alasita 2013
Redacción de Aquí
Y no olvide que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia o mala interpretación de gente infiltrada y malintencionada
Cómo mamar bien
Esto puede parecer un manual para las wawas recién nacidas, pero eso es imposible porque ellas, con sus instintos, no tienen que seguir ningún manual para alimentarse ni de instrucciones de entendidos mamones.
Se trata del resultado de una investigación lograda gracias a la simple observación, a entrevistas (guardaremos la identidad de los informamantes), espionaje (por supuesto con pinchazos telefónicos) y otras mañas realizadas ejecutadas por personajes que flotan y reflotan en los regímenes de turno, gracias al olfato que tienen y que los lleva, como si tuvieran GPS, a disfrutar de la mamadera.
A fin de no perjudicar a nadie, trataremos de no dar muchas pistas de las fuentes, para que los lectores de este manual no vayan a pedirles autógrafos.
El aspirante a mamón o mejor a pachamamón, para aspirar (valga la rebuznancia) a tan ansiado título, debe cumplir los siguientes requisitos:
1. No se debe tener sangre en la cara y, si la tiene, debe maquillarse con polvos blancos, así no se notará si se sonrojará.
2..Si va a ejercer un cargo desde donde tenga que declarar ante los medios periodísticos, conteste sobre lo que no le preguntaron.
3. Antes de asumir el cargo, haga su declaración jurada inflando montos ahorrados, bienes y males, así nadie se dará cuenta de que aparecieron millonarias sumas en sus bolsillos.
4. Sea siempre agradecido con los periodistas porque ellos no averiguarán nada de su pasado ni le preguntarán dónde mamó antes.
5. Saque de su billetera los carnets de los partidos a los que estuvo afiliado y esconda las camisetas, chamarras y gorras de antiguas campaña neoliberales, pero no deseche nada porque los puede necesitar otra vez.
6. Destierre de su vocabulario viejas palabras como; compañero, camarada, compadre; convenzase de que ahora todos son hermanos.
7. No deseche de su vestuario los ternos de casiMIR inglés ni las corbatas ni las camisas de seda, símbolos de los funcionarios del neoliberalismo, porque habrá ocasiones en las que volverá a usarlos con orgullo. Pero tenga a mano chalinas, lluch’us, ponchos, sombreros alones y petiteros, gorras, cascos (de mineros, de militares, etc.) para lucirlos en los numerosos actos a los que asistirá.
8. Destierre de su vocabulario la palabra ¡basta! e incorpore el adverbio MÁS porque el exceso es lo que vale en estos tiempos de mambo.
9. Ponga cara de sufrido, de pobrecito, de humillado porque así tendrá MÁS prestigio entre los turistas extranjeros que nos visitan y entre los embajadores.
Ahora, luego de la exposición de esos requisitos que deben ponerlos en práctica de inmediato, vamos al meollo del negocio… ¡perdón!, decimos del Manual:
— Lea siempre el periódico que dice decir la verdad, para tener temas de conversación con sus jefes y adularlos como ellos quieren.
— Vea los deformativos del canal de Televisión del Estado Pluridemencial y sus revistas de la noche, especialmente de Burracio Malpinche; así tendrá el libreto completo para llunk’earse a rabiar con sus jefazos.
— Asista a los actos de entrega de obras que se realizan en su lugar donde mama, o donde vive, y lleve banderas siempre y luzca las chamarras o poleras oficiales.
— Trate de ubicarse (o de que lo ubiquen, tras una buena aceiteada) en puestos claves de la mamanistración impúdica, porque de eso depende que mame bien.
— Haga seguimiento a las actividades, discursos y cualquier manifestación del grupo clave de esta cruzada: los pachamamones. La vida, pasión y suerte de sus componentes es la mejor escuela para aprender a mamar bien.
— No crea en las mentiras que salen en los medios sobre negociados en la petrolera del Estado, o la desaparición de unas barcazas, o la inexistencia de unas fábricas recién creadas (de papel, lácteos y otras vainas), o la adjudicación por invitación directa de obras millonarias (sin licitación pública)… Todas esas versiones son propaladas por envidiosos y resentidos que no pudieron conseguir un cargo en este nuevo Estado de cosas.
— Si aún está en edad de ingresar a las escuelas militares o policiales, hágalo sin pensarlo dos veces; y si tiene mayor edad, meta a sus hijos a esos emporios de riqueza y poder. Allí estará muy bien protegido, y no habrá motivo que lo detenga hacia el objetivo supremo: mamar bien.
— Si no puede entrar a esas escuelas del poder, afíliese (si aún no lo está) en los sindicatos de choferes, cooperativistas mineros, colonizadores y comerciantes “minoristas”, así podrá legalizar sus vehículos chutos, enriquecerse con la extracción de minerales sin pagar impuestos, plantar en varios catos de la hoja bendita en las improductivas reservas naturales o vender masivamente productos extranjeros sin tributar a nadiesss. ¡Hágalo ya!
— Si ya está bien colocado en la mamanistración impúdica, programe o invente viajes a donde sea. Si es al exterior, para asistir a congresos, a cumbres, a asambleas y, si es al interior, para evaluar, devaluar, inaugurar, diagnosticar, supervisar, agasajar, acompañar, etc., etc.; de esa forma podrá cobrar cuantiosos viáticos que le aumentarán desproporcionadamente su patriótico sueldo; pero, para alcanzar el objetivo supremo del nuevo Estado del mambo (es decir: mamar bien), en los lugares a los que viaje, hágase invitar y no gaste ni un centavo de su bolsillo.
— No pierda contacto con ex correligionarios, amigos, ex socios para recomendarles que se presenten en las licitaciones públicas de obras (si las hay) y haga usted (que ya tiene experiencia) el enganche, para luego pedirles a los que adjudiquen “su voluntad” noMÁS.
— No sea grosero como el Quinciño, un antiguo mamón del neoliberalismo. Conténtese con solo el diez…
— Crea en las revelaciones de los supremos pachamamones, como el fin de la cocacola, los efectos pasionales que provoca comer papalisa, las secuelas que dejan en el organismo el comer pollos, el sexo de las piedras. Ponga en práctica esos dogmas con fe.
— Asista siempre a las presentaciones de libros, folletos y otros escritos sobre las teorías envolventes, egocéntricas, autoconfesionales, esotéricas, esquizofrénicas de los teóricos del pachamamismo y recibirá un ejemplar al final del acto. No importa si no entendió nada o se durmió en medio evento, y no recibió el texto porque luego puede comprarlo a dos lucas junto al diario “Soy llunk’u y qué?” Lo importante es que aprenda de memoria unos párrafos y demuestre que es un aplicado mamón.
— Esté atento a las explicaciones de los grandes maestros del mamar bien, para aprender cómo se debe transformar un desastre en un éxito.
— Siempre que pueda diga que trabaja quince, dieciocho o las veinticuatro horas del día, que no duerme, y que es un semi-dios que no necesita descanso que precisan los insignificantes mortales
— No utilice nunca MÁS en tono de burla la expresión “¿creo que me estás mamando?”, porque en estos tiempos de mambo de eso se trata: de mamar bien.
Recoja su ejemplar del este Manual en la Escuela del Mamar Bien.