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En el puente de la autopista, los universitarios esperan su turno para comenzar a bailar, en medio de puestos de maquillaje y comida

Rescatar el verdadero origen de las danzas

Tania Salazar Tuco

Un grupo de amigas vestidas con polleras amarillas y cargando flores en un ahuayo se despiden de sus familiares para prepararse y comenzar a bailar. Entre ellas está Ana Limachi, de la carrera de Psicología, que bailará en la fraternidad de la “Moseñada Lingüística”, en la XXVI Entrada Folklórica de la Universidad Mayor de San Andrés

AquíCom: ¿Qué danza bailas?

A.L.: Este año estoy bailando Moseñada, pero con la carrera de Lingüística

AquíCom: ¿Hace cuánto tiempo que bailas?

A.L.: Hemos bailado ya años, pero esta vez hemos decidido cambiar, antes bailábamos con la carrera (Psicología) kullawada pero este año nos ha gustado la danza y también por cambiar y recuperar lo autóctono

AquíCom: ¿Qué te ha  motivado a bailar?

A.L.: A mí, en lo personal, me gusta mucho la alegría que se muestra en esta danza, también porque es bueno rescatar la cultura. Nosotras (refiriéndose a su grupo de amigas) vemos, al momento de ensayar, podemos ver todas las carreras y podemos ver por qué optar, mientras estamos en la universidad queremos bailar otra danza.

AquíCom: ¿Qué significado tiene la ropa que usas ahora?

A.L.: La ropa es una pollera, una blusa, que son de bayeta, el ahuayo y la faja también. Son altiplánicos, generalmente, se usa para carnavales, para la cosecha, es por eso que se carga flores y, como es autóctono, se la trae ya a la ciudad.

AquíCom: ¿Qué opinas del consumo de bebidas alcohólicas en el  trayecto de la Entrada?

A.L.: Todos los años que he bailado hemos visto que el consumo se da más entre los que miran la Entrada que entre los bailarines. Son unas cuantas comparsas que toman, las demás están dedicadas a bailar porque ese es el reglamento, si se encuentra tomando (a bailarines) se descuenta puntos, entonces no se puede.

AquíCom: ¿Entonces ustedes no consumen bebidas alcohólicas?

No, porque los organizadores tienen que ver eso y ellos verifican como se puede controlar.

AquíCom: ¿Crees que se están perdiendo nuestras tradiciones y por qué?

A.L.: Sí mucho porque las entradas ya se han vuelto más económicas (comerciales) que culturales, las ropas son estilizadas, no se mantiene lo originario. Por lo menos aquí lo que se hace con las monografías es rescatar el verdadero origen de las danzas y todo eso, pero en las demás entradas no se rescata eso, por qué bailan o de dónde vienen los pasos. Entonces, lo que tratamos de rescatar, con la universidad, es eso, haciendo ciencia, también hacemos cultura, investigando.

AquíCom: ¿Crees que el ministerio de Culturas está haciendo un buen trabajo al rescatar nuestras tradiciones?

A.L.: Realmente no porque el Ministerio tiene tanto que hacer pero es muy poco lo que hace. Ellos pueden salir internacionalmente, pero no lo hacen y rescatar las danzas autóctonas tampoco lo hacen; generalmente aquí en La Paz predomina la morenada y nada más; entonces el Ministerio debería premiar algunas cuestiones más para que se vaya rescatando todo (el folklore).

AquíCom: ¿Qué opinas sobre las entradas  hechas, posiblemente, en un folklódromo?

A.L.: Si existiera sería bueno porque a veces se perjudica a personas. Sería bueno, pero hay que ver quiénes le dejarían hacer, ningún vecino va a dejar que, por su calles, todos los días bailen o algún negocio tampoco le va a convenir. Si se pudiera sería bueno, pero lo veo muy lejano, dudo que haya.

Al finalizar el recorrido de la Entrada, en la avenida “Simon Bolivar”, los “Waca Wacas de Enfermeria” terminan su danza con entusiasmo y alegría, mientras las mujeres empiezan a quitarse las polleras para descansar después del peso que implica su uso en la Entrada.

Mientras los hombres bajan los sujetadores de sus hombros donde llevan los toros, René Bernal, conversa con sus amigos después de haber bailado en la Entrada Universitaria.

AquíCom: ¿Hace cuánto tiempo que bailas?

R.B.: Ya son cuatro años, con la misma danza.

AquíCom: ¿Qué te motivó a bailar?

R.B.: Es en honor a la autonomía universitaria que estamos bailando.

AquíCom: ¿Qué significado tiene la ropa que representas?

R.B.: La ropa y la danza es estilizada, de los Waca Tocoris y los Waca Tintis y, actualmente, en la ciudad se la conoce como Waca Waca, es una danza con mucho colorido que tiene por esencia la ganadería en el altiplano, la ropa también va acompañada de los colores de la Wiphala.

AquíCom: ¿Qué opinas del consumo de bebidas alcohólicas en el  trayecto de la Entrada?

R.B.: No da una buena perspectiva de la danza, tal vez al finalizar, pero no con exceso, todo con exceso siempre es dañino.

AquíCom: ¿Crees que el ministerio de Culturas está haciendo un buen trabajo al rescatar nuestras tradiciones?

R.B.: No, realmente no está haciendo un buen trabajo porque vemos que países vecinos se van apropiando de nuestras  danzas y ellos también son ricos con las danzas que tienen.

AquíCom: ¿Qué opinas de que las entradas se hagan en un folklódromo?

R.B.: Podría ser, pero hay que ver las perspectivas que se van a dar.

AquíCom: ¿Qué te ha parecido el recorrido?

R.B.: Bien, tal vez un poco cansador, pero la emoción de participar, con el entusiasmo con la juventud, de toda la gente universitaria, da ganas y da impulso para continuar los siguientes años más (AquíCom).

“Bailaré hasta que ya no me dé el cuerpo”

Entrada Folklórica Universitaria 2013

Gloria Mamani Mamani

Psico Kullawada, es una de las danzas que participa de esta Entrada, cumplió 24 años de fundación y pertenece a la carrera de Psicología de la UMSA. 

Entre aplausos, sonrisas y gritos de aliento, por parte de los espectadores,  ¡Adelante psicología! La fraternidad demostraba sus pasos. María Eugenia Pareja (ex vicedecana de la facultad de Ciencias de la Educación de la universidad pública paceña, con un contoneo de  cintura y los hombros —izquierda, derecha— con una rueca en las manos bailaba con mucha alegría y entusiasmo.      

Al frente de la Fraternidad como guía estaba Pareja, docente de la carrera, con alegría recordaba cómo inicio la Fraternidad. “Iniciamos como bailecito cochabambino, pero vimos nuestra kullawada, lo vistoso (colores y accesorios), lo alegre, lo lleno de vida la juventud, y cambiamos de baile”.

Bailando aún en el recorrido, Pareja indicaba que ella era una de las fundadoras de la Fraternidad. En esta gestión es la única docente universitaria que participa en esa Fraternidad. “Quiero estar con mi gente, con mis chicos”.

Con visible entusiasmo Pareja señaló que la Entrada Folklórica Universitaria cada año mejora la UMSA, que hace ciencia, cultura, arte y también demuestra alegría. “Sólo dejé de bailar cuando esperaba familia y bailaré hasta que ya no me dé el cuerpo”. Así, María Eugenia, docente, avanzaba con su Fraternidad en dirección al palco central. “Vamos a dar todo de nosotros”, afirmó (AquíCom).

Anulan las elecciones a dirección de Trabajo Social

Piden el 51%

El Honorable Consejo Universitario (HCU) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), decidió anular las elecciones del 29 de mayo (2013), de acuerdo al informe presentado por la comisión encargada de  la revisión del escrutinio de esa consulta, de la que participaron Irma Sangueza y Margot Soria.

Tania Salazar Tuco

Mediante la resolución del HCU Nº 390/2013 (Ciencias Sociales), decidió aprobar el informe de la comisión a cargo del Vicerrector, Germán Núñez, en el que  recomienda la anulación de las elecciones de la directora de carrera 2013-2016 realizada el pasado 29 de mayo en Trabajo Social.

 En esos comicios los resultados fueron 50,7% para el frente Acreditación, Transformación con Identidad (ATI) de Margot Soria y 49,3% para el frente Transparencia y Dignidad de Irma Sangueza.

El 18 de junio de este año tres estudiantes de esta carrera decidieron tapiarse en oficinas de la dirección de carrera, para que el HCU apruebe el informe del Comité Electoral, el definía como ganadora a Margot Soria. Ante esa medida el rector de la UMSA, Heriberto Cuevas, propuso al Honorable Consejo Universitario de la UMSA formar una comisión encargada de revisar ese informe. 

El decano de la facultad de Ciencias Sociales, José Tejeiro, aseguró que se debe esperar las elecciones de rector y vicerrector de la universidad pública paceña para que se vuelva a votar en Trabajo Social para nominar a su directora o director. “Ya son tres elecciones fallidas… los problemas de esta carrera son internos, es una relación social muy compleja que tienen entre docentes y estudiantes”, afirmó el Decano.

También, señaló que ahora la dirección de es Carrera está a cargo de otra autoridad interina, pero ese este es un problema exclusivo de la carrera. “Si se ponen de acuerdo en hacer las cosas bien, ¡lo hacen!”, finalizó Tejeiro (AquíCom).

La Universidad debe formar periodistas digitales

Formación profesional

Investigación presentó un análisis de 70 medios virtuales a nivel nacional

Gloria Mamani Mamani

El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM), de la fundación UNIR, presentó la primera etapa de la investigación sobre el periodismo digital en Bolivia. La investigadora a cargo de ese trabajo también informó que se indagó sobre la formación de los periodistas. Ese informe fue presentado en la Asociación de Periodistas de La Paz, ubicada en la avenida 6 de Agosto. 

El periodismo digital, también conocido como cyberperiodismo, es la tendencia de la profesión, pero tiene como espacio principal a la red (Internet). La investigación analizó 70 medios digitales de Bolivia y se realizó entre octubre y diciembre del 2012. Cecilia Banegas, Jéssica Olivares, Jessica Terceros y Dagner Hidalgo fueron los investigadores.

Según la investigación, las universidades bolivianas no cuentan con una carrera de periodismo, la mayoría de esos centros de estudio tienen comunicación social o comunicación para el desarrollo, como carreras y/o especialidades. “Se recibe una formación general no hay una carrera especial en periodismo digital, tampoco hay cursos a nivel superior para hacer una especialización (para) la gente que ejerce el periodismo”, señaló Banegas.

La investigadora indicó que los periodistas digitales antes de ejercer, como tales, fueron blogueros que se apropiaron de las herramientas virtuales. “Ha sido una formación autodidacta”.

Los planes de estudios, de las universidades bolivianas, no contemplan como materia periodismo digital y menos como una especialidad. “Es una falencia, desde las universidades se debe abrir, este nuevo espacio, para formar profesionales en el área”, expresó Banegas.

Wilfredo Jordán, editor de contenidos digitales del proyecto Gobernabilidad Democrática 2.0, del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, expresó la necesidad de incorporar en el Plan de Estudios la especialidad de Periodismo Digital. “En la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés) hay un seminario de Nuevas Tecnologías, habría que ver qué puntos se desarrolla”.

Según Jordán se tiene que determinar el impacto de las nuevas tecnologías en la comunicación y el periodismo. A partir de esto se deben determinar también las necesidades y las líneas transversales en las que se pueden trabajar.

“El manejo de grandes cantidades de datos tiene que ser fundamental, se debería manejar el nuevo lenguaje periodístico”, precisó.

Jordán indicó que lo básico del periodismo en la web no cambia. “Si bien el periodista debe tener habilidades multimedia y lenguaje de las redes, lo que no tiene que  cambiar es el contenido ético se debe mantener los valores”.

Erick Torrico Villanueva, coordinador de ONADEM y director de Instituto de Investigación, Postgrado e Interacción Social en Comunicación (IPICOM) de la UMSA, indicó la necesidad de aprovechar las nuevas tecnologías. “Abre otros horizontes, no sólo para informar profundamente sino también para la realización profesional del periodista. No hay que tomarlo como pasatiempo, sino como un espacio y una herramienta”, afirmó Torrico.

 “Si queremos desarrollar un periodismo profesional, las universidades deben asumir la posibilidad de formar a los nuevos periodistas con la realidad, pero con la práctica en las realidades tecnológizadas que estamos viviendo”, dijo Torrico.

Según Torrico los periodistas deben apropiarse de las tecnologías con pasión crítica. “El que no curiosea no avanza, debemos saber usar las redes. Los estudiantes deben ser curiosos, mantener los valores del periodismo pero saber qué va a contar y cómo”, afirmó.

La primera etapa de la investigación, indica que el periodismo no puede negarse ni aislarse a la digitalización. “Los medios deben comprender la importancia de la interactividad… no deben comprenderse sólo como versiones digitales de medios tradicionales” (AquíCom).

Edición: Gloria Mamani MamaniLa Universidad debe formar periodistas digitales

Bodas de Plata de la Entrada Folklórica Universitaria

Testimonio

Bailar con la Diablada de Medicina es agotador, pero vale la pena

Wendy Pinto

Cuando decidí bailar en la Entrada Folklórica Universitaria no pensé que iba a bailar con la Fraternidad, que resultó ganadora de toda la Entrada en las Bodas de Plata, lo que significó un magnífico recuerdo.

El paso por el palco fue determinante, aunque había poco espacio, nos dimos lugar para realizar la coreografía que tanto habíamos ensayado durante frías noche en la plaza Villarroel. Diablos y diablesas comandados por dos arcángeles (Miguel), nos unimos para bailar quitándonos finalmente las máscaras, revelando nuestra identidad. Acción que causó furor en el público presente, con eso se fue todo el cansancio.

Nos reunimos con mis amigas antes de la Entrada de la UMSA, para evaluar nuestras opciones, yo deseaba bailar diablada, por el significado que tiene en nuestro país y de algún modo enseñar a los extranjeros que la cultura no se roba, se hace.

Caporal, morenada, ti’nku fueron las opciones, no me llamaba la atención ninguna de ellas, más bien cuando sugerí diablada mis amigas quedaron cautivadas por la idea. Fue entonces cuando fuimos en busca de fraternidades con la danza de la lucha entre el bien y mal.

Fuimos a con los Diablos Rojos de Comunicación y aún no estaban ensayando, faltaba un mes para la Entrada Folklórica Universitaria, no podíamos perder tiempo. Averiguamos en la facultad de Tecnología (antes Técnica) con los Diablos de la Tecnológica y tampoco habían empezado sus actividades, si ellos no habían empezado mucho menos los diablos de Geología, razón por la que fuimos a Medicina.

Es sabido que el baile característico de Medicina es la Diablada, porque simboliza el poder que tienen los galenos cuando atienden a un paciente, están entre la barrera de la vida y la muerte. Fuimos a la Facultad, ubicada en Miraflores, había un letrero que decía: ensayos de Diablada en la plaza Villarroel.

Cuando llegamos era evidente que ya tenían mucho tiempo de ensayo, hacían una coreografía con tinte militar, bien hecha y estilizada. Preguntamos todo lo que necesitábamos saber, el costo para participar con ellos era alto Bs550, nada despreciable. Accedimos porque era la Fraternidad más organizada que encontramos.

Ensayamos martes, jueves y sábado durante la noche. El frío era azotador, tanto que después de mi primer ensayo, me enfermé. Quedó en duda mi participación, retorné una semana antes de la pre entrada. La condición era que si me agotaba con facilidad en un ensayo, entonces no bailaría, por el contrario si eso no ocurría estaba más que afirmada mi participación.

Y así fue, no me agoté. Sólo las chicas con mucha energía podían bailar como diablesas, aquellas danzarinas que portan una máscara hasta la mitad del rostro y llevan una cabellera rojo fuego. Nuestro ángel era muy carismático y sencillo, nos enseñó los pasos como: el caballo, que consiste en un trote como el de los caballos.

El médico, encargado de la Fraternidad, dijo que los diablos y diablesas ya estábamos listos para hacer la coreografía del palco. Consistía en unir ambos bloques intercalados entre varones y mujeres, comandados por nuestros guías, los ángeles Miguel. El primer intento, como cualquier otro, salió mal y causó la furia del doctor —quien deseaba que todo saliera perfecto— que reprendió a los ángeles.

Ese sábado fue uno de los más largos que pasé haciendo la misma coreografía para un baile, pero valió la pena. Al atardecer cuando el doctor nos llamó de nuevo, todos estábamos preparados pero nerviosos porque de eso dependía irnos o no a descansar. Empezamos y nadie se equivocó, al finalizar la coreografía nos abrazamos con quienes ni siquiera nos conocíamos, fue divertido.

El día de la pre entrada fuimos ovacionados por el público asistente, recorrimos desde la plaza “Triangular” (la avenida Busch), hasta llegar a la plaza Villarroel. La polera de la Fraternidad era blanca con franjas rojas, utilizamos guantes del mismo color, una pañoleta plateada en una mano y en la otra, cintas del color de la bandera boliviana.

Fue cansador pero al menos ya teníamos idea de lo que iba a ser el día de la entrada. Llegó el viernes —un día antes de la entrada— día en que todos los fraternos debíamos vernos en la calle Los Andes. cerca de la avenida Buenos Aires. El lugar estaba repleto de universitarios que acudían a cada galería con el fin de recoger la ropa de su danza elegida.

Nos encontramos como con cuenta gotas. Cuando ya estábamos todas fuimos a recoger las máscaras a una galería especifíca, revisamos si estaban rotas y si eran nuevas o al menos de primera salida. Cuando tomé la máscara en mis manos, sentí el peso de la misma e imaginé el peso de las máscaras que iban a usar los varones.

Después fuimos a recoger el traje completo. Las botas y la falda fueron hechas a medida, he ahí el costo de los accesorios, nos entregaron la perchera, el cinturón lleno de monedas, la capa y la cabellera roja. Parte de las personas que asistimos a ese encuentro se probaron las prendas que nos entregó la bordadora, sin miedo a ser vistos por los demás.

La cita estaba hecha, teníamos que encontrarnos a las 16:00 en el puente de la Cervecería Boliviana Nacional. Mi amiga y yo nos alistamos en mi casa, pegamos esponjas en la máscara con el fin de que no nos corte la cara debido al peso.

No sabíamos que teníamos que adherir la cabellera roja a la máscara. Grande fue nuestra sorpresa cuando llegamos al lugar, otra de mis amigas estaba ahí con la cabellera cosida a la máscara. Entonces le pedimos a su hermano solucione nuestro problema, y así lo hizo.

Debajo del puente, ese día había un centenar de comerciantes con accesorios de baile, ganchos, cintas, hilo, agujas; asimismo, había maquillistas, peinadoras entre otros comerciantes. Nos facilitó la tarea de encontrar lo que buscábamos: una aguja y un hilo color rojo.

Después del susto nos reunimos con las demás diablesas y esperamos hasta que lleguen los demás miembros de la Fraternidad. Pasó una hora, 17:00 y todavía no avanzábamos. ¿Qué pudo pasar para demorar tanto? Nadie sabía pero la respuesta era que la tardanza se debía a que una fraternidad de chacarera avanzó lentamente con el propósito de “lucirse”, y por si fuera poco un poste de luz se había caído en media avenida.

Ingresamos a las 18:30 cuando la noche empezaba a hacerse evidente. Así que decidimos encender las luces de nuestras máscaras con el propósito de alumbrar el camino. Esta acción causó el aplauso de los presentes, quienes a medida que pasábamos nos animaban y algunos decían “Fuerza diablos”.

La cláusula para ganar el evento era que ningún miembro de la Fraternidad debía sacarse las máscaras, eso incluía a las chinay supay. La verdad el peso era demasiado, pero valió la pena porque la gente se emocionaba al vernos bailar, algunas personas se acercaban y nos pedían sacarse una foto con nosotras, otros nos invitaron refrescos (para el cansancio), otros dulces. El cariño de la gente fue fundamental porque apoyaban la danza y decían: “La diablada es boliviana”.

Cuando llegamos al palco oficial la emoción que sentíamos era grande, los médicos pusieron humo artificial del color de la bandera boliviana e iniciamos la coreografía con bastante energía, tanto que las autoridades presentes en el palco se pusieron de pie y bailaron con nosotros. Los medios de comunicación se acercaban a grabarnos y los flashes de las cámaras eran constantes, y cuando nos quitamos las mascaran cautivamos a las personas ubicadas cerca, las que nos ovacionaron y aplaudieron.

Me hicieron olvidar el cansancio que tenía, el peso de la máscara se hizo ligero. Bailar con tacones no es sencillo, tampoco portando monedas de cobre tan pesadas como las nuestras, mucho menos con una capa de buen peso por el bordado a mano y la capa de plástico que cubría el trabajo de su creador.

Fue divertido y emocionante, fueron emociones encontradas las que viví en las Bodas de Plata de la EFU el 2012. Me alegré de haber escogido esta Fraternidad para bailar porque no me equivoqué, ganamos como Fraternidad en los 25 años de la EFU, es un evento que queda para la historia, para la vida y para la eternidad. ¡Fuerza diablos de Medicina! (AquíCom).

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