Fundación de la “Asamblea Popular”
Martes 29 abril 2025
Fuente: Masas N° 2832*
“El 1 de mayo de 1971 se constituye en sesión pública realizada en el local del Palacio Legislativo de La Paz. Asisten los miembros del Comando Político de la COB y del Pueblo, que se transformó en Asamblea Popular conforme al proyecto de declaración presentado por los delegados del Partido Obrero Revolucionario y del PCB, al que se sumó Lechín, que dice: “El Comando Político se ha transformado en la Asamblea Popular, no como una variante del parlamentarismo burgués caduco, sino como órgano de poder de la clase obrera y de las masas bolivianas, dando así expresión organizativa y política a las tendencias revolucionarias más profundas y poderosas que se agitan y desarrollan en el seno del pueblo...
La Asamblea Popular es un frente antiimperialista, revolucionario dirigido por la clase obrera, que mantiene en sus manos el 60% de las delegaciones. Esta organización, por sus objetivos y su estructura está llamada a garantizar el triunfo de la revolución boliviana y su entroncamiento en el socialismo y la materialización de la liberación nacional, expulsando del territorio nacional al imperialismo y sus agentes.
Todos los patriotas tienen el alto deber de fortalecer a la Asamblea Popular y a vigilar su conducta y su funcionamiento. En su seno imperará la más amplia democracia interna y nadie será perseguido por sus ideas discrepantes, a condición de que la lucha fraccional se realice dentro de los límites de la Tesis Política de la COB, reconocida como documento programático. La Asamblea Popular luchará tenazmente contra el peligro de la burocratización de los cuadros de dirección y traducirá la voluntad y pensamiento de las organizaciones de base, pues está cimentada en las asambleas regionales y en los comités que funcionarán en los lugares mismos de trabajo...” (Diccionario Político, Histórico. G. Lora).
Composición de la Asamblea Popular
“Aprobados los documentos básicos en el Comando Político y realizados algunos trabajos preparatorios, se constató que las masas apenas si se movían y demostraban una tremenda negligencia en la designación de sus delegados. Nos parece que se apoderó de ellas una descomunal confianza en su poderío, en que todo saldría bien, se intervenga o no en los trabajos diarios. Puede ser también que la clase estaba interesa en concentrar sus fuerzas para lanzarse a una nueva arremetida. La alta dirección de la Asamblea Popular, particularmente el equipo timoneado por Juan Lechín, llegaron al extremo de mostrar escepticismo acerca de las posibilidades de éxito de la Asamblea Popular en la marcha del Primero de Mayo, al extremo de que el líder cobista opinó en sentido de postergar el acto de posesión. La situación era vidriosa porque el gobierno de Torres había lanzado virtualmente un desafío al anunciar que no tenía razón alguna para entregar el local del Palacio Legislativo a una organización que estaba funcionando al margen del ordenamiento jurídico vigente.
El Comando Político replicó que no había razón alguna para esperar la venia de nadie ni la dictación de una ley expresa para existir y en la fecha anunciada no haría más que instalarse en el local del Palacio Legislativo. La Manifestación callejera del Primero de mayo de 1971 fue indiscutiblemente imponente por su número, pero sumamente apática y se percibía en su seno que el oficialismo había ejecutado pacientemente muchas de sus maniobras para dar la impresión falsa de que contaba con el apoyo mayoritario de los trabajadores. En algunos pequeños grupos obreros aparecieron fotografías del presidente general Torres. Nadie ignoraba que el general Juan José Torres pugnaba por aparecer como político popular en el seno de las masas bolivianas radicalizadas; fue esto lo que le empujó a colocarse forzadamente a la cabeza de los manifestantes y a soportar el desprecio de éstos que lo dejaron totalmente solo, al extremo de que no tuvo más remedio que marchar hacia el Palacio de Gobierno. Cuando una parte de los obreros y estudiantes marchó con dirección a la histórica Plaza Murillo, encontró las puertas del tan discutido Palacio Legislativo abiertas de par en par. De manera casi natural, sin necesidad de vencer ningún obstáculo, la multitud que ingreso al Legislativo presenció y escuchó discursos encendidos y una sesión en la que se deliberó libremente y remarcó su optimismo con referencia al futuro de la revolución boliviana. La prensa del país y del continente registró el acontecimiento. Así tuvo lugar la instalación oficial de las labores de la Asamblea Popular, que apenas duró algunas horas (Bolivia: de la Asamblea Popular al golpe Fascista. G. Lora).
*Masas, Órgano central del Partido Obrero Revolucionario. https://masas.nu/masas/masas%20pdf/masas%202832.pdf