cabecera aqui blog

La incapacidad de una burguesía entreguista de superar nuestra condición de país capitalista atrasado enclavado en el modo productivo extractivista

AddThis Social Bookmark Button

Miércoles, 2 de abril de 2025

Fuente: Masas 2829

Desde el 2006, los gobiernos masistas repitieron las mismas políticas rentistas de los gobiernos neoliberales anteriores, que consisten en entregar los recursos naturales a los inversionistas extranjeros a cambio de una renta. Los altos ingresos por la exportación de gas financiaron los gastos del gobierno por más de década y media lo que significó que continuemos anclados en el extractivismo. Una vez que se agota el gas, el Estado se queda sin dólares pagando las consecuencias de no haber trabajado por estructurar bases de un aparato industrial que signifique transformar las materias primas en mercancías.

El país se benefició con un inédito flujo de ingresos por concepto de la renta hidrocarburífera. En el periodo 2005–2019 el país recibió más de 42.800 millones de dólares según datos oficiales por concepto de renta hidrocarburífera. ¿Qué se hizo con los cuantiosos recursos que ingresaron al país? ¿Se aprovechó este ingreso extraordinario para transformar nuestra matriz productiva basada en la economía primaria? Definitivamente nada substancial para el desarrollo de otros sectores de la economía. Gasto superfluo, inversión en sectores improductivos y una corrupción generalizada a todo nivel, demuestra que estos recursos se han prácticamente despilfarrado. Ahora el arcismo repite la misma lógica apostando todo por el litio, que lo ve como su tabla de salvación ante la tormenta económica que afronta.

Cuando el gobierno, como respuesta a la dependencia de los ingresos del Estado a la producción del gas, anuncia el inicio de “un proceso de industrialización diversificando y ampliando a otros sectores la actividad productiva”, lo que supondría superar cualitativamente el extractivismo y la monoexportación de materias primas que caracteriza nuestra economía. El lanzamiento de unas cuantas plantas industriales anunciadas para el aniversario del bicentenario no constituye de lejos un cambio estructural.

No ha habido un proceso de acumulación originaria de capital en Bolivia, ni la conformación de un poderoso mercado interno, lo que habría promovido la estructuración de una burguesía nacional como clase capaz de industrializar el país aprovechando las materias primas que tenemos en abundancia. Por lo que la pobretona y sin gran capital burguesía nativa que gobierna el país, es fundamentalmente intermediaria, comercial, y no industrial ni gran exportadora.

El “Proceso de Cambio” no cambio nada. Continuamos siendo un país capitalista atrasado, participando de la economía mundial como exclusivos proveedores de materias primas. Anclados históricamente a un crónico extractivismo, dependiendo nuestras finanzas públicas a las miserables rentas dejadas por las transnacionales a cambio del saqueo de nuestras riquezas naturales. En el reverso de la misma moneda encontramos un sector industrial que quedó rezagado, donde el modo de producción basado en la generación de valor, no tiene un peso significativo en la economía nacional. El 60 % de los productos que consumimos los bolivianos son importados.

Nuestras materias primas se van al mercado exterior, a los países de capitalismo desarrollado, quienes tienen el monopolio de la producción de mercancías con elevado nivel tecnológico.

Las transnacionales llegan a Bolivia para saquear los recursos naturales, ese es su objetivo con las semicolonias. A lo mucho, nos venderán su tecnología en la instalación de fábricas construidos por ellos mismos, además de cobrarnos la patente por tonelada producida y exportada como reza en los contratos del litio con las empresas chinas y rusas. En este contexto, ¿puede existir un modelo soberano de industrialización? De ninguna manera, ¿qué soberanía puede haber si la producción de nuestras materias primas y la instalación de fábricas están direccionadas por los intereses y condiciones que imponen las empresas extranjeras?

Sin lugar a dudas que no puede haber un exitoso proceso de industrialización bajo el manto de las transnacionales succionando el excedente productivo. Todo intento industrializador en un escenario de predominio de los intereses del gran capital monopólico impide el surgimiento y desarrollo de iniciativas estatales o privadas nacionales para ingresar de lleno a la industria. Un intento serio de cambiar la matriz productiva por una industrial, deberá, en primer lugar, prescindir de éstas.

Recuperado: 06/04/2025 en https://masas.nu/articulos%20para%20la%20portada/masas%202829/masas%202829-8.pdf

Síguenos a través de:

facebook icontexto inside icon  twitter-logo-enelpc

Publicación Aquí 336

Visitas

28314634
Hoy
Ayer
Esta semana
Este mes
Total
3292
17486
37461
278081
28314634