Max Murillo Mendoza
Con el acostumbrado cinismo y brutalidad diplomática de los funcionarios yanquis, el señor Patikc Ventrell, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, amenazó a Bolivia con posibles represalias que el señor Obama tiene en derecho. Todo esto a propósito de la expulsión de USAID de Bolivia. Ciertamente es una actitud extrema la expulsión de cualquier institución en cualquier país del mundo. En este caso la expulsión de USAID obedece a una larga tradición de espionaje, intromisión interna en asuntos bolivianos, falta de respeto a las leyes y costumbres bolivianas, soberbia económica y manipulación política con dirigentes de base y también políticos. Y no sólo en Bolivia sino en varios lugares del mundo. Hace unas semanas USAID fue llamada en Rusia a aclarar sus acciones e “inversiones” que realiza supuestamente, en ese territorio, etc. Además el chantaje clásico es la utilización de sus “inversiones”, que supuestamente favorece a los sectores más pobres y deprimidos. Pues el paquete de comportamientos realmente coloniales es completo. La lógica del chantaje con la manipulación de los más pobres, es un cuento muy conocido.
Leer más...Vamos a andar
Rafael Puente
02/05/2013
Hemos visto y escuchado numerosos informes oficiales sobre la consulta realizada en el TIPNIS y sobre sus resultados (que legitimarían la construcción de la carretera). Ahora nos encontramos con un informe —radicalmente diferente— publicado por la Asamblea de Derechos Humanos respecto de dicha consulta.
Leer más...Un lector de Aquí
Que un ministro de Estado instruya a la Policía Boliviana aplicar “la ley de fuga” a presuntos delincuentes que se resistan a ser detenidos, es retroceder a tiempos de las dictaduras, actitud autoritaria que evidencia abuso del poder que no debe tolerarse en un nuevo Estado plurinacional y democrático.
Leer más..."Isaac Camacho, el fiel compañero y testigo ocular del acto, nos ha dejado el vivo testimonio del día y la hora en que fuiste victimado:
Leer más...Alejandro Almaraz* - Flechas yurakares
Por fortuna, la movilización de la ciudadanía orureña ha resuelto el conflicto por el nombre de su aeropuerto, y lo ha hecho por los fueros del sentido común, la institucionalidad democrática y la historia nacional. Sin embargo, algunos argumentos con los que el derrotado oficialismo ha enfrentado la contienda merecen destacarse y recordarse por lo insólitos y, a la vez, profundamente significativos de la altura intelectual y ética desde la que se gobierna el país. Leer más...