Crónica
Cinco horas de asamblea y el ejecutivo del Centro de Estudiantes (de la carrera de Artes de la UMSA) se aferra al cargo, ¿por qué? Una pregunta con infinidad de respuestas
Leer más...Por Frei Beto
Al viajar por Oriente, mantuve contacto con los monjes del Tibet, en Mongolia, Japón y China.
Eran hombres serenos, solícitos, reflexivos y en paz con sus mantos de color azafrán.
El otro día, observaba el movimiento del aeropuerto de San Pablo: la sala de espera llena de ejecutivos con teléfonos celulares, preocupados, ansiosos, generalmente comiendo más de lo que debían.
Leer más...Con la COB ahora ocurre algo más que con la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) de aquellos años de neoliberalismo en el país: los dirigentes de la COB-gobernantes estos días mantienen un acuerdo del que ganan sobre todo los gobernantes.
La Razón (Edición Impresa) / Remberto Cárdenas Morales
00:01 / 27 de abril de 2014
La Central Obrera Boliviana (COB), según su comportamiento social y político actual, ya no es el “órgano de poder” o “el comando político de la clase obrera”, como se la definía desde partidos de izquierda en los años 70 del siglo XX.
Leer más...Claudia A. Villca Ugarte
(AquíCom 26-04-14) Los responsables de la unidad de Rayos X del Hospital de Clínicas priorizan la atención a los pacientes que pagan en efectivo por la toma de placas radiográficas y así discriminan a los afiliados del Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM).
Leer más...El presidente se sincera y dice que quiere ganar en Santa Cruz, que es uno de sus objetivos. Asegura que ahora hay empresarios patriotas y que los cuatro más grandes proyectos del departamento estarán terminados antes de 2025. Cree que el tiempo de confrontación se terminó
Leer más...Artes Plásticas, Diseño y Artes Musicales
Asamblea docente-estudiantil exige la renuncia del primer ejecutivo del Centro de Estudiantes por el constante abuso de poder hacia la comunidad universitaria
Leer más...silvio rodríguez
El histórico concierto del lunes en Santa Cruz, el antes y el después
MÚSICA La capital cruceña acogió una inusual movilización en torno al arte. Detalles y entretelones.
Martin Zelaya / Santa Cruz - 16/04/2013
Martes 16 de abril, 11:37. En una de las mesas del café bar del hotel Los Tajibos de Santa Cruz, una joven mujer de pelo castaño y enormes ojos claros revisa unos papeles mientras toma sorbo a sorbo un café puro.
Leer más...En riesgo de extinción
Roger Cortez Hurtado*
- 15/04/2013
Al leer el titular “Indígenas oficialistas amenazan tomar bienes de la Iglesia en el TIPNIS”, publicado en este diario la semana pasada, sentí que ese encabezamiento estaba profundamente equivocado.
¿Se puede llamar indígena, con propiedad, al dirigente del Conisur, vocero de esas amenazas e instrumento principal de la política antiindígena y antiambiental del Gobierno?
No se trata de un error sintáctico u ortográfico ni legal porque la Constitución consagra en su segundo artículo lo “indígena-campesino” como el pilar del nuevo orden estatal del país. Pero los hechos relacionados con el TIPNIS en los últimos tres años son la prueba concluyente de que indígena y campesino son identidades que se han bifurcado y que tienden a alejarse cada día más.
Hablo de identidades históricas, no de categorías generales, ni de generalidades porque todavía hoy es cierto que la mayor parte de los campesinos tiene origen y mantiene prácticas culturales indígenas. Eso es tan cierto como que lo indígena es hoy en Bolivia una realidad social minoritaria que, entre pueblos de tierras bajas y tierras altas, no alcanza al 5% de la población, en tanto que los campesinos superan cómodamente el 50%.
Indígena y campesino eran identidades intercambiables y, hasta cierto punto, nombres de una realidad única hasta los años 70 del siglo anterior, que es cuando empiezan a manifestarse con fuerza y de manera crecientemente amplificada los efectos de la reforma agraria de 1953. Las consecuencias de aquella medida afectaron a la mayor parte de los indígenas que habitan la región andina y marcaron la ruta propia de la clase social campesina nacida con su aplicación.
Las diferencias que ostentan los campesinos con los indígenas no se limitan ciertamente al tipo de propiedad que predomina entre unos y otros: individual entre los primeros, colectiva entre los segundos. Mucho más relevantes son las relaciones que mantienen con el mercado del trabajo los campesinos, que trabajan como asalariados en el campo y principalmente las ciudades, aunque no es infrecuente que temporalmente muchos de ellos paguen salarios para labores de cosecha, dentro de una dinámica fluida propia de las prácticas de pluriempleo que se han generalizado entre ellos. Más aún, existen reducidos grupos de campesinos exitosos en lo económico, como algunos medianos soyeros y cocaleros que contratan constantemente cantidades significativas de asalariados y lo mismo puede decirse de prósperos importadores, de indiscutible origen campesino, que requieren un número creciente de trabajadores para apoyarlos en sus florecientes actividades. En cambio, los indígenas, ya sean urus, chimanes, chipayas, weenhayek o guaraníes, no pueden pagar salario a nadie y si intervienen en el mercado laboral alguna vez es a título de mano de obra.
las migraciones ya que, contrariamente a lo que se predica en las escuelas, los verdaderos nómadas del siglo XX y XXI en Bolivia son los campesinos; ellos no sólo han hecho crecer las principales ciudades del país, si no que emigran a otros países, sea como zafreros, constructores o sastres. Los pueblos indígenas, inclusive los con fama de nómadas, son realmente sedentarios, en el sentido de que se arraigan profundamente en sus territorios.
Los campesinos piensan en términos de tierra; los indígenas en territorio. Es por eso que el Gobierno actual, como indiscutible representante de los sectores campesinos más prósperos (sea que actúen como comerciantes de tierras, empresarios del transporte, dirigentes cooperativistas, importadores o gestores políticos), respalda las amenazas de “redistribuir tierras”, de manera que se las resten a los indígenas (que “tienen demasiada”, según algunos dirigentes de organizaciones campesinas) para entregarlas a sus bases.
Lo empresario representa en nuestra experiencia histórica nacional el impacto concreto del capitalismo sobre lo indígena y ese impacto es real, sensible y verificable. Las contradicciones entre campesinos e indígenas existen, a pesar de la historia compartida de humillaciones, discriminación y exclusión, que determinó la compacta alianza entre ambos gracias a la cual se hizo posible el nuevo ciclo histórico por el que atravesamos. Los conflictos entre ambos no son antagónicos, por necesidad o naturaleza, pero pueden alcanzar ese rango si se deja que el Gobierno los continúe conduciendo como hasta ahora.
Roger Cortez Hurtado es investigador y docente.
Para Gabriel García Márquez, el “oficio más lindo del mundo”, el periodismo, es “contar cosas”.
El Premio Nobel de Literatura, 1982, dijo en innumerables ocasiones que se sentía en primer lugar periodista y, sin duda, escritor excelente también.
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