De sábado a sábado 524
El Progreso cuenta la campaña que consigue suspensión del proyecto Rositas
Remberto Cárdenas Morales*
1.
El Progreso avanza
y encauza destinos,
esa es la palabra
de vallegrandinos.
El Progreso del Gran Valle, palabra de vallegrandinos (y de los valles cruceños) para vallegrandinos, cruceños y bolivianos, que se imprime en Santa Cruz, ha llegado a sus 100 ediciones en papel y tinta, incluidas las cinco entregas virtuales durante la campaña para vencer al coronavirus.
El número 100 de esta publicación periódica es un acontecimiento que celebro y creo que debemos celebrar.
En Bolivia, según un recuento de Gunnar Mendoza, otrora director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Sucre, hubo periódicos que no pasaron del número uno. Otros papelistas refieren que, también en nuestro país, editores de una revista empezaron a contar sus publicaciones desde el número 10 hacia el 1.
El impreso al que se refiere esta nota es el segundo, su antecesor llegó a los lectores el 30 de marzo de 2012.
Reflejos fue el primer periódico impreso en Vallegrande y con redactores del Gran Valle, para decirlo con la segunda parte del nombre del periódico que motiva este texto.
El director de Reflejos, durante casi todo el tiempo de su circulación, fue el abogado Remberto Prado Montaño, quien después fue presidente de la Corte Suprema de Justicia.
En Santa Cruz, un grupo de estudiantes universitarios oriundos de Vallegrande publicó tres números de un tabloide llamado La Prensa. En uno de esos números se publicó un artículo de Hernando Sanabria Fernández con el título: “Navidad puebleña”.
Sanabria Fernández fue vicerrector de la Universidad Autónoma “Gabriel René Moreno” y uno de los historiadores más destacados del oriente boliviano y de Bolivia.
El periodista Gerardo Morón Arce (el Choco Morón), mientras vivió en La Paz, publicó un medio tabloide quincenal, La Lupa, impreso que para la fundación de Vallegrande (30 de marzo de 1612) difundía materiales sobre nuestra natal Vallegrande.
Fernando Prado Salmón, en Santa Cruz, mantuvo una revista a la que bautizó con el nombre de Reflejos, en homenaje al impreso que dirigió su tío (R. Prado M.), según dijo él en una de las páginas de esa revista.
El Progreso… como periódico, cuenta el quehacer de los hijos de Vallegrande y de los otros valles cruceños, y de los llegados al terruño; además propaga escritos periodísticos sobre Bolivia y excepcionalmente acerca de países vecinos y del mundo.
2.
Se archivó el Rositas,
se salvó el Guapay
El Progreso dice:
mi cota: elay.
En la última gestión del gobierno de Evo Morales se avanzó en el proyecto Rositas para instalar una represa en el río Grande o Guapay (como se le denominaba antes más que ahora), para la generación de energía eléctrica destinada preferentemente a la exportación.
Entonces surgió un movimiento cívico-regional en Vallegrande y en las localidades próximas a Rositas, porque según los alcances del proyecto y de acuerdo con criterios de profesionales y de lugareños la proyectada represa, y como ha sucedido en países vecinos, hubiera provocado la degradación de las aguas (del río Grande o Guapay), inundaciones, pérdida de cultivos, enfermedades y muerte de peces.
Voceros del Comité Cívico de Vallegrande, respecto del proyecto Rositas, dijeron que querían la represa, pero no como fue proyectada.
Los dirigentes cívicos regionales encabezaron un movimiento que consiguió que el Presidente de entonces disponga el abandono del proyecto, y cuando informó de su decisión agregó que la responsabilidad era (y es) de los que se opusieron a esa obra.
El Progreso del Gran Valle informó, comunicó, opinó e interpretó o analizó, en varias de sus ediciones, sobre el proyecto Rositas.
El periódico que hace unos días entregó su centésima edición, con su labor periodística, fue parte de la campaña que consiguió que se archive el proyecto Rositas.
Esa labor de El Progreso me convence de que este impreso se desempeña como vigía de los intereses legítimos de los vallegrandinos y de los pobladores que probablemente hubieran sido afectados por la represa Rositas que no fue.
3.
El Progreso del valle
va en el corazón,
no se neutraliza,
pues tiene opinión.
En las páginas del impreso valluno se “cuentan cosas”, como define Gabriel García Márquez a la principal faena de un periódico. Esa actividad es abordada con rigor profesional, que es otro rasgo destacado de El Progreso…
La línea editorial de este impreso muestra que las opiniones son responsables, como se recomienda que sean en el oficio periodístico bien ejercido.
En todas o en casi todas las ediciones de El Progreso se han publicado artículos de colaboradores, los que siempre son compartidos por el Director. Por tanto, añado que en sus páginas se materializa la libertad de pensamiento y la libertad de la palabra.
Especialmente en las entrevistas que realizaron y que retransmitieron los redactores de El Progreso se leen elementos constitutivos de la comunicación, la palabra de la gente dicha por ese medio impreso sin los “arreglos” que con frecuencia incomunican desde otras publicaciones. En las páginas del impreso, sobre el que intento aportar para una semblanza, se encuentran al menos fragmentos del análisis periodístico, es decir, allí se contextualiza, explica, organiza y proyecta una información y/o un comentario.
4.
Nata, el director,
ha plantado un hito,
con minka o “faina”
no estará solito.
Nataniel Álvarez, periodista, trabajó en radio 21 de Diciembre de Catavi (cerrada), en radio Nacional de Huanuni, en el diario Presencia (cerrado) y en radio Santa Cruz.
En la sede de gobierno fue secretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de La Prensa de La Paz (ahora Federación).
El desempeño periodístico de Nataniel confirma ahora su papel eficiente en El Progreso del Gran Valle, del que es fundador, director, redactor, financiador, administrador y distribuidor.
Se sabe que Nataniel iba a Vallegrande con El Progreso. En esas ocasiones besaba, abrazaba y conversaba con su mamá… Lindo aquel destino después del trabajo desplegado en cada una de las ediciones de El Progreso del Gran Valle.
5.
Comer chicharrón
y mote con queso,
con chicha: ¡Salud!
¡Que viva
El Progreso!
De veras vidita
¡Que viva El Progreso!
La Paz, 5 de septiembre de 2020.
*Periodista