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Giovana respondo a tus preguntas del Río Branco

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Wilson García Mérida

1. ¿Usted decidió pedir refugio al gobierno brasileño? ¿Y dónde esta ahora?

R. No pedí refugio al Gobierno del Brasil ni lo haré. Como declaré en una nota publicada el pasado 17 de mayo en el periódico Página Siete, no voy a entramparme en una crisis diplomática ni generar un conflicto bilateral entre los gobiernos de Bolivia y Brasil. El 13 de mayo me comuniqué desde Brasileia (ciudad fronteriza con Cobija) con monseñor Oscar Aparicio, arzobispo de Cochabamba (que es la diócesis a la cual pertenezco), pidiéndole, interceda ante el Arzobispado del Estado do Acre, en la ciudad capital Río Branco, para que la Iglesia Católica me brinde amparo mientras se tramite mi pronto retorno a Cochabamba, Bolivia, donde dejé a mis dos hijos en edad escolar, huérfanos de madre, que me esperan allá. En mi carta a monseñor Aparicio invoqué el espíritu de la misericordia que proclamó el papa Francisco como línea pastoral de este año.

2. Quintana le inició un proceso judicial por el presunto delito de sedición, ¿correcto? ¿Cuáles son los argumentos para la acusación?

R. Precisamente una de las causas de haberme puesto a buen recaudo en Brasil, para proteger mi seguridad física y mi libertad, es que la acusación por sedición (un delito grave contra la Seguridad del Estado que en el Código Penal boliviano implica cárcel inminente incluso en la etapa inicial de medidas cautelares dentro un proceso judicial por tal delito), es que la fiscal Patricia Zenteno, en Cochabamba, se negó a permitir el acceso a mi abogado al expediente del caso. No sabemos hasta hoy en base a qué pruebas, evidencias o indicios se me acusa de "sedición". Si el origen de tal acusación fueran mis publicaciones en Sol de Pando sobre las relaciones de Quintana con la corrupción y la delincuencia organizada (en hechos concretos que investigué y ofrecí pruebas al gobierno de Evo Morales desde hace cuatro años), lo que correspondería es un proceso en el Tribunal de Imprenta. Pero al no saber exactamente en base a qué se me pretende encarcelar por "sedición", estoy a ciegas en mi defensa y por ello preferí  ponerme a buen recaudo en el Brasil hasta que ese punto concreto no se me aclare oficialmente. 

3.  He leído en El Deber que usted fue compañero de colegio de Juan Ramón Quintana y a ambos los ligaba una amistad de años, ¿correcto? ¿Cómo y por qué pasaron de amigos a enemigos?

R. Juan Ramón estuvo tres cursos más antes que yo, ambos salimos bachilleres del Colegio La Salle. Luego cultivamos una amistad intelectual muy prolífica entre los años 80 y 90 compartiendo las mismas inquietudes por la revolución en Bolivia, en especial de la Amazonia boliviana. El año 2009 me convocó para apoyarlo con una estrategia de comunicación para su gestión en Pando, departamento al que considerábamos en ese momento un “laboratorio” de la revolución en Bolivia. Fui contratado como Consultor del Ministerio de la Presidencia y en ese marco, en vez de un “boletín de prensa” como me pidió, diseñé el periódico Sol de Pando como un medio para difundir la información que se generaba durante mi labor como consultor. Mi proyecto tuvo tanto éxito que el Ministro comenzó a intentar tomar control de Sol de Pando imponiéndome qué noticias debía publicar y cuáles no. Ese fue un punto de fricción que derivó en nuestra ruptura, particularmente, en temas como la reivindicación territorial de la etnia Pacahuara (Quintana favoreció a una empresa maderera facilitando el saneamiento de 250.000 hectáreas de territorio indígena convertido en un gigante aserradero, lo cual selló la extinción de los pacahuara), o en el tema del narcotráfico (descubrí que Quintana tenía tratos con el narco-sicario Mauro Vásquez que controlaba hasta el año 2012 el tráfico de cocaína de Perú a Brasil atravesando el territorio de Pando). La Consultoría duró seis meses y cuando se cumplió el contrato opté por desvincularme del Ministro de la Presidencia que se había convertido en una especie de patrón y censor de mi trabajo como periodista de investigación. Luego de eso se desató una ola de represalias contra mi persona y mis seres queridos. Fue una ruptura de conceptos. Debido a su formación militar y su especialidad adquirida en la Escuela de la Américas, Juan Ramón Quintana es experto en tareas de infiltración y en manejo de la información-propaganda como un arma decisiva en la guerra de posiciones que desarrolla dentro su estrategia personal de poder. En cambio yo, en tanto periodista, concibo la información como un instrumento de fortalecimiento comunitario y de potenciamiento de  la sociedad civil desde una perspectiva  ética y estética, no política ni militar.    

4. ¿Qué pretende hacer usted a partir de ahora?

R.- Una vez que llegué a Río Branco (capital del Estado do Acre), el pasado jueves, conducido desde Xapurí por el párroco de ese municipio acreano, padre Francisco das Chagas, fui atendido por la Secretaría de Estado de Justicia y Derechos Humanos, que calificó mi caso como un asunto humanitario y no político, por tanto recibí el trato de huésped y no de refugiado, habiendo sido instalado el pasado viernes en el céntrico hotel Loreiro, hasta hoy martes en que debo ser trasladado a la Catedral de esta ciudad, donde seré hospedado en la residencia del Vicario, encargado de esa iglesia principal en Río Branco. El secretario Nilson Mourao Leite se encargó personalmente de efectuar las consultas, verificaciones y gestiones pertinentes para entregarme a jurisdicción eclesiástica que es desde donde exigiré mi pronto retorno a Bolivia una vez que el Ministro de la Presisencia, Juan Ramón Quintana, me explique y explique al país en base a qué hechos estoy siendo procesado por ”sedición”. Si no es capaz de dar esa explicación, Quintana debería renunciar a un cargo en que acumuló tanto poder político causando mucho daño al país. Yo necesito volver pronto a Cochabamba (desde donde partí a Cobija el 5 de mayo para cumplir un compromiso laboral con la Gobernación de Pando, debiendo retornar a mi hogar el 12 de mayo una vez que cobré mis honorarios para cubrir las necesidades de mis hijos), ya que tengo dos niños en edad escolar (una nena y un nene) que son huérfanos de madre. Mi anciano padre, de cuya deteriorada salud me encargaba yo en Cochabamba acompañándole a sus consultas médicas diarias, se halla en un estado casi terminal (el día en que entregaron a mi anciana madre la “notificación” del juicio que me inició Quintana, el 10 de mayo,  mi padre se cayó de la cama fracturándose la cadera y soy más que imprescindible para él hoy más que nunca). No puedo estar lejos de mis seres queridos demasiado tempo.

El 23 de mayo de 2016, 15:29, Giovana R Sanchez <Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. > escribió:

Estimado Señor García,

Soy reportera del Centro Knight de Periodismo en las Américas [https://knightcenter.utexas.edu/es/] y me gustaría saber si podría hacer algunas preguntas acerca de su situación para un artículo:

1. ¿Usted decidió pedir refugio al gobierno brasileño? ¿Y dónde está ahora?

2. Quintana le inició un proceso judicial por el presunto delito de sedición, ¿correcto? ¿Cuáles son los argumentos para la acusación?

3.  He leído en El Deber que usted fue compañero de colegio de Juan Ramón Quintana y a ambos los ligaba una amistad de años, ¿correcto? ¿Cómo y por qué pasaron de amigos a enemigos?
4. ¿Qué pretende hacer usted a partir de ahora?

Muchísimas gracias,

Saludos,

Giovana Sánchez

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