Por primera vez docentes y estudiantes han elegido a dos mujeres como decana y vicedecana de la facultad de Ciencias Sociales de la UMSA: a la comunicadora Gabriela Sotomayor Terceros y a la trabajadora social, Cecilia Huasebe.
La flamante decana ejerció la dirección de la carrera de Ciencias de la Comunicación durante dos períodos: seis años. La segunda ha sido reelecta como vicedecana.
Gabriela cree que su elección en la primera vuelta y con apoyo de la mayoría de los docentes y universitarios de la Facultad, y con el respaldo de 90 de cada 100 estudiantes de Comunicación se debe, sobre todo, a que durante aquellos dos mandatos consiguió el funcionamiento de un instituto de investigación en Comunicación, una agencia de noticias universitarias (especialmente), equipamiento de aulas en el nuevo edificio “René Zavaleta Mercado”, la reorganización de talleres (prensa, radio, televisión), los ajustes a la reglamentación de las modalidades de titulación de los egresados y lo que denominan “su obra estelar”: la acreditación nacional e internacional de la Carrera en la que se forman comunicadores y también periodistas, a pesar de todo.
Cecilia, cuando explica el porqué de su postulación, al mismo cargo, afirma que continuará con los proyectos académicos en curso: titularizar a más docentes (ahora los interinos son un porcentaje crecido), avanzar con maestrías hacia el doctorado en ciencias sociales y que se jugará para que los cinco años de estudio, en esa unidad académica, sea de cuatro y que los estudiantes se titulen inmediatamente después de su egreso. Asimismo, seguirá la lucha para recuperar el contenido esencial de la autonomía universitaria que es autogobierno y, además, libertad de pensamiento y de expresión, así como batallará para la materialización de ese principio.
Mujeres en el poder
Han conquistado un poder o un “micropoder” universitario las dos profesionales: Gabriela, formada en la Universidad Católica Boliviana, y Cecilia, en la Universidad Mayor de San Andrés. En broma y en serio estudiantes y docentes, avisadas del recuento parcial de votos, anticiparon la celebración y gritaron, fortalecidas, que las mujeres mandarán por tres años en la facultad de Ciencias Sociales. A los docentes y estudiantes varones, de este centro de profesionalización, parece que no les incomoda esa invocación de género ni que esas dos mujeres rebeldes asuman esas tareas.
La candidatura de estas dos mujeres, rebeldes porque se alzan sin artificios contra todo tipo de “machismo” y con buenos resultados, es un ejemplo de la participación de las féminas en Bolivia, en La Paz y en la UMSA. Las dos, además, crecen cuando luchan y eso, otra vez, se comprometen hacer.
Cuando funcionaba la fábrica Soligno, en la que casi todas eran asalariadas, elegían a un hombre como secretario general del sindicato.
La crecida cantidad, especialmente, y la participación de las mujeres en las luchas universitarias de este último tiempo, merecidamente han premiado a Gabriela y a Cecilia y, a la vez, ellas se han obsequiado con una victoria que en Ciencias Sociales hace mucha falta. Las mujeres, en dúo con los hombres, decimos que lo mejor que nos ocurre es tener a dos mujeres en el gobierno de Ciencias Sociales.
“¡Qué vivan los estudiantes!”
Los estudiantes de Comunicación, a pesar del ausentismo que debe preocupar, dieron su voto por SI, 90 de 100, en algunas mesas incluso ese apoyo sobrepasó el 90 por ciento. La mayoría de las mujeres votaron por ellas mismas, mejor dicho, por dos de ellas, por Gabriela y Cecilia.
El ex decano de Ciencias Sociales, José A. Bernal Adriázola, que conoce como el más a ese centro universitario, nos dijo que él creía que los candidatos de ASI eran (y son) malos y que los estudiantes (y docentes), especialmente de Comunicación, la premiarían a Gaby y a Cecilia por el desempeño positivo como autoridades en Comunicación y en el vicedecanato de Ciencias Sociales. Un docente, también de Comunicación, nos dijo que su tendencia llamó a votar en blanco, pero que él sabe el lugar en el que está la derecha y que iba a votar en contra de ésta.
La mayoría de los estudiantes de Comunicación son la suma de rebeldías, por ello casi nunca se extravía y vota, cuando le toca, por las (los) mejores candidatas/as, que ahora convergen en el frente SI.
Los estudiantes de Sociología, quizá por el comportamiento de algunos de sus docenes, hace tiempo mantienen distancia de la población docente-estudiantil de Comunicación, quizá por eso no debía extrañar mucho que el 30 de abril hayan votado por los candidatos de ASI, los que costearon, a los futuros sociólogos, más de una comida, abundantes licores y una música cuya estridencia golpeaba los tímpanos. A la mayoría de esos universitarios que estudian modelos de sociedad, que analizan coyunturas y conocen pensamientos avanzados, al parecer todo eso no les ayudó a votar por el verdadero cambio. Otrora, los piristas (del PIR), cuyos recuerdos casi todos son tristes, solían decirles a sus electores que concurrían a los churrascos de los candidatos de la añeja rosca: coman con la derecha y voten con la izquierda; no obstante, los resultados electorales —cuando votaban sólo los alfabetizados—, con frecuencia, mostraban que aquéllos comían y votaban con la derecha.
La mayoría de estudiantes y docentes de Antropología y Arqueología han votado por aquel binomio victorioso, con lo que es posible decir que el casi 57 por ciento con el que ganó tiene el aporte, también decisivo, de esa población estudiantil que sufragó por autodeterminación y porque recogió el mensaje de SI. Son pocos, pero una parte de ellos se alista en las filas de los imprescindibles, es decir, de los que luchan todos los días, como diría Bertolt Brecht.
Las estudiantes de Trabajo Social son la inmensa mayoría, allí los estudiantes varones son todavía una rareza. El comportamiento electoral de anteayer de una mayoría relativa de ellos, en esa Carrera, le dio la victoria al otro frente (ASI), lo que es un ejemplo de lo cambiante que suelen ser estudiantes en cuyos ambientes se advierte una acentuada despolitización y desideologización, realidad que es de la UMSA y de la formación social boliviana. Allí sucedió lo contrario durante la resistencia universitaria a las dictaduras militares y fascistas, ocasión en la que importantes grupos de las estudiantes de esa Carrera participaron de esas acciones. Fueron, asimismo, estudiantes de Trabajo Social las que organizaron la estadía, en predios de la UMSA, de marchistas mineros, cocaleros (y cocaleras), campesinos y otros contingentes sociales que marchaban hacia la sede de gobierno en demanda de atención de sus peticiones legítimas y legales. En las elecciones que nos ocupan, una parte de esa población estudiantil (muchas mujeres, como parte de aquélla) ha votado por SI, para lo que ha vencido las amenazas, con aplazamientos, de conocidas docentes de esa dependencia universitaria. Remontar ese autoritarismo en tiempos electorales es de “warmis valientes”, nos dijo una docente de esa Carrera, que lucha en la otra trinchera.
Ante ese comportamiento de la mayoría de los estudiantes de Ciencias Sociales, con la chilena Violeta Parra, decimos: ¡Qué vivan los estudiantes!
Y que vivan los docentes cuya mayoría también votó SI. La ventaja de este frente, ante el derrotado, fue de 7 puntos porcentuales, entre los catedráticos que votaron allí, un dato que dice mucho; con esos votos, asimismo, se labró la victoria que comentamos
Derecha al fin
Entre los estudiantes de Trabajo Social ganó el otro frente, ASI, con una diferencia que no le alcanzó a Margot Soria Saravia para alzarse con una votación como para disputar la decanatura en una segunda vuelta; Soria Saravia ha buscado, en las urnas, ser elegida directora de Trabajo Social y decana de Sociales; sin embargo, ha ocupado esos cargos en casos de acefalía y como interina, nada más. Como aquélla, Carlos Aguilar, es un docente emérito de Comunicación, titulado como comunicador en la UCB, jamás ganó elecciones a la dirección del centro de profesionalización en el que da clases 30 ó más años. Ha sido miembro de Consejos de Carrera, incluso del Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales, pero carece del predicamento acumulado por las dos mujeres rebeldes que recibieron, este jueves 30 de abril, un mandato para unir a los integrantes de ese recinto académico.
Los vínculos partidarios de los candidatos perdedores de ASI son poco conocidos en la “U”, pero es necesario decir que fueron del MIR cuando advirtieron que personalmente podían ganar de esa relación político-partidaria. Ambos hicieron creer que eran de la UDP, pero ante el fracaso de ésta, ocultan ese pasado. En el último tiempo Margot Soria militó en NFR, partido del Bombón Reyes Villa. Chali Aguilar, desde hace años, está adherido a lo que provisionalmente llamamos “aparato” de la UMSA, que nunca se destacó por eficiente.
Luchar para transformar
Luchar para transformar e integrar a Ciencias Sociales fueron las consignas principales que propagaron Gabriela y Cecilia con las que, según los resultados, cautivaron a sus electores.
Entre la población universitaria, muchas veces desinformada y subinformada, sin embargo, ahora recogieron el mensaje de las que, los tres años siguientes, ejercerán el gobierno de Ciencias Sociales de la UMSA.
Con ellas tenemos que luchar para conseguir las transformaciones que requiere, sin más dilaciones, la facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.
Y para luchar por esas transformaciones es imprescindible la unidad de Ciencias Sociales para estudiar más, para investigar más, para escribir más, para leer más textos y, por tanto, también la realidad. Unidad en la acción, sin concertarla; unidad táctica, para emprender tareas inmediatas y unidad de largo alcance o estratégica para que las transformaciones sean verdaderas y sobre la base de la propuesta avanzada de SI. Y los que votaron por SI y por sí mismos, ejercerán un necesario control.
La Paz (UMSA), 2 de mayo de 2014.
Redacción de Aquí Comunicación (AquíCom)