Machistas: autoritarios en el discurso y en la acción

Ningún voto para ellos

Redacción de Aquí

El autoritarismo no es un comportamiento nuevo en quienes tienen el poder político, aunque son una minoría los que no hacen abuso de él; por eso, cuando algunas individualidades se animan a pensar diferente respecto de la línea dada por el de la organización, los mecanismos de autodefensa surgen e inmediatamente ruedan las cabezas de los osados. Pero, ¿cuán peligroso pueden considerar, los jerarcas, que pensar diferente sea un peligro para la estabilidad de su poder?

El derecho a pensar diferente, dentro las filas del MAS, partido gobernante, fue censurado hace un tiempo por los jerarcas de esa agrupación política y quienes se atrevieron a hacerlo fueron marginados de sus filas y señalados como “libre pensantes”, calificativo propagado por los ideólogos del gobierno, con el que intentaron desacreditarlos pero, por el contrario, los valorizaron.

En esa oportunidad, tras el revuelo que se armó, inicialmente varios de los “libre pensantes” trataron, inútilmente, de separar las aguas en su intento de no quedar mal con el jefe máximo, al señalar que los que hacían quedar mal al llamado “proceso de cambio” eran algunos del entorno presidencial y no así el primer mandatario; pero, esos recursos no convencieron al jefazo y más temprano que tarde tuvieron que aceptar que todos los jerarcas del MAS, empezando de Juan Evo Morales Ayma, piensan y actúan “igual”, es decir, son autoritarios. Así, de esa forma, los días de los libre pensantes estaban contados dentro del poder y fueron echados del “paraíso”.

En el partido gobernante, los casos de autoritarismo son numerosos, tanto en el poder central como en la periferia, pero nos abocaremos sólo a la cabeza porque es de allí desde donde se irradia esa forma de comportamiento —machista y autoritario— que es emulada por los seguidores y admiradores del caudillo.

Y para que no se diga que hablamos de memoria, ofrecemos un inventario del pensamiento autoritario y machista de los jerarcas, el que es festejado por sus correligionarios de ambos sexos.

En el Día de la Mujer, en un acto en Palacio de Gobierno y ante un auditorio mayoritario de mujeres, el Presidente mostró el afiche de una Cumbre Social de Mujeres donde aparece su imagen sobre las de varias mujeres, y aunque dijo que hay que superar esa mentalidad colonial de que “el hombre es el primero ante las mujeres” y de que no compartía ese afiche, el mandatario señalo: “Miren a ver, Evo Morales encima de tantas mujeres (risas del auditorio femenino). Ahora si ustedes me dan esa oportunidad, ningún problema (más risas y aplausos). Aprobado con aplausos.”[1] Esa forma de pensar del Presidente, con la que reafirma su machismo respecto de las mujeres, se trata de un mensaje sexual de dominio el que, lamentablemente, es festejado por un auditorio femenino, lo que se  convierte en un acto más de denigración de las mujeres.

En otra oportunidad, en un campo petrolero de Cochabamba, el presidente Morales se acercó a dos jóvenes azafatas y les preguntó: ¿Ustedes son petroleras perforadoras o perforadas?[2] Con las risotadas de los varones presentes y, lamentablemente, con la sonrisa de las jóvenes agredidas, el jefe de Estado recibió el respaldo para seguir con esas agresiones.

El 2011, Morales en un acto de relanzamiento de la Academia Boliviana de Historia Militar, ante jefes y oficiales afirmó: "Ustedes saben, generales, almirantes, oficiales, cuando un jovenzuelo embaraza a su compañera prefiere escapar al cuartel y cuando sale del cuartel es intocable ese soldado, eso pasa, porque es Fuerzas Armadas y Fuerzas Armadas es imagen de servicio a la patria"[3]. Si bien esta realidad es descrita, crudamente por el primer mandatario, lo que debía haber hecho a continuación es censurarla y advertir (con la vehemencia que tiene con sus opositores), de que irían a la cárcel los conscriptos que actúen de esa manera por lastimar la dignidad de las mujeres y por encubrirse en una institución del Estado.

Los dichos denigrantes de Juan Evo Morales Ayma hacia las mujeres abundan; mencionemos algunos: Cuando voy a los pueblos, quedan todas las mujeres embarazadas, y en sus barrigas dice Evo cumple; mujeres aguantan, Evo no se cansa[4]; Nunca el Congreso en La Paz termina bien, (hay) sillas rotas, ventanas rotas, puertas rotas. ¿Cómo dicen? No sé. Son como la mujer que se hace pegar con su marido, (se escuchan voces y risas de los participantes de la reunión) masoquistas[5]; Yo decía, compañeros y compañeras, el voto (lo) decide la pareja en la cama, y antes que (lo) defina en la cama hay que llegar a ese pueblo explicando nuestro programa[6]. En una entrevista exclusiva para una revista de frivolidades, Evo Morales reveló que sus novias, “siempre tienen que estar disponibles, porque si no llama a otra”[7]; reafirma así su condición de macho mujeriego.

Las famosas coplas de carnavales, compuesta especialmente para que las cante el Primer Mandatario, en las que las mujeres aparecen como objetos para satisfacer sus apetitos sexuales, no pueden ser toleradas ni como “parte de la cultura, de la costumbre y tradición” como pretenden sus defensores, porque si se trata, como dicen los gobernantes, de que este Estado es descolonizador y de que estamos en una “revolución democrática y cultural”, es inadmisible que la primera autoridad del país siga reproduciendo las prácticas y costumbres del machismo patriarcal de los colonizadores y de los colonizados.

Es tanto o es más indignante que las mujeres del entorno presidencial festejen y, además, justifiquen ese desvergonzado proceder: hace unos días en un programa radial, de fin de semana[8], una de las más vehementes defensoras del proceder presidencial, afirmó que Evo Morales tiene el valor de cambiar ese comportamiento porque, después de emitir sus mensajes machistas, se disculpa.

Pero no sólo el Presidente es quien hace gala de su poder y machismo frente a las mujeres: Percy Fernández, alcalde de Santa Cruz —del MNR y ahora aliado del MAS— ya es conocido por sus actitudes sexistas y de acoso a las mujeres, acciones que son festejadas por sus colaboradores, e incluso por sus actuales aliados gubernamentales y el Presidente, como cuando Fernández cantó, a viva voz, una canción que denigra incluso a niñas[9]. Pero, nuevamente la voz de mujeres del MAS salen en su defensa, como Nélida Sifuentes, senadora por ese partido y candidata para la reelección, quien señaló que si bien Percy Fernández es "metemano”, hace obras para la ciudad de Santa Cruz. ¡Qué descaro! ¿Dónde está la dignidad de esas mujeres que se dicen que están en un proceso de cambio?

Parece que miembros de los llamados movimientos sociales de Bolivia, piensan y actúan como sus líderes, como sucedió con Ciro Zabala, médico y candidato del MAS a senador por Cochabamba, cuyo pensamiento del medioevo fue defendido por el Presidente. Zabala considera que las violaciones, asesinatos y otros actos violentos contra mujeres es por causa del comportamiento de ellas. Pero más aún llama la atención la disculpa de Evo Morales : "Sólo quiero decirles que nos  disculpen, que disculpen a nuestro candidato senador (Ciro Zabala), no todos pensamos (igual) y es tan difícil entenderse con candidatos y candidatas. Algunos recién entran a la arena política, como el Ciro Zabala, era médico y he invitado con capacidad profesional como médico experto."[10]  

Hace unas semanas, en la campaña de “desacreditación” electoral, se hizo conocer el audio en el cual el candidato de Unidad Demócrata (UD), Samuel Doria Medina, condiciona a una de sus militantes y empleada a cerrar un trato con uno de sus principales operadores políticos en La Paz[11]. Desde luego que ese proceder es típico de un autoritario, el que fue censurado duramente por muchos ciudadanos, y mucho más por los militantes del partido gobernante. Pero cuando se trata de vulneraciones a la dignidad de las mujeres, hechas por el candidato-Presidente y sus aliados, ni los defensores del “proceso de cambio”, ni la Coordinadora de la Mujer —ONG que agrupa a varios colectivos y coordina con organizaciones de mujeres afines al gobierno— se pronuncia por esos atropellos.

Los ejemplos de autoritarismo y machismo son típicos en una sociedad patriarcal, pero no deberían serlo en estos últimos tiempos del supuesto cambio. Para acabar este inventario basta recordar a los asambleístas de Chuquisaca que violaron a una trabajadora de limpieza[12] no fueron procesados por la Fiscalía por ese vejamen, sino por haber utilizado ambientes del Estado para otras actividades; además, adujeron que la oposición les habría hecho trampa, con similar argumento que años atrás Evo Morales, cuando era diputado y se negaba a reconocer a su hija, declaró que el MIR le había tendido una trampa...

Acá es oportuno el mensaje de Roberto Fontanarrosa (1944-2007), humorista gráfico y escritor argentino: "Si reflexionásemos no seríamos una tribu indígena. Seríamos una corriente de pensamiento", dicen Los Ranqueles, indios salvajes que de vez en cuando se presentan en el rancho de Inodoro Pereira[13], ya sea para amenazarlo o para pedirle un consejo. 

El abuso de los poderosos

El uso del Presidente-candidato de recursos estatales para su campaña ilegal de reelección por tercera vez a la Presidencia, es abusiva.

En días pasados, el Presidente aprovechó (verbo favorito de los gobernantes y sus aliados, por ahora empresarios) un acto de la empresa estatal de agua Epsas, para proclamar en La Paz a sus candidatos. Y sabiendo la arbitrariedad e ilegalidad que cometía, en pleno acto, aseguró que pagaría la multa porque el MAS tenía suficiente dinero.

Ese comportamiento abusivo de los que tienen poder y dinero es una reproducción de los poderosos de antes de los que, supuestamente, fueron aplastados con la llegada de Morales y su gente al poder.

“Yo incumplo la ley, pero lo arreglo con plata, porque tengo el poder”. Así pensaban los oligarcas de antes y así piensan los masistas que ejercen el poder.

Recientemente el diputado del MAS de apellido Gallego amenazó con castigar físicamente a quienes en las comunidades indígenas voten en forma cruzada. Esa amenaza sólo podrá ser efectiva, obligando a que el voto no sea secreto… delito que es tolerado por los miembros del Tribunal Supremo Electoral, lo cual favorece al autoritarismo de los jerarcas.

Con este panorama, donde el pensamiento y los actos machistas y coloniales siguen vigentes, lo menos que se podría esperar de quienes rechazan ese comportamiento es no votar en estas elecciones por esos jerarcas, más aún de las mujeres que, continuamente, son agredidas por esos personajes.