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Alianza de clases sociales y de corrientes políticas para tercera reelección de Morales

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El vicepresidente García, hace poco, en una reunión con empresarios y algunos operadores políticos de su confianza, dijo que los primeros (los patrones) debían ocuparse de la economía y que ellos, los gobernantes, deben ejercer la política. Antes, en Santa Cruz, aquel “servidor” público afirmó algo equivalente: que con los “productores” —se autodenominan así los inversionistas privados— tenían un acuerdo para que ellos atiendan la producción y los políticos debían desempeñar las funciones estatales. En otra ocasión, para el periódico Le Monde que se edita en nuestro país, aseguró que los gobernantes fomentaron a los empresarios y que seguirán apoyándolos.

El presidente Morales, más directamente, ha dicho innumerables veces, que él quería socios y no patrones. Esa es una línea de acción que se materializa, como acción de ambos bandos, desde los primeros días del primer mandato suyo e incluso en alianzas entre Juan Evo Morales Ayma y empresarios como Ric vienen desde hace 10 años o más. Se trata del empresario cruceño que para asumir el ministerio de Obras Públicas declaró 50 millones de dólares como patrimonio; asimismo, es el que se desempeñó como embajador de Bolivia en Uruguay.

Ahora, la alianza de los gobernantes con los empresarios, persigue ganar las elecciones, del próximo 12 de octubre, a cualquier precio, y en la primera vuelta y con el objetivo de preservar las dos terceras partes o más de los miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

El programa que registró el MAS en el Tribunal Supremo Electoral, cuando inscribió la candidatura oficialista, creemos, que tiene como objetivo que los empresarios y los sectores sociales entre los que ellos influyen, voten por el Presidente-candidato a la tercera reelección, en contra de la Constitución Política del Estado.

Esa alianza gobernantes-empresarios, que sólo no quieren ver algunos, ha sido defendida por el diputado Garvizu de Santa Cruz, ése parlamentario que primero condenó la muerte de tres pobladores en Yapacaní y, luego, trató de justificar esas muertes, resultado de enfrentamientos entre politicastros (políticos incapaces) y por puestos en el gobierno municipal de esa localidad cruceña en la que la mayoría de los que allí vive son inmigrantes y/o hijos de éstos.

Otra evidencia política de esa alianza gobernantes-empresarios es la suma de candidatos movimientistas, adenistas, eneferistas, ucesitas, miristas, condepistas, sin miedo, izquierdistas o ex izquierdistas y otros que, en verdad, por los intereses que tienen o por los que defienden, proceden de sectores sociales todavía dominantes en el país y/o en regiones de éste.

La alianza de Juan Evo Morales con el actual Gobernador de Pando (mirista conocido en la región) y la alcaldesa en funciones de Cobija (movimientista quizá hasta ahora), son evidencias regionales de ese acuerdo político. Cabe recordar que Flores, gobernador, en una entrevista que publicó el diario paceño Página Siete, defendió su acuerdo, en la capital pandina, con ex seguidores de Leopoldo Fernández Ferreira los que, además, trabajaban en esa repartición estatal departamental.

Varias veces, en este espacio, hemos dicho (y ratificamos lo dicho), que el gobierno actual no es sólo de los movimientos sociales, además es de los empresarios medianos, por sobre todo. Hablamos de cocaleros, colonizadores, cooperativistas-empresarios mineros, propietarios del transporte, empresarios medianos (de El Alto, entre otros), contrabandistas, ropavejeros, campesinos medianos (los que hacen trabajar la tierra con asalariados).

Los beneficios que recogen esos grupos económicos medianos se advierten cada vez con más nitidez: los cocaleros que aumentan la extensión de sus cocales, sobre todo en el Chapare, con lo que aumentan sus ingresos provenientes de la venta de la mayor parte de la  hoja verde para la producción de coca; los colonizadores que están empeñados en ampliar la frontera agrícola (entiéndase desbosques sin estudios de impacto ambiental), son los que quieren sembrar, especialmente coca, y criar ganado en el TIPNIS; los cooperativistas-empresarios mineros, que apuran la privatización de los minería, ante la pasividad de los asalariados mineros; los contrabandistas-chuteros, los que ponen la plata para la internación ilegal de vehículos, podrían legalizar sus carros para los negocios los que, además, son utilizados como transporte particular y/o de servicio público, pero de propiedad privada, etc.

Entre los candidatos a la ALP, en las listas del MAS, cada uno de los sectores nombrados tienen su cuota. Un vocero de los cocaleros del Chapare, como si planteara una demanda, legal y legítima, hace horas, ha dicho que los cuatro candidatos a parlamentarios, que tienen seguro que serán elegidos en las listas del MAS, conseguirán que se legalicen las plantaciones de coca en 20.000 hectáreas. Entre otras cosas, la tala de árboles, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los suelos por cultivos de coca y porque elementos químicos, utilizados en la fabricación de cocaína, son errados a suelos y a ríos. Y a pesar de ese saqueo los gobernantes hablan de que aquí se respetan los derechos de la madre tierra.

Dirigentes sindicales de asalariados mineros y fabriles, entre otros, también son candidatos a la ALP: esa es una evidencia de esa otra alianza que, sin embargo, tiene importancia política, más que ideológica y/o económica. Así los gobernantes creen que tienen seguros los votos de asalariados y sus familiares. Nosotros dudamos de que esos ex dirigentes sindicales, en la ALP, defiendan consecuentemente los intereses de su clase social. Decimos más: esa alianza gobernantes-dirigentes sindicales, en realidad, no es para defender los recursos naturales del pueblo boliviano, como define la nueva Constitución Política del Estado.

Un dirigente sindical fabril, en vez de que sea postulado en un lugar que asegure su elección, fue relegado, decían ellos, al tercer lugar de esa nómina y como suplente. Ante el reclamo de los que se sintieron afectados, por ese mal trato, dijeron, los gobernantes se comprometieron a financiar la refacción del local de los fabriles cochabambinos, ubicado en la plaza 14 de Septiembre. Esa donación fue suficiente para silenciar el descontento de los trabajadores de las fábricas.

Cuesta mucha plata la campaña electoral oficialista, gastos que se cubren con dinero de los bolivianos y al menos, en parte, con dinero de la cooperación internacional. Admitamos que esta última fuente sigue generosa con Juan Evo Morales Ayma, por cuestiones estratégicas, porque aquél, sobre todo fuera de Bolivia, aparece como antiimperialista. Para nosotros, sobre todo dentro de nuestras fronteras, ese antiimperialismo es de palabra porque los intereses de empresas transnacionales están protegidos, es el caso la Empresa Minera San Cristóbal, la que seguirá ganando cuando menos Sus.- 1.000 millones al año. Seguramente por eso el principal ejecutivo de la japonesa Sumitomo, luego de hablar con el Presidente, dijo que su empresa tiene buenas relaciones con los gobernantes bolivianos y que aquí para ellos todo es “ganar, ganar y ganar”. Tienen razón los que afirman que el camino de la discordia: Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que partiría en dos el TIPNIS, serviría especialmente a las transnacionales para que transporten su mercadería desde Brasil hasta las costas del Pacífico. Esa es una de las razones pro empresariales por las Evo Morales dijo, en Sacaba, que esa vía será abierta quieran o no quieran los indígenas. Voceros de éstos y han respondido, hace pocos días, que los pueblos que viven en aquella reserva natural y territorio indígena, impedirán que ese camino se construya.

Otro apunte: los empresarios de la banca, aunque dejen de ganar algo debido a las normas últimas, deben tener claro que la reproducción del poder Juan Evo Morales Ayma, por ahora, es lo que más les conviene. Por su parte, los narcos saben a qué candidato presidencial deben apoyar, es decir, tienen mucho de común con los que, en la ALP, piensan que conseguirán que se autorice, legalmente, 20.000 hectáreas de coca en el Chapare.

Frente a esas alianzas, que para nosotros violentan principios, lo dicho por el candidato masista, a primer senador por Cochabamba, entraña gravedad porque contradice la supuesta defensa, por los gobernantes, de los derechos de las mujeres. Nosotros creemos que lo que debemos hacer es mostrar a ése y otros candidatos como fueron y como son actualmente. Se sabe que Zabala, hace tiempo, hizo declaraciones similares, de acuerdo a la red Erbol. Y aunque se considere menos violento, el consejo del presidente Morales: que si alguien embaraza a una mujer se vaya al cuartel, encaja en ese comportamiento de confeso desprecio de las mujeres, incluso de los que dicen que todo hacen con ellas. Entre la gente del pueblo tomemos nota de los nombres de los “especímenes” que podrían ser elegidos a la ALP, incluidos aquellos por los que el Presidente pide disculpas, a pesar de sus confesiones.

Un añadido: voceros de los gobernantes, con una rara franqueza, han dicho que con dos tercios de los votos en la ALP suprimirán la prohibición de elección indefinida de Juan Evo Morales Ayma, entre otras cosas. Esa confesión confirma lo dicho por el actual Canciller al diario gubernamental Cambio: al hermano Evo lo apoyaremos (para su reelección, dijo) en 2014, en 2020 y en 2025. Eso se busca.

Hasta este momento se confirma lo dicho por Atilio Borón: Evo Morales tiene una “fuerza electoral invencible”. Nosotros añadimos que esa fuerza electoral invencible, hasta ahora, le cuesta mucha plata a la cooperación internacional y a los bolivianos. Por ello, se confirma lo que se dijo durante Alasitas 2014 y ahora por Juan Evo Morales Ayma: Volveré y gastaré millones, sobre todo, en tiempos electorales, para una tercera reelección contrapuesta a la CPE. 

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