Luis Espinal Camps
Nuestro Semanario cree en la crítica constructiva. ¿Será una ingenuidad? No obstante, no parece que nuestras críticas constructivas logren siempre su objetivo, sino que solamente molestan.
La crítica constructiva es aquella que se dirige a los amigos. Si no fuesen amigos ¿para qué ofrecerles el servicio de una crítica constructiva?
Pero como la crítica suele doler, casi siempre se interpreta como crítica destructiva y malévola. Y entonces ¿vamos a perder un medio tan importante para no repetir errores u olvidos como en la crítica y la autocrítica?
Si los hombres de izquierda criticamos las debilidades de la izquierda ¿Quién corregirá nuestros defectos? ¿No vamos a esperar que la derecha nos dé una crítica constructiva y orientadora?
Pero, en realidad, si somos sinceros veremos que con dificultad se aceptan las críticas. Si el que critica es de la derecha su crítica obviamente "no vale", si es de otro partido, no se le hace caso porque se trata de "celos" o "rivalidad"; y si es de una orientación independiente se habla de "deslealtad" o de "alinearse con la derecha".
¿Será posible que no encontremos un cauce para la crítica constructiva?
Al parecer, los años de represión y persecución nos han sensibilizado en exceso, y así toda crítica la sentimos como persecución. Pero deberíamos librarnos de los complejos de perseguidos.
La crítica constructiva va generalmente arropada en la pregunta; porque se habla al amigo, ni siquiera se atreve uno a afirmar, sino más bien preguntarle para que él mismo responda. La pregunta estimula el diálogo, y no se trata nunca de un fallo inapelable; porque la pregunta no afirma sino que simplemente cuestiona.
¿Podremos preguntar, podremos poner el dedo en la llaga? Pero, por favor, no nos consideren enemigos cuando hacemos alguna crítica constructiva. ¿No es esto un presupuesto para una verdadera democracia?
Así como no rechazamos las críticas constructivas que sí nos hacen; esperamos que las críticas constructivas que hacemos sean útiles, y no sirvan sólo para irritar a los amigos.
Toda crítica constructiva admite una respuesta y está llana a recibir una explicación.
Tampoco esta nota se dirige a nadie en concreto, sino a todos aquellos (y no son pocos) que se han sentido dolidos por nuestras críticas que querían ser constructivas. (2-II-80).