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Gobernantes: ¿Cero pobreza extrema en el TIPNIS en tres años?

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editorial

En su informe de labores, a tres años de su segundo mandato, el Presidente boliviano, entre las mentiras, medias verdades y pálpitos, ha dicho que en el TIPNIS no hubo necesidad de consultar para construir el camino de la discordia, que de allí será desterrada la pobreza extrema en tres años y que en él arrasó electoralmente la candidata del MAS a la Gobernación de Beni.

Dizque no hubo por qué consultar a los habitantes del TIPNIS para construir el camino Villa Tunari-San Ignacio de Moxos porque la consulta sólo procedería para explotar recursos naturales mineros e hidrocarburíferos. Veamos:

Los gobernantes, y en particular el principal inquilino del Palacio Quemado, han variado su discurso sobre la consulta que debe ser previa, informada y de buena fe, de acuerdo a la Constitución Política del Estado boliviano, al Convenio 169 y a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (los dos últimos son a la vez leyes de nuestro país). Dijeron que no correspondía la consulta a los pueblos indígenas del TIPNIS porque allí no se iba a explotar riquezas naturales no renovables. Ese discurso fue difundido entonces, especialmente, por el Vicepresidente y por el que en ese momento ejercía la presidencia de los diputados, Héctor Arce Zaconeta. En ese tiempo el Presidente indígena proclamó que “quieran o no quieran los indígenas” se construirá ese camino. Leamos lo que dice el artículo 30, numerales I y II, así como el punto 15 de la Constitución Política del Estado:

“Artículo 30.

I. Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española.

II. En el marco de la unidad del Estado y de acuerdo con esta Constitución las naciones y pueblos indígena originario campesinos gozan de los siguientes derechos:

15. A ser consultados mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles. En este marco se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el Estado de buena fe y concertada, respecto a explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan”.

El término “indígena originario campesino” es discutible, pero merece otro debate. Con razón el escritor cochabambino Edmundo Paz Soldán nos alertó sobre la grave imprecisión y lo insostenible del concepto que entraña ese vocablo. Preliminarmente agregamos que los indígenas, originarios y campesinos no son una “colectividad humana” sino dos, si se admite que originario es sinónimo de indígena.

La construcción del camino de la discordia en sus tramos I y III (suspendidos ahora), demandó medidas legislativas y administrativas. Ahí están la aprobación del convenio del préstamo de dinero por un banco brasileño al Estado boliviano, ahí está el convenio firmado por el Estado boliviano con la empresa constructora OAS. Incluso están las leyes 180 (que prohíbe la construcción de cualquier camino por medio del TIPNIS) y la 222 (que autoriza la consulta tramposa porque fue posterior, de mala fe y desinformada).

Pero voceros oficiales y oficiosos de los gobernantes han dicho que la consulta fraudulenta ha sido nada menos que la profundización de la democracia. Ahora, para el Presidente, fue una demasía; costosa para los bolivianos, añadimos.

Evo Morales, en esta materia, hace una lectura torcida de la Constitución y de la realidad. Asume un comportamiento inapropiado de un gobernante que no debe faltar a la verdad y que debe abstenerse de propagar mentiras desde el Estado y desde el gobierno.

Los actuales gobernantes dicen que acabarán con la pobreza extrema en el TIPNIS en tres años. Esa afirmación tiene los alcances de una promesa electoral la que, de paso, trata de recuperar la confianza y el apoyo de los indígenas de las tierras bajas bolivianas y, en particular, de mojeño-trinitarios, yuracarés y chimanes.

Asimismo se sugiere, implícitamente, que esa gigantesca tarea será conseguida simultáneamente e incluso antes de la construcción de la vía que tanto nos separa a los bolivianos. Si ese caro objetivo es posible lograr en tres años, también se puede suponer que para ello no hace falta camino por medio del TIPNIS. Quizá el Presidente olvidó u omitió a propósito la mención del camino a construirse “quieran o no quieran los indígenas”.

Como en otras ocasiones, los gobernantes carecen de un plan destinado a erradicar la pobreza extrema en la reserva natural y territorio indígena. Quizá otra vez estamos ante “el olfato político bárbaro” de Evo Morales, es decir, que se trata de una simple intuición, aunque para nosotros sobre todo es una oferta electoral anticipada y de dudosa ejecución.

Para acabar con la pobreza extrema en el TIPNIS será necesario promover crecimiento económico y desarrollo humano. ¿Por qué vía? Por el camino capitalista, dependiente y atrasado que sigue viviente y coleando en Bolivia. El capitalismo que facilita las ganancias abultadas de los dueños de bancos, aunque desde el 2012 paguen más impuestos porque con éstos ganan un poco menos, pero siguen ganando. (El año anterior la banca registró utilidades por $us186 millones, según Página Siete del 25 de enero de este año).

El cacareado desarrollo en el TIPNIS no será diferente al que en este momento se promueve en las inmediaciones de San Ignacio de Moxos, lugar en el que depredadores desenfrenados talan el “monte alto” que se extiende entre dos lagunas de las que se proveen de agua los habitantes de la capital folklórica de Beni, a cuyas orillas de esos reservorios de agua se crían chanchos, como informó una radio local por intermedio de la red Erbol y de acuerdo a la confirmación de un periodista mojeño, que ahora reside en Santa Cruz, el que añadió que lo que denunció un concejal ocurre desde hace tiempo.

Lo menos que se puede esperar de los gobernantes es que traten de poner punto final a la pobreza extrema de los compatriotas del TIPNIS en un país en el que un millón de personas se han incorporado a las capas medias, según ellos, aunque no precisaron si ésas son empobrecidas o arruinadas, incluso en este tiempo de cambios.

El máximo dirigente de la Subcentral del TIPNIS se encargó de aclarar que Jessica Jordan no arrasó en la reserva natural y territorio indígena. Sin embargo, admitió que el apoyo electoral a la reina y modelo fue el resultado, sobre todo, de los regalos de los gobernantes a los hermanos que habitan en esa reserva y territorio.

Tendremos los datos concretos de la votación en el TIPNIS en la elección del Gobernador de Beni. En ese momento será posible desvelar la referida mentira del Presidente.

Presidente: La consulta a los dueños colectivos del TIPNIS debió ser previa, de buena e informada; que la erradicación de la pobreza extrema allí no sea una simple promesa electoral incumplida; su candidata a la Gobernación no pudo arrasar en la reserva natural y territorio indígena, por eso perdió las elecciones, junto con usted y su gobierno.

Otra vez Presidente: Si derrota a los indígenas del TIPNIS, usted será derrotado con ellos.

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