que estudiaron en la Universidad Católica Boliviana (UCB) y otros que nos formamos en las redacciones de periódicos partidarios y/o en radioemisoras mineras.

Los delegados de los partidos de la UDP a esa CP fuimos: por el MNRI, Mario Roncal Antezana; por el MIR, Juan Cristóbal Soruro Quiroga y Sarah Monroy Pascoe y por el PCB, Carlos Alberto Soria Galvarro Terán y el que escribe este relato.

Aunque no dijo expresamente, el ministro “Gato” Rueda, quería una comisión de propagandistas de la UDP. Y, en ese tiempo, los delegados del PCB estábamos dispuestos a entregar lo mejor que teníamos para asegurar un desempeño competente en esa comisión de propagandistas; además, éramos delegados convencidos de que nuestro comportamiento hubiera sido como planteó Lenin: de agitadores y de propagandistas que representen los intereses de la clase obrera, de los explotados y oprimidos bolivianos, en primer lugar, pero jamás con la mentira como técnica.

El propósito principal de esa CP debió ser informar sobre las primeras medidas económicas de la UDP, las que en el país se conocían como “paquetazo”, es decir, medidas fondomonetaristas, las que afectaban a los pueblos, como había ocurrido en la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños.

Por la forma, el paquete de las primeras medidas económicas de la UDP no fue de shock, vale decir, que la devaluación monetaria fue una minidevaluación, que no pareció drástica o tan drástica, pero dañó sobre todo a los bolivianos con menores ingresos, asalariados o no asalariados; en realidad, lesionó la economía de la mayoría de los bolivianos.

Entre esas medidas se cita las más notorias:

—La UDP decretó la “desdolarización” de la economía boliviana—y de la sociedad, por extensión—, la que también perjudicó a los trabajadores con salario y a los cuentapropistas.

—Se fijaron precios dentro del capitalismo (dependiente y atrasado).

—Se determinó la primera minidevaluación del peso boliviano.

—Hubo un mezquino aumento salarial.

—Se estableció la venta de dólares en el Banco Central, la que no impidió el mercado negro en el que circuló de manera creciente la divisa de Estados Unidos.

Se pagó la deuda externa de Bolivia, en primer lugar a la banca internacional porque se la consideraba la más onerosa, como aconsejó Horst Grebe López, economista y ministro de Minería y de Trabajo de la UDP y del PCB.

Esas medidas económicas udepistas fueron de corte financiero y no hubo entre ellas ni una destinada a reformar la economía para iniciar el cambio en la producción de bienes y de servicios en el país.

Ninguna de esas medidas fue diferente a las que el FMI proponía e imponía, las que siempre afectaron a los asalariados y a la gente de los pueblos de la región, para citar lo más conocido por este columnista.

El gradualismo económico, por su contenido era, esencialmente, el mismo que el modelo fondomonetarista que recurría al shock, en su forma y por su contenido, es decir, a las devaluaciones monetarias desmesuradas, entre otras cosas.

Entonces se dijo que las medidas económicas de la UDP eran para enfrentar la crisis económica boliviana.

Asimismo, que esas medidas iban a estabilizar la economía del país.

Un objetivo, caro objetivo prometido a nuestros pueblos y países, fue la disminución de la pobreza extrema y de la pobreza. Pero ése fue un propósito declarado y nada más. Incluso ese propósito era declarado por el FMI y por el Banco Mundial, pero estos bancos planteaban medidas con las que se demostró que no se consiguieron esas metas.

Sin medidas estructurales

Antes de que el gobierno de la UDP se instale en el Palacio Quemado, el economista Pablo Ramos Sánchez, sin compromiso orgánico con la UDP, sugirió administrar la crisis económica de Bolivia, como paso necesario hacia las medidas económicas de largo alcance para enfrentar y remontar la crisis económica. Dicho de otro modo: administrar la crisis y tomar medidas estructurales, simultáneamente.

Esa propuesta de política económica, como otras cuestiones esenciales, ni siquiera se conocieron a tiempo en la UDP y los dirigentes de esta coalición nunca discutieron ese planteamiento de Ramos Sánchez.

Sin plan para la propaganda

En los años 80 del siglo XX, entre nosotros, pocos hablaban de una estrategia de comunicación. En la CP de la UDP, pocas veces se consideró un plan de agitación y de propaganda.

En tres campañas electorales seguidas, el espontaneísmo, la no organización, predominó en la propaganda electoral de la UDP.

Los partidos que integraron esta alianza realizaron su propaganda de acuerdo a diseños y prácticas propias que escapan a este recuento.

Sin embargo, en aras de una mejor comprensión de lo que se dice aquí, creo útil referir en pocas líneas lo que se manifestaba en la CP de la UDP sobre la propaganda, especialmente.

Los propagandistas del MNRI, además de recordar que ellos aportaron con más dinero que los otros partidos udepistas, empleaban una metáfora y afirmaban que teníamos como encargo de nuestros partidos vender coca-cola y que a los potenciales compradores debíamos convencerlos con la difusión de las cualidades de aquella gaseosa.

Un ejemplo adicional: El delegado del MNRI a la CP, sobre la que se escribe, planteó: la foto del c. Siles tenemos que hacerla retocar porque la que hemos conseguido muestra las arrugas del líder de la UDP.

En ese tiempo retocar una foto en La Paz demandaba al menos ocho horas para contar con la fotografía en el taller de un diario al que se le encargó la publicación de una solicitada con la fotografía retocada del compañero Hernán Siles Zuazo.

Uno de los dirigentes del MIR, con certeza de que compartía ese criterio con los otros dirigentes miristas, aspiraba a que del MIR se diga todo lo que sea posible en la primera página de los diarios bolivianos, mal o bien, pero que se refiera al MIR, y mejor si eso ocurría todos los días. El MIR tiene que estar presente en la coyuntura, remataba.

Esa fue una meta de la propaganda del MIR, de manera que los objetivos propagandísticos de la UDP debían subordinarse a los del MIR. Por supuesto que un objetivo como ése no se lo proclamaba, sin embargo, se lo buscaba también en la CP de la UDP.

Los propagandistas del PCB teníamos convicciones y dogmas: para nosotros valía la propaganda que ponía el acento en los intereses de los obreros y de los trabajadores todos.

Por ejemplo, nuestra propuesta fue que la propaganda de la CP de la UDP difunda, siempre, el programa del frente y mejor si se reproducía textualmente una declaración programática, antes que un programa, como fue la de la UDP.

Además, en el período en el que debíamos informar sobre las primeras medidas económicas de la UDP, funcionaba un mercado subterráneo en el que periodistas cobraban por entrevistas a dirigentes de partidos políticos y entre éstos, varios pagaron por entrevistas periodísticas.

¿Festejan el fondomonetarismo?

Tras de la posesión de Siles Zuazo como presidente y luego de las primeras medidas económicas de la UDP, se realizó una verbena en la plaza San Francisco de La Paz, tan concurrida o más que otras concentraciones udepistas; pero, incontables de los asistentes a esa verbena, teníamos claro que allí se festejaban las primeras medidas económicas de la UDP, fondomonetaristas por su contenido y por su forma, a pesar de que fueron presentadas como una materialización del gradualismo económico.

Tiempo después, el economista Grebe López, antes citado, se animó a decir que esas medidas eran una salida popular a la crisis.

Dirigentes de la UDP y del PCB, por tanto, difundían que pronto, en Bolivia, se aplicarían las medidas económicas favorables al pueblo. Esas medidas nunca llegaron.

Los militantes y dirigentes del PCB y de la Juventud Comunista de Bolivia (JCB), que constituíamos una tendencia sin organización en ese momento, con escaso debate o sin éste, creíamos que de las medidas económicas que se comentan aquí se debía informar con veracidad y que debíamos luchar, dentro de la UPD y del PCB, para que el gobierno de este frente tome medidas de alcance democrático y popular, como decía la sigla frentista.

Propuesta de Rueda Peña

El “Gato” Rueda, abogado, dirigió un diario en Santa Cruz; fue Subsecretario del Interior del gobierno del Gral. Juan José Torres González (7 octubre 1970 - 21 agosto 1971); dio clases de periodismo en una universidad de la entonces República Democrática Alemana (RDA), durante su exilio; militó en el MNR y en el MNRI. Contaba que cuando tenía 19 años de edad combatió cerca de Mataral, en la batalla de El Quiñal, en la Guerra Civil boliviana de 1949.

Una vez que visitamos a “Gato” Rueda, en la subsecretaría del Ministerio del Interior, con el entonces Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz, Rolando Roca Aguilera, nos mostró una metralleta, la que dijo que la tenía allí para defender al gobierno del Gral. Torres. No se sabe si el “Gato” Rueda usó esa metralleta en defensa del gobierno del que parecía un funcionario convencido.

Carlos Soria y yo mantuvimos una buena relación con el “Gato” Rueda. Esa relación, sin duda, se explica porque un hermano suyo, Horacio, integró la dirección de la JCB y murió en la guerrilla de Teoponte (1970).

Acepten ahora, amigos lectores, una referencia personal: los Rueda Peña son de Vallegrande como yo, y por ello sacamos pecho, lo que a mí no me impide las críticas a mis coterráneos.

Mentir

En la reunión a la que se refiere esta nota, el “Gato” Rueda hizo una exposición que resumió los alcances de las primeras medidas económicas de la UDP.

Hubo comentarios y preguntas.

El interpelado fue Mario Rueda, en vez del entonces ministro de Planeamiento y Coordinación de la UDP, Arturo Núñez del Prado, exfuncionario de la CEPAL, considerado el autor del gradualismo económico en el gobierno udepista y, por tanto, el proponente de las primeras medidas económicas de la UDP.

Al parecer, Rueda Peña agotó sus argumentos ante una pregunta que no pudo responder de manera convincente; luego espetó: “Hay que mentir”.

Carlos Soria Galvarro y el que esto escribe, nos pusimos de pie y dijimos: nos vamos, aquí nada tenemos qué hacer.

Los delegados del MIR, Juan Cristóbal Soruco y Sarah Monroy también abandonaron la reunión.

Nunca más hablamos de ese episodio con Mario Rueda Peña.

A Carlos Soria y a mí nos quedó la enseñanza de que las mentiras no deben sustituir a la información, a la comunicación, a la opinión y a la interpretación.

Quizá se considere tardía mi autocrítica:

Especialmente desde las páginas del semanario Unidad, vocero del PCB, expliqué (y explicamos) sin mentiras el quehacer del gobierno de la UPD y del PCB.

Sin embargo, en Unidad, hubo censura, autocensura, medias verdades…

En mi caso, luego de que me expulsaron con ignominia del PCB, debido a mis discrepancias con el gobierno de la UDP y del PCB, ante públicos escuálidos y con límites en sus alcances, conté la película como la vi, es decir, informé con veracidad, ayudé a que se comuniquen los comunarios, opiné responsablemente e interpreté con ética, acerca del gobierno udepista y de la actividad del PCB en esa gestión gubernamental.

Espero que lo que digo aquí se tome como lo que es: una memoria crítica y autocrítica.

Gracias por la lectura de esta nota.

La Paz, tiempo del coronavirus, junio de 2020.

*Periodista

“Salario vital” fue la tesis de grado de Juan Cárdenas Morales

De sábado a sábado 512

“Salario vital” fue la tesis de grado de Juan Cárdenas Morales

Remberto Cárdenas Morales

miércoles, 27 de mayo de 2020

1.

“Salario vital”.

tu tesis de grado,

falta conquistarlo,

ya está pregonando.

“Salario vital” o “Salario familiar” es el salario con el que debe vivir un trabajador y su familia, con los alimentos y los servicios indispensables. Es la idea principal de la tesis de grado con la que debió titularse, como abogado, mi querido hermano Juan Cárdenas Morales, el hijo mayor de Zenón Cárdenas Robles y Paulina Morales Flores, nuestros padres.

Juan escribió esa tesis de grado en los años 60 del siglo veinte, en Santa Cruz de la Sierra, luego de egresar de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, la primera Facultad de la Universidad Gabriel René Moreno de la capital del oriente boliviano.

En la casa de Juan, en la que viví, tuve ese texto en mis manos, y pude ojearlo, un rato, porque esa tesis —con el título “Salario vital” o “Salario familiar”— esperaba llevar el abogado Julio A. Gutiérrez Gutiérrez para corregirla. Este abogado, que había sido docente de mi hermano, en Santa Cruz, fue hermano de otro abogado, Mario Gutiérrez Gutiérrez, entonces jefe de Falange Socialista Boliviana (FSB).

Nunca más vi esa tesis sobre la que sí hablamos con Juan, varias veces; conversaciones que mi hermano, por su modo de ser, las eludía, con inteligencia. Sin embargo, lo que hablamos sobre ese tema me ayudó a entender el sentido de esa tesis: el porqué del título, la idea principal de ese texto.

El título resumía muy bien su contenido. La afirmación general o tesis era, o es, que un trabajador debe ganar, como salario, el dinero necesario con el que debe vivir sin las limitaciones de otro tiempo y de los actuales.

2.

No hay duda alguna,

texto novedoso,

porque allí el atraso

era espantoso.

En Santa Cruz, los años 60 del siglo veinte, considero que fue una novedad esa tesis, por su forma y por su contenido.

Esos años sólo se sospechaba que en la región había petróleo, pero se desconocía, de manera absoluta, que allí existía gas, y más gas que el hidrocarburo líquido.

Y en la antigua Santa Cruz apenas se advertían los albores del capitalismo y, por tanto, entonces eran muy pocos los obreros industriales, y del salario vital, por lo que se deduce, de la tesis de Juan, que el salario vital era una preocupación académica, pero en Santa Cruz, en Bolivia, los trabajadores tenían inicialmente, entre sus demandas principales, la lucha por ese salario vital para la subsistencia de toda la familia del trabajador.

En este último tiempo, desde la Central Obrera Boliviana (COB), Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la Confederación Sindical de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CSTFB) y otras organizaciones sindicales, se exige el salario mínimo vital con escala móvil, es decir, que el salario de cada obrero debe ser suficiente para que vivan él, su esposa e hijos. Además, ese salario —el real y no el nominal— debe aumentar según el incremento del costo de la vida o la llamada canasta familiar.

El Partido Obrero Revolucionario (POR) enarbola, de manera consecuente, la consigna de la lucha por el salario mínimo vital con escala móvil.

3.

Vives en La Paz

los nuevos albores,

de la sociedad

con trabajadores.

He buscado respuestas a una pregunta que llevo entre mis recuerdos más cercanos: por qué, en qué circunstancias y quiénes influyeron en la decisión de Juan, para que escribiera la tesis que comento; recuerdo que para mí es memorable.

Juan vivió e inició sus estudios de Derecho en La Paz, en la UMSA, meses después de la victoria de la insurrección popular de abril de 1952.

En ese momento empezaban a verse los resultados de la nacionalización de las minas, de la reforma agraria, del voto universal, de la reforma educativa y otras medidas que cambiaban Bolivia.

Entonces había sido “destruido” el Ejército que masacró a mineros, fabriles y campesinos.

Era el tiempo en el que las milicias armadas de trabajadores sostenían militarmente a la llamada Revolución Nacional, una revolución democrática y burguesa, que la dirigió el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), luego de que este Partido se apropió de la victoria del pueblo boliviano por la que lucharon y murieron los trabajadores de las minas, de las fábricas y del agro.

Que el MNR se adueñó de la victoria de los alzados, en abril de 1952, en una constatación de René Zavaleta Mercado, la que este columnista comparte plenamente.

El original del título de bachiller de Juan, escrito con una caligrafía legible, está en los archivos de la UMSA, de 1953.

Después de poco tiempo, Juan se trasladó a la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), de Cochabamba, también a Derecho, en la que tuvo como docentes, de Sociología, a Arturo Urquidi Morales, destacado en sus clases y un rector autonomista ejemplar; así como a Ricardo Anaya Arze, que también fue secretario General del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), el que daba clases de Derecho Político. Juan guardaba un texto de esa materia y de ese excatedrático suyo, escrito a máquina y en papel copia (amarillo).

En la Facultad de Derecho de Santa Cruz, Juan estudió en el mismo ambiente académico o en similar período universitario con varios de los que ya eran militantes y/o dirigentes de la Juventud Comunista de Bolivia o del Partido Comunista de Bolivia.

Entre ellos sobresalían Jorge Ibáñez Castro, Salustio Dorado Toledo, Roberto Salas Marchetti y Julio Leaños Suárez, entre otros. Con Julio Leaños, mi hermano compartió la oficina jurídica del Banco Central de Bolivia, en Santa Cruz, durante varios años. Después de que ambos salieron de esa oficina de asesoramiento jurídico, siguieron desempeñando y compartiendo tareas en lo que se denominaba, con cierta veracidad entonces, el foro cruceño, en alusión al Foro Romano, nominación sobre la que no deben perderse de vista las distancias de espacio y tiempo.

En la carrera de Derecho de Santa Cruz tuvo como catedrático de Derecho del Trabajo a Lucindo Rosado, docente notorio, dirigente del PIR y nacido en Vallegrande.

Deduzco que el ambiente revolucionario paceño, la competencia académica de Cochabamba y las ideas que circulaban, en Santa Cruz, entre los jóvenes universitarios nombrados (incluido el abogado L. Rosado), llevaron a mi entrañable hermano Juan a definir la forma y el contenido de su tesis, el “Salario vital” o “Salario Familiar”, la que no defendió ni con la que se tituló, como hubiera sido un mérito, por modesto que parezca, y que pudo ser modesto, pero mérito al fin.

4.

Se casan nomás,

están apurados,

con la condición:

que sean abogados.

La única condición que plantearon los papás de mi cuñada y siempre hermana, María Pura Montaño Rivas (Puri), para que se casen Juan y Puri, era que acaben pronto sus estudios de derecho y que se titulen como abogados. Mis papás respaldaron aquella única condición para el matrimonio acordado.

El primer momento frustrado en el camino seguido por Juan, en pos de su titulación, fue el archivo voluntario de la tesis que motiva estas líneas.

5.

Los papás soñaron

con verte abogado,

y se fueron antes

de que seas “togado”.

Mis papás soñaron, durante décadas, que mi hermano se titule y que ejerza la abogacía.

Un amigo de nuestra familia, que fue compañero de estudios de Juan, en el Colegio Manuel María Caballero, en Vallegrande, en celebraciones de carnaval o en cualquier otra ocasión le preguntaba preferentemente a nuestro papá Zenón: Cuándo va a dar sus exámenes Juan (o Juancito). Hasta yo soy abogado, él por qué no.

Juan, la mayor parte de su tiempo, trabajó como procurador, un ayudante de los abogados y el que hacía los trámites en vez de los litigantes.

Un amigo abogado vallegrandino, que vive en nuestro valle añorado, me dijo una vez; Creo que le va bien a tu hermano, como apoderado o procurador, y supongo que gana más que varios abogados.

6.

Será bachiller,

mas no está el diploma,

“papelitos cantan”

conmigo no hay broma,

Una desventura en el cauce seguido por Juan para su titulación la vivió cuando un Fiscal de Distrito, que participó como parte del tribunal que recibía el examen de grado de Juan, antes de hacer preguntas para examinar al postulante Juan Cárdenas Morales observó que en el expediente del aspirante a la abogacía faltaba su título de bachiller.

Juan se había inscrito a las facultades de Derecho en La Paz. Cochabamba y Santa Cruz, para lo que presentó su título de bachiller, que tramitó en la UMSA y que se extravió, por lo que evidentemente el entonces fiscal Camacho consiguió que se suspenda el examen de grado hasta que se subsane el “vicio señalado”, es decir, hasta que el interesado presente su título de bachiller.

El abogado Camacho ejerció como fiscal designado por Hugo Banzer Suárez. La frustración de Juan fue enorme porque no fue reprobado en aquel examen de grado, éste fue suspendido porque el postulante a jurista o abogado no adjuntó su título de bachiller, requisito para su titulación.

Se advierte, sin embargo, que las autoridades universitarias no observaron la ausencia de aquel documento y que autorizaron la recepción del examen de grado de referencia.

7.

Acaba este acto,

examen de grado,

abrazos don Juan,

ahora es abogado.

Pasaron décadas hasta el momento en el que mi hermano del alma tenía mermadas sus fuerzas y quebrantada su salud, entonces dio examen de grado, en el que recibió aprobación plena.

Su esposa, hijo e hijas, primas, sobrinas, sobrinos y yo celebramos en el ambiente académico de la Universidad Gabriel René Moreno el que para nosotros fue un acontecimiento: la titulación de Juan como abogado.

Aquella fue la fiesta familiar más linda de la que participé.

Mi hermano, abogado, una profesión que él ejerció varias décadas, aunque en ese ejercicio, como lo hicieron tantos otros, amigos (David Paniagua Baigorria y Gerardo Basma), excondiscípulos (Julio Leaños Suárez) y un sobrino nuestro (Juan Carlos Muñoz Cárdenas) firmaron los memoriales redactados por Juan.

Deseo que esta narración, ineludible, la recojan y la difundan nuestros familiares, a los que quiso mucho mi hermano, así como nosotros lo quisimos y lo queremos a él.

Para mí, Juan Cárdenas Morales fue mi hermano, y más que mi hermano (lo digo con el verbo convincente de Pablo Neruda).

Juan fue y es más que mi hermano porque, antes y ahora, yo estoy entre los que creo y lucho por el salario vital, ese ingreso con el que deben vivir los trabajadores y los suyos.

Mi hermano Juan no tuvo ninguna militancia partidaria, aunque su tesis sobre el salario vital o salario familiar debe convencernos —yo estoy convencido— de que tuvo y/o asumió ideas avanzadas.

Esa idea avanzada de Juan, acerca del salario vital o familiar, es la que yo comparto con él, lo que reafirma que fuimos y que somos más que hermanos, él y yo.

Este retazo de memoria, de y sobre Juan les entrego a mis familiares, a los que llevo en la mente y en el corazón; especialmente al hijo e hijas de Juan, mis queridos sobrinos: Cayo, Beby, Mayi, Juan Carlos, Maribel Roxana y Karem Telma. hoy 27 de mayo de 2020, a los 89 años del natalicio de mi hermano, en todas las circunstancias, el que fue y el que es un paradigma para toda mi vida.

*Periodista.

Jorge Ovando Sanz propuso declarar en mora la deuda externa de Bolivia

De sábado a sábado 513

En el PCB hubo censura de prensa

Jorge Ovando Sanz propuso declarar en mora la deuda externa de Bolivia

Remberto Cárdenas Morales*

Jorge Ovando Sanz, primer Secretario General del Partido Comunista de Bolivia (PCB) en los años 50, propuso en 1983 que el gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) declare la mora de la deuda externa del país, ante la imposibilidad de pagarla, y sugirió utilizar ese dinero para promover el crecimiento económico y el desarrollo social en Bolivia.

Sin embargo, tres de sus notas, en las que planteó la mora, fueron censuradas por editores de Unidad, vocero oficial del Partido Comunista de Bolivia (PCB); esa decisión fue respaldada, de hecho, por dirigentes de esta organización política,

En esas tres notas periodísticas, Jorge Ovando planteó aquella mora, con variaciones en la redacción, pero con el mismo contenido.

El autor censurado nunca recibió una excusa por esa medida en su contra. Y dirigentes del PCB tampoco explicaron el porqué de esa decisión, a pesar de que así se violó el derecho a la libertad de pensamiento y a la libertad de expresión de un militante comunista.

Los editores de Unidad, que conocieron la propuesta de Ovando (la necesidad de la declaración de la mora de la deuda externa de Bolivia), como argumento de respaldo a esa censura previa o censura de prensa expresaron que ese criterio no expresaba la línea del PCB.

Esas tres notas de Ovando me fueron entregadas para que las haga llegar a Unidad y para que se publiquen en este periódico, de circulación semanal en ese momento.

Ovando me entregó esos originales porque con él y un grupo de afiliados del PCB integramos la célula “Simón Bolívar”, del barrio Sopocachi, en La Paz. Y porque yo, en ese momento, era un adscrito ad hoc en la Comisión de Prensa, encargada de las ediciones de Unidad.

Jorge Ovando nunca reclamó por la censura referida y lo que sí hizo fue preguntar cuándo se iban a publicar sus artículos, por supuesto, en el periódico del Partido que él ayudó a fundar y a organizar.

Aunque nunca se dijo, podría haberse considerado como única “falla” formal de esos escritos la falta de nombre del autor, pero los que redactamos para ese semanario sólo excepcionalmente firmábamos como autores.

Además, en Unidad nunca fue una regla que sus colaboradores pongan sus nombres a lo que escribían para que se publiquen en esas páginas.

Ésta es una explicación retardada sobre dicha censura a Jorge Ovando Sanz y a su propuesta de que Bolivia se declare en mora ante la imposibilidad de honrar su deuda externa.

Poco tiempo después de esa censura llegó a La Paz Orlando Millas, dirigente del Partido Comunista de Chile (PCCH) y exministro de Economía del gobierno de la Unidad Popular (UP) y de Salvador Allende.

Millas trajo un encargo del PCCH para el PCB.

El dirigente del PC chileno, que en ese momento era diputado, resumió ese encargo, ante miembros de la Comisión Política del PCB con las siguientes palabras:

Camaradas; mi Partido me ha encargado decirles que ustedes tienen que escoger entre comer o pagar la deuda externa de Bolivia.

En ninguna instancia del PCB se debatió el encargo del PCCH transmitido por Millas, quien además era miembro de la Comisión Política de su partido y un destacado polemista por televisión.

En el PCB, sin discusión, se asumió que la deuda externa del país debía pagarse, y en primer lugar la más “onerosa”, la deuda de Bolivia a la banca internacional, como aconsejó Horst Grebe López, economista, militante del PCB y ministro de Minería y de Trabajo de la UDP.

En su primer discurso, tras volver a Bolivia, el presidente electo y líder de la UDP, Hernán Siles Zuazo, dijo que en Bolivia se iba a vivir “100 días de economía de guerra” (1982), a partir de su posesión como Presidente del país.

Esa frase de Siles Zuazo, tergiversada al gusto de los opositores de la derecha y de la izquierda, sin embargo, trató de señalar la profundidad de la crisis económica que afectaba al país y sugirió que la deuda externa de Bolivia era una carga pesadísima.

El encargo del PCCH, transmitido por Millas al PCB, no ayudó a recuperar la propuesta de Jorge Ovando: la mora de la deuda externa boliviana, la que, en esencia, tenía el mismo contenido de la sugerencia de los comunistas chilenos a los comunistas bolivianos.

El gobierno de la UDP pagó la deuda externa de Bolivia según los plazos, obligación que en ese momento materializaba la dependencia del país, un mecanismo devastador; esa deuda externa, además, mostraba el atraso en el que aquí se vivía.

Carlos Alberto Echazú Alvarado, ideológica y políticamente ubicado lejos de la UDP, hizo una investigación sobre la deuda externa de Bolivia, la que fue resumida en un libro que sigue inédito.

Sin embargo, un adelanto de esa investigación y del libro fue facilitado por su autor: la UDP no pudo emprender ninguna tarea económica importante, dijo Echazú, porque el pago de la deuda externa del país lo impidió.

Fidel Castro Ruz, luego de que se constató la llamada crisis de o por la deuda externa —de los países y pueblos latinoamericanos, caribeños, asiáticos y africanos—, en varios trabajos teóricos y políticos demostró que era imposible el pago de la deuda externa. Subrayó que, además de incobrable, esa obligación era impagable.

Hubo una campaña de los países y pueblos de Latinoamérica y el Caribe, de Asia y de África por el perdón de la deuda externa, mejor dicho, para que se admita, como tuvieron que hacerlo los prestamistas, la imposibilidad del pago de la deuda externa.

En este cauce de la imposibilidad del pago de la deuda externa, los obispos católicos bolivianos sostuvieron otra campaña, convergente con la señalada, para que Bolivia sea beneficiada con el no pago o perdón de la deuda externa.

El recuento sobre la censura a Jorge Ovando Sanz tendría que generar un reconocimiento a su autor, de los militantes comunistas de ayer y de hoy, por su propuesta para que el gobierno de la UDP se niegue a cubrir esa obligación económica y financiera de Bolivia, debido a la imposibilidad de hacerlo.

Asimismo, creo que se debe asimilar una enseñanza, para escribirla con letras de fuego, de que las ideas diferentes y contrapuestas de los militantes revolucionarios y comunistas deben ser difundidas y debatidas incluso en los periódicos oficiales y otros medios de comunicación, aunque esos puntos de vista no sean concordantes con la línea del partido o de la organización que corresponda.

Asimismo, con demora de 37 años, dejo constancia de la vergüenza que sentí y del eco de esa vergüenza que escucho todavía por aquella indecorosa censura que hizo Unidad, vocero del PCB, a Jorge Ovando Sanz, quien fue uno de los precursores del planteamiento sobre la imposibilidad de pagar la deuda externa por nuestros pueblos y países.

Jorge Ovando Sanz, dejó hace varios años este valle, ahora de lágrimas copiosas debido al coronavirus.

J. Ovando no tuvo hijos y su viuda, Laurita, como él la llamaba, ha muerto.

Sin embargo, viven familiares suyos, así como están entre nosotros (y estamos) los entonces militantes de la célula “Simón Bolívar” del PCB: Carmen Sánchez, antigua docente de Trabajo Social de la UMSA; José Roberto Arze, de las academias de Historia y de la Lengua Española de Bolivia; Escóbar, economista, formado en la UCB; Sherif, exfuncionario de la COMIBOL y este columnista.

Es deseable que revolucionarios y comunistas conozcan y recojan el legado de Ovando que fue el primero del PCB en plantear la mora de la deuda externa de Bolivia.

La honra es de Jorge Ovando Sanz, primer Secretario General del PCB, docente de la UMSA e historiador.

Para el cierre: Uno de los aportes de Jorge Ovando al estudio de la historia es su interpretación sobre la independencia del territorio, ahora boliviano. Él afirma que cuando Bolívar llegó con su ejército a lo que ahora es Bolivia, los guerrilleros de la independencia ya habían liberado estas tierras, de españoles y de otros colonialistas, en las que organizaron Republiquetas.

La Paz, junio de 2020

*Periodista

Si Jeanine Añez fuera autocrítica renunciaría a su candidatura a la Presidencia

De sábado a sábado 510

Si Jeanine Añez fuera autocrítica renunciaría a su candidatura a la Presidencia

Remberto Cárdenas Morales*

En Bolivia y en este momento no hay más personas contagiadas de coronavirus ni hay más muertos como consecuencia de la peste universal, gracias a la cuarentena sostenida por la casi totalidad de los bolivianos, y a pesar de masistas y de sus aliados que dijeron que fracasó Jeanine Añez Chávez, y que la cuarentena no sirvió para nada, agregan los jaleadores de Evo Morales, desde hace más de 14 años

La desgarradora excepción es lo que ocurre en la capital del Beni: 154 personas han sido identificadas con coronavirus en un solo día.

La apreciación, respecto del aporte de los actores de la cuarentena, es una correcta lectura de la realidad, hecha por médicos, entre otros.

La cuarentena, en defensa de la salud y de la vida de los bolivianos, es una acción descomunal, parte de la gesta universal contra la pandemia que contaminó a más de cinco millones de personas y que acabó con más de 500.000 vidas, en el mundo, hasta el cierre de esta edición; así como ha provocado una crisis económica cuya profundidad se la advierte, pero no es posible establecer las dimensiones que alcance en este momento.

Sólo como un adelanto provisional se anota aquí y ahora que la cuarentena es, también, un acierto de los gobernantes, aunque esta medida fue decidida horas antes por las autoridades de la ciudad de Sebastián Pagador; cuarentena que fue sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, antes que en Bolivia, se decidió en otros países.

Vale rememorar, además, que la cuarentena en escuelas y colegios de aquella ciudad (Oruro) fueron cerrados por una propuesta de una autoridad del ramo educativo, nominada por los masistas.

Respecto de la cuarentena de escuelas y colegios orureños, el actual Ministro de Educación señaló que la cuarentena, decretada en Oruro, era una medida precipitada.

Después de la cuarentena resuelta en Oruro, los gobernantes decretaron la cuarentena en el país.

Los bonos, que se siguen cobrando con las dificultades conocidas, fue otro acierto de los gobernantes, no obstante de que Luis Arce Catacora haya dicho que él propuso que cada uno de los bonos debió ser de Bs1.000, bonos que, según el mismo Arce, son mal ejecutados por el gobierno de Añez.

Tuto Quiroga también se considera autor de aquellos bonos.

El llamado sistema de salud boliviano carecía y carece de suficientes hospitales, médicos, enfermeras, laboratorios, reactivos, ropa de bioseguridad y cuenta con poquísimas camas de terapia intensiva, que las requieren los que padecen el coronavirus en grado extremo.

El gobierno del MAS, pese al tiempo del que dispuso y del dinero que incluso malgastó, dejó aquel sistema de salud con las carencias anotadas.

Sin embargo, para el registro, lo que no es un descargo, hay que reiterar en esta nota, que en el mundo la pandemia quebró los servicios de la salud pública y en algunos casos incluso el servicio privado de salud. Asimismo, la pandemia evidenció que en el mundo predomina la medicina curativa y que es muy rara la medicina preventiva.

A propósito de aciertos y desaciertos de los gobernantes bolivianos en la campaña anticoronavirus en desarrollo, este columnista comparte las preguntas planteadas en una homilía, del 10 de mayo, en Potosí, del presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Ricardo Centellas.

Entre esas preguntas de Centellas a los gobernantes, aquí se resumen algunas:

—Por qué no llegan los reactivos para los análisis de las pruebas de infectados y de sospechosos de coronavirus.

—Por qué un gobierno transitorio aprobó aquel decreto supremo que abre el camino para la siembra, en Bolivia, de semillas transgénicas de soya, caña de azúcar, maíz y algodón.

—Por qué gobernantes transitorios se empeñan en nominar en cargos públicos a parientes y a partidarios, como si tuvieran un mandato más largo.

—Por qué los gobernantes no explican quiénes y por qué, bolivianos ayudaron a los tripulantes y a los pasajeros de un avión, cargado con cocaína, en Guayaramerín (Beni), el que tuvo a México como destino.

Monseñor Centellas, además, interpeló a los periodistas y pidió que éstos sean los vigías de acontecimientos como los que motivaron las preguntas del pastor de los católicos bolivianos, específicamente, que los periodistas busquen la información verdadera; propuesta que también la hacía, a los periodistas, el cura mártir Luis Espinal.

A esas preguntas se añade:

En capitales departamentales, como Cochabamba, Sucre y Potosí, no hubo ni hay la coordinación necesaria entre autoridades nacionales y subnacionales para emprender la campaña anticoronavirus; descoordinación que se evidencia en aquellos lugares en los que alcaldías no han utilizado el dinero municipal para la compra, por ejemplo, ropa de bioseguridad.

En Trinidad, por tanto en Beni, la salud pública colapsa, para decirlo con la palabra en uso en el país y entre los benianos que padecen esa realidad.

Entre los testimonios que confirman aquel colapso, varios ya se conocen.

Como pruebas de ese colapso está la falta de asistencia a médicos infectados con coronavirus, de los que han muerto cuatro y dos enfermeras. Son 72 los médicos infectados y que necesitan asistencia, en la capital del Beni.

Sin embargo, varios de esos médicos y enfermeras siguen trabajando, a pesar del coronavirus, con el que están infectados, porque no tienen el relevo necesario.

Los voluntarios que trasladan a los enfermos que requieren ambulancias (las únicas seguras), han avisado que ya no podrán mantener ese servicio gratis porque los voluntarios están con el coronavirus.

Juan Acosta, dirigente de los profesores y presidente de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos del Beni, ha muerto sin que le hayan tomado muestras para confirmar que sufrió coronavirus, el que acabó con su vida, de acuerdo a evidencias.

Los familiares de Juan Acosta, entre ellos un hijo suyo, que asistió a su progenitor con respiración boca a boca, para reanimar al enfermo a punto de fallecer, no le tomaron ninguna muestra, hasta el cierre de esta edición, porque los encargados de la toma de la muestra para confirmar o desechar el coronavirus, le dijeron al hijo de Juan Acosta, que no parecía sospechoso de portar coronavirus.

Juan Acosta, pocos días antes de que se descubra que él padecía coronavirus, ante periodistas, señaló que los resultados de los análisis clínicos deben conocerse pronto. Deben utilizarse aviones para el traslado de esos análisis, esos aviones que sirven para que viaje la hija de la Presidenta, añadió.

Policías informaron que, en calles de Trinidad, murieron dos personas, cuyos familiares no fueron ubicados, ante lo que esos uniformados sepultaron a esos dos difuntos, víctimas del coronavirus, según los indicios.

Según un panteonero, en el Cementerio Covid ya estarían enterradas más de 150 personas con coronavirus; sin embargo, la cifra oficial solo anota a 67, hasta el cierre de esta edición. Hay que señalar que varias de las personas enterradas murieron en sus casas, antes de recibir asistencia médica y de enfermeras,

Las últimas horas, el Colegio Médico del Beni ha pedido auxilio a los médicos de Bolivia y de otros países para que vayan a Trinidad a reemplazar a los médicos de allí y que no trabajan porque ellos sufren el coronavirus.

Los médicos benianos han pedido, asimismo, remedios para los infectados con la pandemia.

Un periodista beniano dijo que el colapso del servicio de salud, en Trinidad, causa miedo.

Otro periodista, desde Guayaramerín, dijo que en aquella ciudad intermedia no tienen los medios indispensables para asistir a los infectados con el virus mortal. Ese periodista lloraba mientras enviaba su despacho por radio Fides de La Paz.

Trinidad ha sido declarada como una ciudad en desastre sanitario, luego el Gobernador declaró al Beni como departamento en desastre sanitario, lo que se espera facilite el arribo de ayuda, especialmente, para la gente enferma del pueblo.

Un ejemplo de solidaridad es el apoyo de médicos y enfermeras, voluntarios, que fueron desde La Paz a Trinidad, a curar a enfermos con el coronavirus.

Una esperanza, en medio de los estragos de la pandemia en Trinidad, es el testimonio de Marcial Fabricano, uno de los principales dirigentes de la primera marcha indígena (Trinidad-La Paz, 1990), “Por el territorio y la dignidad”, que recibió tratamiento médico en Trinidad contra el coronavirus, tratamiento con buenos resultados, por lo que Fabricado, junto con su hijo, retornaron a su casa, luego de que ambos se recuperaron.

En una entrevista con la periodista cruceña, Mercedes Fernández, de radio Santa Cruz, Marcial agradeció a médicos y enfermeras, por el tratamiento que recibió de ellos, el que ayudó a su recuperación. En esa oportunidad, según Fernández, Fabricano planteó la unidad de los bolivianos en este tiempo del coronavirus

Una pregunta insoslayable es por qué los gobernantes, al parecer, no hacen mucho más para auxiliar a los trinitarios y a los benianos para que allí la campaña anticoronavirus sea menos dolorosa, en el cauce que se espera sea para vencer al mal que espanta.

En Potosí protestan los pobladores, con “cacerolazos” y “petardazos” porque no llegan los reactivos para los análisis clínicos en laboratorios que no funcionan porque faltan esos reactivos, prometidos por los gobernantes en varias ocasiones.

En Santa Cruz, donde se dice estaba y está el mejor servicio de salud de Bolivia, ya no hay espacio en los hospitales de referencia para tratar a los infectados con el virus imparable en el país.

En la capital cruceña y en varias de las capitales de provincias y secciones municipales aumentan los infectados, mucho más que en otros lugares del país.

Allí, asimismo, de hecho se normalizan las actividades, hasta donde es posible la nueva normalidad en la que se aprende a convivir con el coronavirus. Autoridades y cruceños que acatan la cuarentena dicen que es muy difícil y hasta imposible impedir que la gente, que trabaja por cuenta propia, acepte la prolongación de la cuarentena rígida en la capital cruceña.

Cochabamba, estuvo con sus calles llenas de basura porque ciudadanos, cuando menos con la simpatía de masistas, con un bloqueo, impidieron que durante 10 días, carros basureros lleguen al botadero de Kara Kara.

En Cochabamba funciona un gobierno departamental masista que coordina apenas las acciones dentro de la campaña para vencer al coronavirus.

El Ministro de Trabajo, delegado del gobierno en aquella ciudad en la campaña anticoronavirus, se negó a participar del diálogo con los movilizados en Kara Kara porque, según él, parte de la demanda de esos ciudadanos era política. Ese ministro del gobierno de Añez se negó a ejercer la política, ante aquel conflicto, político que no quiso comportarse como lo que es. No se debe olvidar ese dato en la hoja de servicios del actual Ministro de Trabajo.

A las acciones y omisiones, dentro de la campaña para vencer al coronavirus, se agrega la compra, con sobreprecio según datos conocidos, de respiradores no convencionales, es decir, los que no se necesitan para asistir a los enfermos graves, con coronavirus.

Ha empezado la investigación sobre la compra, al parecer dolosa, de aquellos respiradores mecánicos, cuyo sospechoso de mayor rango gubernamental es el hasta hace días ministro de Salud, Marcelo Navajas, sustituido por una ministra interina.

Además de Navajas, otros cuatro, entonces funcionarios públicos, son investigados porque se los sindica como a los principales sospechosos de la operación que se la considera delictiva, por el daño ocasionado al servicio público de salud del país.

La Presidenta interina ha dicho que no consentirá ningún acto ilegal entre los gobernantes y repitió que se aplicará la ley caiga quien caiga dentro de la investigación, el proceso y el posible castigo por la compra de respiradores no convencionales y comprados con sobreprecio, acto ilegal según la información con la que se cuenta.

La Presidenta interina no ha dicho nada más importante sobre un plan de reactivación económica con el que se refaccionarían hospitales, se empedrarían calles y se arreglarían jardines; obras destinadas a salvar la economía del país.

Las medidas económicas consideradas urgentes, deben ser asumidas por un gobierno elegido en las urnas y no por un régimen transitorio, ha dicho el líder de la Comunidad Ciudadana (CC) y candidato a la Presidencia, Carlos D. Mesa Gisbert.

Sin embargo, posibles destinatarios inmediatos de esas medidas, económicas, como los pequeños y medianos empresarios no reciben los préstamos prometidos para que aquellos empresarios paguen salarios. Otros grupos empresariales, como los que forman la cadena del turismo, paralizado, se quejan porque los gobernantes ni siquiera aceptan reunirse con ellos, declararon los afectados a medios de difusión.

Trabajadores fabriles han sido echados de sus puestos de trabajo y los gobernantes nada efectivo hacen para contener la pérdida de esas fuentes de trabajo.

Se han denunciado contratos sobre pólizas de seguro firmados por YPFB, con una empresa que no reunía los requisitos legales. La firma de ese contrato ha determinado el cambio del que fue Presidente de la empresa estatal de los hidrocarburos bolivianos. Está en curso una investigación sobre este caso. El inventario de acciones y de omisiones de los gobernantes y especialmente de la Presidenta interina bastan para decir, desde este espacio, que si Jeanine Añez Chávez es autocrítica debe renunciar a su candidatura con la que busca seguir en el Palacio Quemado y en la Casa Grande del Pueblo.

La Presidenta interina protagoniza un ensayo general en el que no vence ni convence.

Y si ahora la pregunta fuera: quiere que Jeanine Añez Chávez siga de Presidenta, elegida en las próximas elecciones, una respuesta sería: Nunca más.

A lo dicho sirve como refuerzo una respuesta ineludible a un vocero de Juntos, desmesurado en sus elogios hacia la Presidenta interina, el que ha propagado que Añez es la generala de la campaña anticoronavirus, a la que se debe apoyar y no criticar.

La única generala del Ejército, argentino primero y boliviano después de varios años, es Juana Azurduy, cuyos galones los ganó en la guerrilla que liberó, con sus huestes, parte importante del territorio que ahora es boliviano, incluso antes de que Bolívar llegue a este suelo con sus guerreros de distintos lugares.

Sobre la supuesta generala, Jeanine Añez Chávez, es imprescindible decir que hay cosas que hace una generala que la convierten en soldado.

Sin embargo, Jeanine Añez Chávez es presidenta constitucional interina de Bolivia, pero no es generala de la campaña anticoronavirus. Y “reelegida” Presidenta, Añez reproduciría el poder para los demócratas, aliados de tercera, pero aliados, de los yanquis. Y con ese poder trataría de remozar el capitalismo dependiente y atrasado, en Bolivia.

En materia económica, y para salir de la crisis postcoronavirus, una señal de lo que ocurriría es el decreto supremo, firmado por Añez y sus ministros, para acelerar la siembra, en Bolivia, de soya, caña de azúcar, maíz y algodón transgénicos, con lo que se fortalecería el capitalismo en la agroindustria, y la agropecuaria, especialmente.

El extractivismo del oro en el oriente boliviano, ahora el más próspero del país, sería una de las actividades estrella de un gobierno de Añez, en un segundo tiempo.

Con un gobierno de esas miras y que defienda esos intereses, en la sociedad no habría ni siquiera apertura hacia nuevas relaciones sociales o algo que nos aproxime a una nueva formación social boliviana.

El régimen de explotación y de opresión en Bolivia sería modernizado o postmodernizado.

Con Jeanine Añez en el gobierno, el poder político y económico sería ejercido por los empresarios, cruceños y benianos, en posesión de las principales palancas de la economía boliviana.

*Periodista

Síguenos a través de:

facebook icontexto inside icon  twitter-logo-enelpc

Publicación Aquí 334

Visitas

25875667
Hoy
Ayer
Esta semana
Este mes
Total
1971
16829
62971
122340
25875667