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Jonatan Condori Roque
(AquíCom 21-07-14) El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, lanzó duras críticas en contra de las autoridades del Estado porque se niegan a entender y atender a las víctimas de la violencia política, agrupadas en la asociación que exige resarcimiento del Estado, por la violencia de la que fueron víctimas durante las dictaduras militares y fascistas del país, y que hacen vigilia, por más de dos años, frente del Ministerio de Justicia, en El Prado de La Paz.
“Miles de ciudadanos y ciudadanas van y acuden a las instancias que deben atender estos temas. Dicen ‘yo quiero que me resarzan porque fui torturada’ y (responden): ‘traiga pues su certificado médico forense y demuestre que fue torturado, traiga que el paramilitar le ha secuestrado, usted fue al exilio entonces demuestre pues con su pasaporte su exilio’. No entienden un carajo del problema”, afirmó.
El también activista de los derechos humanos agregó que hay que “democratizar la democracia” porque la historia del país se vino desarrollando sobre exclusiones y discriminaciones y con tratos a ciudadanos de primera y segunda, con una mirada liberal, donde los principios de los derechos eran simples enunciados.
Los regímenes dictatoriales tuvieron un “enfoque liberal, derechista y fascistoide” que persiguieron a los intelectuales, artistas, obreros y hasta activistas que defendieron la libertad y los derechos fundamentales de la ciudadanía.
“Parecen juegos de palabras (pedir justicia al frente del Ministerio de Justicia), es que se juega con la dignidad de las personas. No se entiende el sentido profundo de lo que es vivir en democracia, hacer justicia y allanar las asignaturas pendientes que tiene el Estado. ¿Cómo es posible que el Estado, en especie de reacción positiva, dicte una ley de resarcimiento para las víctimas de violencia política y cuando tiene que procesarse (piden certificaciones)?”, se preguntó.
Albarracín argumentó que las víctimas de las dictaduras tuvieron que huir del país a escondidas para salvaguardar sus vidas por lo que no cuentan con pasaportes, como se pide en el Ministerio de Justicia, menos tienen pruebas de las torturas porque las violaciones a los derechos humanos no fueron “certificados” por los agresores.
“Los dictadores son los enemigos de los derechos humanos y es obvio que para el dictador no existen los derechos humanos; por tanto, es lógico que ven como a sus enemigos y justificaron las desapariciones en las fosas comunes”, sostuvo.
De acuerdo con el Rector y de la UMSA y activista, no se puede construir el futuro de un Estado ignorando el pasado, como el caso de las víctimas de la violencia política, porque continuará cojo cuando no se restituye la dignidad de las personas porque sería “negarse como a sí mismo”, cuando se rechaza o ignora los derechos.
“(Por tanto), es importante recuperar la memoria y reconcientizar a la ciudadanía sobre la democracia y en especial al Estado, sólo así van a persuadirse del grado de responsabilidad que tiene con las víctimas de las dictaduras”, subrayó (AquíCom 21-07-14).