Tinku verbal
Andrés Gómez Vela*
La Paz, Página Siete, domingo, 25 de octubre de 2015
Un día escuché decir a un amigo querido que milita en el MAS: ¿Qué miedo tienen de ir a las urnas a decidir la reelección? No, no se trata de urnas, menos de miedo, se trata de democracia, que se define por las reglas y valores consensuados para convivir bien. Tampoco se trata de decir NO o Sí sin fundamento, sino de demostrar las razones. Aquí van las mías:
Primera razón.- NO, porque el presidente Morales prometió en octubre de 2008 que iba a ir a una sola reelección. "Hoy día está en los periódicos; Evo no es ambicioso, Evo no tiene intereses pese al mensaje que hemos recibido ayer, Evo 20 años o más años de presidente, no estamos ahí”, declaró aquella vez. ¡Que cumpla su palabra! Votar Sí, significaría desconocer el ama llulla, establecido en la Constitución y recientemente universalizado por la ONU, y aplaudir su mentira.
Segunda razón.- NO, porque después de habernos mentido la primera vez nos volvió a "mamar” en septiembre de 2014, cuando declaró a El Deber que después de 2020 iba a abrir un restaurante para ser mesero y cobrar por cada foto. Quiero comer en su restaurante en 2020 y sacarme una foto (aún no sé cuánto será su tarifa). ¡Que no sea llulla! Votar Sí, significará aclamar la "mamada”.
Tercera razón.- NO, porque las urnas no determinan la democracia. De otro modo, serían muy demócratas dictadores como Stroessner, Trujillo y otros que organizaron elecciones, ganaron y gobernaron años con el cuento de "estabilidad”.
Cuarta razón.- NO, porque ya este mandato de Evo es inconstitucional. Votar SÍ significaría consagrar la violación de la Constitución y querer repararla con un referendo.
Quinta razón.- NO, porque quiero saber ¿cuánto gastamos cada día en la manutención del Presidente? ¿Cuánto cuesta cada uno de sus viajes? ¿Quién paga los viajes del equipo presidencial de fútbol? ¿Cómo está el Evo Cumple, hay corrupción? ¿Cuánto gasta cada día el avión presidencial? Mientras siga el MAS, dudo que haya información.
Sexta razón.- NO, porque exijo juicio justo y cárcel para los asaltantes del Fondo Indígena y los otros casos de corrupción. Mientras continúe Evo, sospecho que seguirá la impunidad.
Séptima razón.- NO, porque pido respeto al pacto social alcanzado en 2009, cuando quedamos en una sola reelección y voté SÍ a la Constitución.
Octava razón.- NO, porque la democracia es regla y no sólo voto. Primero nació la regla, después el voto. Las reglas definieron voto universal, edad, tiempo, sistema. En tiranía primero se da el voto y luego se impone la regla. En 2009 se concertó la regla: una sola reelección.
Novena razón.- NO, porque no quiero que mis hijos tengan toda su vida un solo presidente, un solo partido, un solo grupo de políticos, una sola oligarquía de dirigentes.
Décima razón. NO, porque quiero más la democracia que a Evo y a sus epígonos. Y democracia es equilibrio de poderes.
Mientras escribo este artículo me chatea un amigo "azul” decepcionado: "Después de Evo, ¿quién? ¿Samuel? ¿Tuto? Nooooo”. Grafica su mensaje con un "emoticón” que se agarra la cabeza.
El referendo del 21 de febrero es para decir NO o SÍ a la eternización de Evo, quien, si ya nos mintió en 2008 y 2014, lo puede volver a hacer en 2019, 2024, 2029, 2034, 2038. Después del 21 de febrero, los bolivianos buscarán sabiamente al sucesor. En todo caso, el tema se definirá en 2019.
Justo cuando me faltaba un párrafo a esta columna otro amigo pregunta: "¿y la estabilidad?”. A ver. ¿Quién o quiénes pueden causar inestabilidad? ¿Los cocaleros del Chapare? Puede ser. Si el siguiente Gobierno decide cortar el 94% de la coca de esa región que va al narcotráfico (datos de la ONU), obvio que causarán inestabilidad. Quizás hasta pidan ser autonomía regional o décimo departamento.
Pero, la coca del Chapare ya no se justifica ni económica ni moralmente. Antes se permitió porque decían ser pobres y que era su único sustento. Hoy tienen aeropuerto de primera, empresas, autos, dinero y futuro. ¿Es concebible una persona acomodada sembrando coca? Por todo ello, decir NO a la Rerererere de Evo será decir sí a la democracia.