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¡Tabaquismo no, alcoholismo sí!

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tribuna

Manuel Gonzales Callaú

Mayo 2019

En estos días se está preparando la aprobación de una nueva ley sobre el tabaco. Según el proyecto difundido, los fumadores serán más arrinconados, a fin de reducir el consumo de esa hierba que la utilizaban ritualmente las antiguas culturas de América y aún siguen haciéndolo algunos pueblos indígenas.

Los índices de mortandad son altos entre fumadores y fumadores pasivos a causa del consumo de tabaco, tanto a nivel nacional como mundial; es por eso que se está impulsando la reducción de esa dependencia, ya que la nicotina que contiene la hoja de tabaco, es la causante de esa adicción.

En muchos países, a fin de reducir el consumo del tabaco, además de las restricciones similares a las que se piensa aprobar en Bolivia, se graba un alto precio; sin embargo, ese detalle no es ningún óbice para que se siga consumiendo.

Pero, además del mal a los pulmones y sistema circulatorio que se provoca el fumador y colateralmente reciben los fumadores pasivos, ¿por qué el Estado y los organismos supraestatales no realizan igual campaña contra el consumo de alcohol?, ¿o es que el consumo de alcohol es inofensivo?, ¿o es que los fabricantes de alcohol son muy poderosos e intocables?

Cuando uno se encuentra con un fumador, la relación con aquel puede continuar sin inconvenientes, aunque el no fumador exponga su salud por un momento al aspirar el humo tóxico del tabaco quemado; pero, cuando uno se encuentra con un borracho, la relación se hace incómoda e insoportable, porque debe haber muy pocos consumidores de alcohol que lo hacen sin incomodar a su alrededor.

El consumo de alcohol, como se hace generalmente en el país, es decir, en exceso y sin responsabilidad, lleva a situaciones que éstas, muchas veces, acaben en tragedia, no sólo para el bebedor, sino para su entorno y para personas que no tienen nada que ver con el ebrio.

La alta cantidad de dramas ocasionados por el consumo de alcohol es alarmante, los que van desde accidentes en carreteras, peleas, crímenes, violaciones y mucho más. Al contrario, el consumo de tabaco no provoca ninguna tragedia colectiva o masiva.

No resulta nada extraño que un partido de fútbol de amigos acabe en una borrachera o el bautizo de nuevos estudiantes de una universidad o la finalización de un curso o un cumpleaños o una guitarreada o una fiesta patronal… borracheras que generalmente son la antesala de conflictos y/o, también, el preámbulo de que l@s ebri@s sean asaltad@s, violad@s, asesinad@s.

El fumador contamina el ambiente con humo y nicotina; el ebrio lo contamina con pesadez, violencia, agresividad, atrevimiento.

Preocupa que algunos justifiquen el consumo de alcohol como fuente de alegría, de relacionamiento, de desinhibición; pero es más preocupante que la primera autoridad del país, Juan Evo Morales Ayma, abogue para que el precio del alcohol rebaje. Así recomendó recientemente en la inauguración de la fábrica estatal de envases de vidrios. Allí señaló que el costo de las botellas de la nueva fábrica será inferior a las que actualmente usan: “…como bajará el costo de la botella, he pedido a los cerveceros que rebajen el costo de la cerveza", dijo la autoridad y los asistentes estallaron en risas, aplausos y gritos de apoyo, a lo que agregó: "Miren hermanos, eso es más aplaudido". ¡Claro!, cómo no van a alegrarse, dar gritos de apoyo y aplaudir quienes son adormecidos por discursos que promueven el desenfreno. Qué lástima que el Primer Mandatario aliente el alcoholismo, la dependencia, en lugar de infundir e incentivar valores.

Y tal como va este “proceso de cambio”, es muy posible, desgraciadamente, que se rebaje el precio de la cerveza y de otras bebidas alcohólicas. Qué mejor para el régimen de Morales tener “hermanos” ebrios; así también puede aumentar los votantes para su ilegal participación en las próximas elecciones.

Resulta totalmente incoherente que la ley 259 de Control al expendio y consumo de bebidas alcohólicas, sea defenestrada por el mismo Morales que la promulgó el 2012, porque si ahora es quien promueve que las bebidas alcohólicas sean baratas, de esa forma está incentivando que su consumo sea mayor.

Si realmente hubiera interés en disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, debería incrementarse el costo de todos estos productos, mejor si es con precios prohibitivos, como una de las medidas a aplicar, y no como propone el Presidente: rebajarlos.

Esta conducta irresponsable tiene una sola explicación: Morales está ebrio de poder y seguirá haciendo cualquier barbaridad con tal de mantenerse en el cargo, más aún si entre sus adeptos tiene una muchedumbre que espera cumpla su promesa de conseguir bebidas alcohólicas baratas.

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