tribuna
Ese joven ahora pasa más tiempo ocupado en el internet mediante sus dispositivos móviles
Julián Alcoba Apaza
El presente escrito busca llamar la atención al inerte joven boliviano, en especial a los universitarios de Bolivia. La tarea imperiosa en tiempos de Evo se hace más difícil para el estudiante universitario, ya sea que se encuentre en una pública y/o privada. En pasillos de cada carrera, suponemos, que tendría que haber una mayor preocupación del sendero académico, personal y político del joven universitario boliviano.
Me refiero específicamente a quienes no simpatizan con el gobierno actual; sea por “factores” del que “se debe respetar el referéndum del 21F”, “la corrupción tiene hundido a las instituciones del Estado y del gobierno”, (y qué decir de las instituciones privadas, ONG, etc.), de “el gobierno reprime sin temor a las personas con discapacidad (en silla de ruedas por la petición de aumento a los Bs500)”, de que “los cocaleros de los Yungas son gente que hicieron alianza con la derecha (y EE.UU.)”, de “matar a un universitario de la UPEA por órdenes desde el Ministerio de Gobierno (o de las instituciones del orden)”, entre otros aspectos no menos importantes.
A esos jóvenes que no están con las juventudes del Movimiento Al Socialismo, desde distintos movimientos sociales, plataformas ciudadanas afines al oficialismo, mencionarles que hay que prepararse seriamente para un futuro donde no se dependa del actual gobierno de turno (y mejor aún sería desplazarlo). Personajes políticos que pugnaron por la conquista (recuperación) de la democracia que ahora imperan (y alardean sin temor alguno a pesar de haber pasado de bando por gestiones con distintos partidos políticos —de derecha a izquierda y de izquierda a derecha—, haciendo alianzas, etc., etc.) en sus campañas como discurso de los partidos políticos lanzados a elecciones presidenciales el 20 de octubre del presente año.
A ese joven que ahora pasa más tiempo ocupado “pesquisando” en el internet mediante sus dispositivos móviles, laptops, computadoras; o incluso buscando “wifi” en una zona equis o en la línea roja de “Mi Teleférico” (en La Paz), a ese que le tiene sin preocupación alguna su alrededor, a ese que critica por criticar al gobierno pensando que “de por sí” nomás se construye (automáticamente) la realidad en la cual vive, mencionamos que (ya) no se puede llevar ese modo de vida.
En tiempos del siglo XXI donde nuestro país que hace 67 años no se pudo ni desligar políticamente (tampoco económica, ni culturalmente como plantea actualmente el gobierno) en beneficio de las mayorías.
No estamos en la postura más de tener una mentalidad provinciana de “yo me dedico a mis cosas (sin sentido) y el resto me tiene sin cuidado”. Ya no se puede pensar así de manera tan rústica en tiempos de Evo. Donde la juventud boliviana que oscila entre los 19 a los 26 años hay una brecha grandísima que nos separa de formación, dedicación, para preocuparnos por la realidad boliviana que nos toca vivir.
¿Adónde se fue pues, entonces, esa actitud nostálgica (aunque sea) de buscar un mundo mejor que éste?
En cambio, las juventudes del MAS sí tienen para rato; pero debemos también ser sinceros que mientras Evo-Álvaro sean candidatos a presidente y vicepresidente ningún líder que destaque de dichas filas podrá tener alguna posibilidad de ocupar dichos cargos para dirigir el país.
Es hora de dejar de lado el tipo de comportamiento latente del joven universitario. Es necesario formarse académica y políticamente; es necesario dejar de lado la percepción provinciana, egoísta, individualista sin sentido. Es hora de pensar en Bolivia.
Mientras el mundo se friega/jode por el calentamiento global, la deforestación, animales en extinción provocados por el hombre, la contaminación de residuos minerales a ríos, represas (como ser Milluni, Potosí), o la contaminación de desechos plásticos y de industria minera, llevan a la necesidad de preocuparse minuciosamente por Bolivia.