cabecera aqui blog

Tercer tiempo

AddThis Social Bookmark Button

Lorenzo Carri

Los partidos de fútbol, hasta los mediocres, siempre dejan tela para cortar. Siempre queda algo en el tintero. Bolivia-Argentina fue un cotejo soso que millones de personas siguieron con el alma en la boca porque les interesaba el resultado, la posible o casi imposible clasificación al Mundial. La tabla, por encima de todo.

La Verde tuvo el ímpetu pasajero y las dudas. Lo que sucede con los equipos de clubes, en el torneo local y en los compromisos internacionales. Saben lo que quieren, claro, pero se enredan y tropiezan. No es culpa de Azkargorta ni de los jugadores que elige, porque hay que revisar el medio en que hace esa elección.

Quiero citar a dos jugadores que fueron noticia. Martins, un delantero al que sigo considerando valioso (más allá de los problemas que atravesó o atraviesa): se le pide gol, y el martes logró uno, con inteligente cabezazo. Pero además es importante por su despliegue físico, por su afán de buscar el sitio vacío, por las marcas que arrastra.

Otro para nombrar es Sergio Galarza. Después del partido en Barranquilla se rumoreó su posible reemplazo, supuestamente porque le habían marcado cuatro goles en una etapa. Azkargorta tuvo el temple para mantenerlo. Y el martes acaparó las ovaciones (y las maldiciones de los adversarios, por supuesto). Y tuvo cosas fenomenales, cosas de familia si ustedes me permiten.

Argentina fue otra cosa. El esquema Sabella (que, mal o bien, será copiado por otros), casi todos estuvieron contentos con sus papeles. Hasta Di María, que sumó elogios porque trató de hacer los piques y desbordes que intenta en el Madrid, aunque casi siempre se encontró solo, y entonces optó por la búsqueda del arco o el centrito.

Claro está que Palacio y Messi no se sentían cómodos. El primero, menos famoso, capaz de jugadas y goles increíbles en Italia, se atoró en una de las más claras ocasiones. Y el diez, al que el messianismo (perdón por el término forzado) no le admite, no le perdona una tarde como la de Miraflores, anduvo con el ceño fruncido. Y eso, en él, es una mala señal.

Lorenzo Carri es periodista y estadístico.

fuente:http://www.la-razon.com/marcas/contare-futuras-generaciones-dice-Galarza_0_1804619531.html

Síguenos a través de:

facebook icontexto inside icon  twitter-logo-enelpc

Publicación Aquí 334

Visitas

23988604
Hoy
Ayer
Esta semana
Este mes
Total
1567
6255
64675
253739
23988604