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Mentiras del Vicepresidente en Las tensiones creativas de la revolución

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Remberto Cárdenas Morales* - De sábado a sábado

"A un año de la primera gestión de Gobierno del Estado Plurinacional, partimos de una constatación primordial: hoy, el pueblo boliviano ha consolidado su unidad histórica en torno a un único proyecto de Estado, economía y sociedad, afirma Álvaro García Linera, vicepresidente boliviano, en el primer párrafo de su último trabajo "teórico" y político: Las tensiones creativas de la revolución/La quinta fase del Proceso de Cambio, editado por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional..., La Paz, julio de 2011, de distribución gratuita.

 

Contraponemos a esa "constatación primordial" algunos de los hechos recientes porque, creemos, aquéllos refutan al Vicepresidente al que lo muestran como quien miente o que construye supuestas "verdades" las que probablemente ni él acepta. Desmienten al segundo mandatario hechos del último año, de los que entregamos un resumen:

—La mayoría de los trabajadores que participaron de la marcha del 1 de mayo de 2010, en pancartas y estribillos manifestaron distancia y rechazo al gobierno de Evo Morales. Éste sólo un año antes había participado de una marcha similar en el día de la solidaridad y de la unidad de las clases trabajadoras. Desde organizaciones de izquierda se dijo que aquel comportamiento de los trabajadores mostraba el inicio de una ruptura de aquéllos con el gobierno.

—La mayoría de los caranaveños, apoyaron y bloquearon el camino La Paz-Caranavi (mayo de 2010) para que en aquella capital de la provincia paceña se instale una planta procesadora de cítricos en vez de que se lo haga en Alto Beni. Entonces policías desarticularon aquel bloqueo y luego, según testigos, policías mataron a dos estudiantes, hicieron a 40 personas y apresaron a más de 20 (a estos últimos se les sigue un juicio criminal). Esos hechos luctuosos, además de que enfrentaron a gobernantes con pobladores que votaron en más de un 80 por ciento por el actual Presidente, dividieron a caranaveños de altobenianos.

—La lucha, básicamente, reivindicativa de los potosinos, sostuvo un paro departamental de 19 días, generó conquistas que siguen en proceso y sin materializarse. Una de las consecuencias de aquellas jornadas: la mayoría de aquellos compatriotas (el 90 por ciento, según una encuesta) retiró su apoyo al Presidente, al que antes respaldaron mayoritariamente en todas las consultas electorales. El Ministro de la Presidencia de entonces, cuando se le preguntó cuánto había perdido el gobierno en esa confrontación con los potosinos, respondió que "perdió unas moneditas". Agregamos que en esa ocasión, en aquel jirón de la patria que tanto dio a Bolivia, también se dividió el pueblo.

—Casi simultáneamente a la huelga potosina, pueblos indígenas de tierras bajas marcharon desde Trinidad hacia La Paz. Aunque esa caminata no llegó ni a Santa Cruz, las demandas de aquellos pueblos referidas a la autonomía indígena y al territorio, según los interesados, sus legítimas y legales demandas fueron desatendidas por los gobernantes. Entre otras consecuencias: se dividieron aquellos pueblos y la mayoría de éstos rompieron con el gobierno o a partir de ese momento desconfiaron o desconfiaron más respecto de aquél sobre todo por lo que hizo y hace respecto de las reivindicaciones de los originarios.

Otra deficiencia reiterada en el discurso de aquel funcionario gubernamental, como lo hace en Las tensiones..., es que para él la historia de las luchas sociales y políticas en Bolivia arrancaron el año 2000 y con la guerra del agua en Cochabamba en la que, el ahora funcionario público, participó quizá en la tercera línea.

Aquél agrega: "(...) hoy, cada una de estas históricas divisiones sociales ha sido superada por la consolidación de una estructura estatal plurinacional, autonómica y de un Gobierno Revolucionario que basa su solidez y su estabilidad en la unidad del pueblo boliviano, de sus organizaciones sociales indígenas-campesinas, obreras, vecinales y populares".

La última lectura que hace García Linera cuando menos es reduccionista. La guerra del agua no hubiera ocurrido sin un proceso de acumulación de fuerzas del pueblo cochabambino (y boliviano) el que abarcó dos décadas, desde que se resistió al D.S. 21060.

Más aún, el gobierno del que él es parte se mantiene a pesar de la desunión del pueblo, que no se detiene, la que con frecuencia se la estimula desde el gobierno o son militantes del MAS los que dividen a organizaciones sociales. Y cuando no lo consiguen, siembran la discordia que germina rupturas posteriores.

Sigue el Vicepresidente: "En conjunto, fracturas y demandas que habían enfrentado a los bolivianos durante siglos, y que habían subordinado al país a poderes externos durante décadas, han sido resueltas mediante métodos democráticos y revolucionarios, tejiendo la unidad soberana de la sociedad y la solidez del Estado".

En el párrafo precedente, el segundo en el mando de nuestro país, hace una afirmación que podría ser creída por los subinformados o desinformados, así como por quienes lean Las tensiones... sin una información básica sobre la realidad contemporánea de Bolivia.

Continúa el Vice: "Hoy, después de una década de intensas batallas, de suturas de los abismos estructurales que separaban al pueblo boliviano, todos los trabajadores del campo y la ciudad han optado por un único proyecto de Estado, economía y sociedad".

"Todos los trabajadores" apoyan el proyecto de Estado, economía y sociedad de este tiempo. Otra mentira como esa es difícil y/o imposible admitir, sobre todo de parte de alguien al que se le encargó las ideas del actual gobierno o de quien asume esa tarea de presunto ideólogo, aunque para otros es el aventajado docente universitario que sabe de lo que habla. Pero es la práctica la que se encarga al menos de poner en duda lo que dicen, "los llunkus", acerca de los pujos teóricos y de los análisis de la política boliviana del Vicepresidente.

Más del segundo mandatario: "Por eso, de manera categórica, sostenemos que ahora el pueblo está más unido que hace años y décadas atrás en torno a un gran proyecto societal. Pero esa unidad del pueblo y estos logros de nuestra Revolución Democrática y Cultural no implican que las tensiones, las diferencias internas, las contradicciones y las luchas hayan desaparecido".

Lo último, sin embargo, es algo que debemos recoger como cierto, lo que queda ensombrecido luego de las mentiras suyas que hemos copiado para esta nota sabatina.

En la próxima entrega de este espacio comentaremos las contradicciones o tensiones creativas que son lo principal del libro Las tensiones...

Pero a manera de conclusión preliminar de los escrito hasta aquí es necesario recordar que las mentiras nunca sirven de argumento. Además, las mentiras transcritas del libro de García Linera son, para nosotros, una manera de interpretar la realidad con una contextualización fabricada en una biblioteca, con explicaciones falaces, con una organización manipulada, sin proyección sostenida y sin ética. Aquella es una interpretación que muestra lo que no se debe hacer.

La Paz, 9 de julio de 2011.

*Periodista

 

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