Perspectivas del desarrollo de la situación política
Se hacen cada vez más notorias las tendencias fascistas dentro del régimen masista
En la última etapa, antes de las elecciones, ha sido incuestionable la acentuación del viraje derechista del gobierno del MAS. García Linera y su pequeño entorno “pensante” han pretendido justificar esta derechización con la teoría de que el MAS es un fenómeno político tan grande, nunca visto en la historia social boliviana, que engloba a todo el Estado Plurinacional y nadie puede estar fuera de él y, consecuentemente, se justifica el tránsito del empresariado privado de sustento social y financiero de la derecha oligárquica a convertirse en la base social del gobierno masista.
También ha sido marcada su tendencia a potenciar todas las formas de propiedad privada en el país a costa de la destrucción de las sobrevivencias de las formas de propiedad comunitaria y social. En las contradicciones que se han dado entre las naciones asentadas en la primitiva comunidad en el Oriente y Occidente, el gobierno reiteradamente se ha orientado a favorecer a los pequeños propietarios privados como los interculturales y los campesinos parcelarios que frecuentemente avasallan a los primeros. También ha hecho todos los esfuerzos por garantizar la explotación de recursos mineros y forestales frente a la tendencia de avasallamientos de los originarios, al punto que ha dictado leyes garantizando la iniciativa privada en esos sectores de la economía.
Por otra parte, ha promulgado leyes orientadas a favorecer la inversión extranjera en diferentes rubros de la economía, particularmente en la explotación de hidrocarburos y de la minería. Se ha mostrardo ante el mundo como un Estado que garantiza la seguridad jurídica para todos aquellos que quieran invertir en este país.
Finalmente ha creado todas las condiciones para que las transnacionales imperialistas, la empresa privada y la banca puedan tener ganancias fabulosas, libres de los sobresaltos de los conflictos sociales; deliberadamente ha mantenido todos los métodos de sobreexplotación de los trabajadores y las pequeñas leyes protectoras promulgadas demagógicamente han resultado inofensivas e incapaces de frenar la voracidad de los empresarios privados miserables y angurrientos de ganancia a costa de la destrucción física de la fuerza de trabajo.
Están creadas pues las bases materiales para que el futuro gobierno pueda desarrollar una política abiertamente reaccionaria y anti obrera. Se percibe con claridad que en su seno se anidan fuertes tendencias no sólo autoritarias sino francamente fascistas. Fuertemente asentado en sectores sociales favorecidos como los empresarios privados, sectores campesinos como los cocaleros y los interculturales, los cooperativistas mineros, los transportistas, etc. puede terminar enfrentándolos a los otros sectores que salgan a las calles para reivindicar sus derechos y mejores condiciones de vida y de trabajo; esta tendencia ya se ha vivido cuando, por ejemplo ha enfrentado a interculturales con los indígenas movilizados del TIPNIS, a los cooperativistas mineros con los asalariados o a las comunidades indígenas con los empresarios privados mineros y cooperativistas.
No olvidar que el fascismo no sólo hace uso de la violencia estatal para aplastar todo brote de resistencia de las masas y a las organizaciones políticas revolucionarias, también tiene sustento social para ser un gobierno consolidado y fuerte. Por otra parte, tampoco está ausente el uso excesivo de elementos simbólicos que tienen la finalidad de uniformar la conciencia de los oprimidos, no puede haber un gobierno fascista si no se imponen por la fuerza determinados símbolos y el excesivo culto a la personalidad al punto de elevar a los caudillos hasta la divinidad.
Entiéndase bien, estamos hablando de tendencias que aún no se han convertido en realidad. Deberán darse las condiciones objetivas para que estas tendencias fascistas se conviertan en realidad y una de ellas es la derrota física del proletariado y de las otras clases que hasta ahora han mantenido tercamente la política revolucionaria aún en ausencia de la clase revolucionaria.
Masas 2376, Órgano central del Partido Obrero Revolucionario. 2014/10/14 http://www.masas.nu/