Andrés Gómez Vela, exdirector de la Red Erbol
”Si quieres una sociedad sin excluidos, no puedes aceptar que haya excluidos del otro lado”.
Domingo, 19 de abril de 201
Juan Salazar, director de Página Siete, Andrés Gómez Vela e Isabel Mercado, subdirectora.
Página Siete / La Paz
Andrés Gómez Vela, quien acaba de dejar la dirección de la Red Erbol tras siete años de gestión, afirma que la cadena radial nunca estuvo en contra del Gobierno, como se le acusa desde el Ejecutivo, sino "a favor de la democracia, de los derechos humanos, que es lo que importa”.
Abogado y periodista, recuerda que Erbol se fijó como misión no sólo enseñar a leer a los excluidos, a los indígenas, con sus planes de alfabetización, sino a "leer su realidad para transformarla” y, en definitiva, para tomar el poder. "Por eso, en algún momento nos han dicho: ‘ustedes, los de Erbol, han convertido a Evo Morales en presidente’”, recuerda.
Gómez Vela sostiene que Erbol L no ha cambiado de principios, que sigue defendiendo a la gente que sufre exclusión e injusticias, así sean blancos o derechistas. "Nosotros no hemos cambiado, ha cambiado el Gobierno”, subraya.
Doce años en ERBOL, siete en la dirección, un gran mirador. ¿Cómo has visto al país en estos 12 años?
En una de las asambleas de los directores de las radios afiliadas de la Red, en 2003, debatimos una cosa muy interesante, discutimos sobre nuestro objetivo, nuestra misión. Y la misión que nos habíamos propuesto era que los indígenas, los excluidos, que habían tomado la palabra a través de Erbol, tomaran el poder. Esa era, clara, la misión.
¿La misión de ERBOL?
Sí, sí. ERBOL tiene una visión política, eso no lo puede negar nadie. Erbol enseñó a leer en los 60 a través de la alfabetización de las radios, no para que lean el alfabeto inocentemente, sino para que lean su realidad con una visión marxista: lee el alfabeto, lee tu realidad y transforma tu realidad, en 1967-1970, cuando nadie pensaba esto. Estaba radio San Gabriel, la voz aymara; Radio Bolivia, en quechua; Radio Pío XII, de los mineros, que decían: a este pueblo lo que le falta es autoestima.
¿Cómo vamos a levantar su autoestima?
Que hable en su idioma, que cante sus canciones, que haga radio en su idioma. Un pueblo que sabe leer, lee su realidad, tiene autoestima, puede cambiar las cosas, toma decisiones políticas. Y lo hizo todo este tiempo al enfrentar a las dictaduras. Ya entonces, Erbol se dirigía al nuevo sujeto, al indígena, no tanto al proletariado. Y es en esa asamblea que Erbol dice: hay que trabajar para que los indígenas no sean excluidos, pero no para sacarse la foto, sino para que decidan políticamente. Ya habían visto eso el 95 con la participación popular, el 97 con las elecciones municipales. Los campesinos estaban empezando a tomar decisiones en los municipios, pero querían el poder central y se trabajó en ese sentido. Por eso, en algún momento, nos han dicho: ustedes, los de ERBOL, han convertido a Evo Morales en presidente. A mí me lo dijeron personalmente…
De hecho, ERBOL jugó un papel importante el 2003, en la Guerra del Gas…
Exacto. Ya habíamos cubierto la Guerra del Agua con una mirada crítica, también la crisis de febrero, cuando hubo el enfrentamiento entre militares y policías, y cuando viene octubre, nosotros, en la asamblea de directores, ya habíamos discutido lo que íbamos a hacer, cómo ayudar a que los indígenas puedan acceder al poder, pues a través de la comunicación, de la información, de la liberación, teníamos una estrategia de participación de la gente. Trabajamos en eso. Viene octubre y coincide con la crisis de Estado, una crisis de Estado que, por supuesto, Erbol divisa rápidamente y no se pone ni del lado del gobierno ni en contra del gobierno, sino del lado de la vida, del lado de la democracia, porque en democracia no puedes matar a tu pueblo, es inconcebible.
Si ERBOL se había fijado esa misión y más allá de las acusaciones de que ustedes eran masistas o que pusieron a Evo en la Presidencia, había una coincidencia. Pero, ¿qué ha pasado en estos años para que el Gobierno acuse a Erbol de ser un medio opositor?
Voy a repetir lo que dijo el padre Roberto Duret, que sufrió la represión de la dictadura, un hombre visionario. Este cura dice: "Nosotros no hemos cambiado, no tenemos por qué cambiar, nosotros somos antiexcluidos; si hoy los excluidos son los blancos, tenemos que estar a favor de los blancos”. ¿Qué clase de democracia es ésta que vamos a aceptar la exclusión de un lado y vamos a criticar la exclusión de otro lado? Si la injusticia la sufren los derechistas, pues tenemos que defenderlos; ser derechista no es delito. Tenemos que defender a la gente que sufre injusticias y exclusión; antes eran los indígenas y nos hemos puesto al lado de los indígenas. Entonces, nosotros no hemos cambiado.
¿Eso convierte a Erbol en un medio de derecha?
No, nosotros no somos de izquierda ni de derecha. Sencillamente hemos sido consecuentes con lo que pregonamos. Si tú quieres una sociedad sin excluidos, no puedes aceptar que haya exclusión del otro lado, eso no es democracia, estarías traicionando tus propios principios. Entre el 2006 y el 2008 nos jugamos la vida con nuestras radios. Radio ACLO estaba a punto de ser quemada en Sucre por la gente que ahora es aliada a alguna gente del MAS; Radio Alternativa, en Santa Cruz, fue atacada por la Unión Juvenil Cruceñista; Radio San Miguel, en Riberalta, fue atacada constantemente porque creían que éramos masistas, pero pasa a el tiempo y parece que se invirtieron las cosas. Hay hechos que marcan nuestra actitud no contra el Gobierno, sino a favor a la democracia. Eso quiero dejar claramente establecido.
Los comunarios de Caranavi reclaman una promesa electoral y se les responde con bala, hay dos muertos. Hasta ahora no han aclarado el hecho, y cuando nosotros preguntamos por qué los mataron, responden con el mismo discurso de Sánchez de Lozada, que eran subversivos. Nosotros reclamamos por los derechos humanos de estos jóvenes y dijimos que en democracia no puede haber muertos. En las elecciones subnacionales de 2010, alertamos sobre lo que estaba pasando, que había dedazo, y uno de los lugares afectados fue Achacachi. Nosotros hicimos una encuesta y nos acusaron de manipulación. No era así. Nosotros estábamos reflejando lo que estaba pasando en las filas del partido de gobierno, pero nos acusaron de fomentar el voto en contra del MAS.
Después vino el TIPNIS, que fue lo más duro, con la gran cantidad de gente que recibió la marcha en La Paz. El Gobierno dijo que todo eso fue culpa de Erbol. Nosotros fuimos al TIPNIS antes de la marcha y vimos que la gente estaba en contra de la carretera. Después vino el Censo. Como tenemos radios en diferentes lugares, dimos mucha información de los que ocurría en todo el país. Acusaron a Erbol, de decir, que el Censo era un fracaso. Después, obviamente, actuaron con cierto prejuicio respecto a Erbol, porque supongo que para el Gobierno es mejor la propagando que la información. Nosotros no estuvimos en contra del Gobierno, en ningún momento; siempre estuvimos a favor de la democracia, de los derechos humanos, que es lo que importa.
Si ERBOL no cambió, ¿en qué cambio el Gobierno?
El ciudadano común que lee todos los días el periódico, escucha la radio, puede comparar fácilmente entre el MAS de 2006, el de 2009, el de 2010 y el de ahora. Sólo algunos tips: ese MAS que condenaba a la oligarquía, a la derecha , hoy es su aliado en Santa Cruz; la Unión Juvenil Cruceñista, que perseguía a los militantes del MAS, no sé si seguirá siendo aliada, pero el Presidente les dio la bienvenida. Fíjense la lista de candidatos, de qué filas provienen. Veamos el tema tierras, cuánto de lo que dice la Constitución se cumple, cuántos terratenientes hay, cuántos medios tenía el 2006 y cuántos medios tiene ahora. Entonces, los cambios están ahí, a flor de piel.
¿Cómo ves el papel de los medios independientes, cuando los acusan de ser neoliberales o de derecha?
¿Qué sentido tiene un medio que pasa desapercibido, qué sentido tiene su existencia? A nosotros nos pueden decir todos los días que somos de derecha, pero no nos sentimos aludidos porque nuestra historia es riquísima en el plano de la defensa de la democracia y los derechos humanos. Yo creo que es un rótulo para intentar descalificar a algunos medios. Les funcionó en algún momento. Y esos medios que apostaban entre el 2006 y el 2008, que en realidad no hacían periodismo sino política, también les fue muy mal, porque fíjense la línea que tienen ahora esos medios.
Cuando haces periodismo sabes que estás tocando diferentes poderes fácticos, determinadas irregularidades. No se puede esperar un aplauso de esos grupos, es preferible que te critiquen a que te aplaudan, porque si te aplauden es que estás haciendo algo malo, porque tú eres leal a tu sociedad, a tu país, no a un partido, no ha un gobierno. Si eres leal a un gobierno, estás velando por su imagen y estás traicionando a la sociedad.
"El Gobierno no quiere que hagas periodismo, quiere propaganda”
Como periodista independiente y uno de los líderes de opinión más influyentes del país, Gómez Vela afirma, categórico: "El Gobierno no quiere que hagas periodismo, sino propaganda”. Y como exdirector de un medio que ha sido vetado para recibir publicidad estatal, sostiene que "el veto tiene por objetivo cambiar tu línea editorial”.
"Hay algunas amenazas para la libertad de expresión que son muy evidentes”, como por ejemplo, el tema de la publicidad estatal, dice. "Nosotros hemos hablado con mucha gente que trabaja en los propios ministerios. La orden de vetar la publicidad para algunos medios viene desde la Vicepresidencia, y quien ejecuta ese veto es la viceministra Claudia Espinoza con sus directoras, no sé qué cargo tienen estas personas, Silvia Salinas y Yandira Claros”, agrega.
"Es toda una política que busca, a través del veto de la publicidad estatal, coartar el derecho a la información de la gente, porque esa es la intención; el veto a la publicidad tiene por objetivo cambiar tu línea editorial. Es decir, el Gobierno no quiere que hagas periodismo, sino propaganda. Ahí está violando el derecho a la información de la gente”, puntualiza.
Asimismo, sostiene que "en los medios del Gobierno no hay pluralidad”, que son simples ”aparatos de propaganda” y que, "por tanto, violan el derecho de información a la sociedad”.
¿Por qué dejó Erbol? "Por respeto a la institucionalidad”
Gómez Vela llegó a Erbol el 2003, como coordinador nacional, tras haber sido "echado del diario La Prensa, acusado de ser estratega del MAS”. Cinco años después asumió la dirección, en sustitución de René Zeballos.
¿Por qué dejas la dirección? "El día que asumí dije que iba a cumplir el periodo, porque es bueno respetar las normas que nos hemos establecido. Si no, ¿para qué escribimos las normas, si no las vamos a cumplir? Las normas están para cumplirlas”, responde. "Hay que aprender a cumplir ciclos, pero más que todo, tenemos que aprender a respetar la institucionalidad, y yo, en eso soy muy respetuoso”, subraya.
Gómez Vela recibió la Red con 30 radios afiliadas y la deja con 180, con "una rica historia como institución amplia, plural, reflexiva, defensora de los derechos humanos, de la democracia y del bienestar común”, resume.
Entre sus planes futuros, además de "buscar chamba”, tiene un par de proyectos editoriales: un libro sobre redacción, para sus alumnos de la universidad, y otro de cuentos.
Dice que también tiene algunos apuntes sobre prensa y poder, sobre los "modos de presión, cómo se le acercan a uno, cómo te intentan presionar”.