Claudia Angélica Villca Ugarte
(AquíCom/30-06-014) El pasado viernes, un grupo de activistas de genero, del movimiento denominado Mujeres Creando organizó un acto de protesta singular y lo desarrolló en las puertas de la catedral Metropolitana, ubicada en la Plaza Murillo, de la ciudad de La Paz, centro político de Bolivia.
Lo hicieron a media mañana cuando muchas personas circulaban por el lugar o simplemente descansaban y charlaban en las bancas de la plaza, al frente de la catedral. La protesta escenificó a una pareja de mujeres lesbianas, llamativamente vestidas, paradas sobre una mesa y expresando sus sentimientos, se besaron y abrazaron. Algunas personas del lugar silbaron y abuchearon ante lo que la policía acudió para retirar a las protestantes.
La pareja se rehusó a retirarse y una de ellas se tiró al suelo para evitar que la muevan del lugar, la policía tuvo que emplear la fuerza y agentes químicos para retirarlas.
Así, a jalones, empujones y rastras las retiraron del sitio hasta unos 15 metros, gritaban el estribillo: “Tu ley antidiscriminación es pura decoración”. Durante el hecho, muchas personas que abuchearon o silbaron, protestaban en contra de ellas, gritaron frases como: “Cómo van a hacer eso. Que vayan a su casa. No pueden hacer esas cosas en frente de la gente. Están locas”.
De igual forma la policía argumentó que son actos de desorden público, razón por la que las reprimieron.
La Ley Contra la Discriminación o contra el racismo, supuestamente, “protege” a las personas de diversas orientaciones sexuales y les garantiza el derecho a ser respetadas tal cual son.
Sin embargo, esto no se advirtió cuando se realizó esa protesta, ni de parte de los ciudadanos, ni de la policía, inclusive un diputado por el partido de gobierno, criticó el actuar de las activistas, señalando que sus acciones “no deben hacerse en público, porque dan mal ejemplo a los menores de edad y adolecentes”.
La sociedad aún mantiene esa homofobia ante las diversidades sexuales que tienen que esconderse para no ser rechazadas. Como refirieron las protestantes, ni la propia ley hace respetar sus derechos.
Según las autoridades del viceministerio de Descolonización, esta ley no es sancionatoria, sólo conciliatoria, obliga a las víctimas a tratar con quienes las agredieron no sólo verbal y psicológicamente, sino también físicamente.
Si es que no podemos ver que una pareja de personas del mismo sexo pueda actuar como las parejas heterosexuales en cualquier espacio público ¿Cuándo podrán estas personas ser respetadas y aceptadas?
Es necesario que abramos nuestras mentes y permitamos que ellos ejerzan sus derechos que son los mismos que nosotros tenemos (AquíCom/30-06-014).