El domingo, 3 de marzo de 2013, en medio de congoja de familiares, amigos e instituciones a las cuales en vida perteneció; fueron enterrados en el Cementerio General de Oruro los restos mortales del ex presidente de la Asamblea Departamental de los Derechos Humanos de Oruro, Dr. Fidel Gutiérrez Martínez. Previo a ello se realizó una Misa de Cuerpo Presente en el templo de San Francisco, ubicado en las cercanías de la plaza “10 de Febrero”. En la oportunidad, uno de los sacerdotes que celebró el acto religioso, el padre franciscano Ignacio Harding, dijo que Fidel estuvo ligado a la iglesia desde su bautizo y ahora junto a la hermana muerte se despide de nosotros. La romería al Cementerio General fue a pie, como homenaje a Fidel Fidel Gutiérrez Martínez estaba en un nosocomio publico de la ciudad de La Paz, casi dormido, a las 23:30 del día 28 de febrero tuvo un paro cardiaco como consecuencia de un cáncer terminal en el esófago, enfermedad que finalmente cegó su vida.
En la ciudad de La Paz fue velado en la funeraria Valdivia a la que concurrieron amigos, amigas que residen en esa ciudad, así como representantes de CEPROMIN, UNITAS, SENARECOM, Movimiento Franciscano Justicia y Paz de La Paz. El viernes en la noche hasta medio día del sábado sus restos fueron velados en su domicilio, situado en la zona sud de la ciudad de Oruro, para luego ser trasladados a la Oficina de la Asamblea de los Derechos Humanos, institución a la que perteneció y de la cual fue su presidente. Luego fue velado en Justicia y Paz de la Orden Franciscana Seglar, en los ambientes del templo de San Francisco de nuestra ciudad.
El Dr. Fidel Gutiérrez por el lapso de 27 años estuvo unido a su esposa, la abogada Iris Baptista, con la que formó una familia junto a sus cuatro hijos: Violeta, Isaías, Gerardo y Daniel. Fidel fue hijo de los profesores Virginia Martínez y Sulberto Gutiérrez (+) .
“Mi esposo murió dignamente, muy tranquilo y sin sufrir dolor, con la compañía de amigos y amigas que durante los días que estuvo en el hospital lo visitaron, siempre debatiendo sobre los problemas que tiene nuestro país y sus posibles soluciones; sencillo y humilde como era siempre pensaba en los demás a los que dedicó toda su vida” dijo Iris Baptista.
En la Asamblea de los Derechos Humanos, los dirigentes y ex dirigentes de esta institución le rindieron un homenaje póstumo. Jorge Castillo, actual presidente de la Asamblea relievó su labor de compromiso y trabajo al mando de esta institución humanitaria de Fidel; Sonia Liebermann, activista de la Asamblea, recordó cómo fueron los hechos de octubre 2003 donde Fidel arriesgó la vida, escurriéndose de las balas, negociaba la paz, apoyaba la lucha por los derechos de las mayorías de nuestro país. Antes de ser traslados los restos de nuestro amigo y compañero a las oficinas de Justicia y Paz, los miembros de Derechos Humanos le dedicaron una hermosa poesía, cuyos versos rememoraron su fecunda lucha en defensa del que más sufre.
En Justicia y Paz, con una misa concelebrada por los padres franciscanos, el P. Harding, que llegó desde Cochabamba, el P. Tomás Valencia, párroco de San Pablo de la zona sur de Oruro y los testimonios de vida, rememoraron la presencia espiritual de Fidel en este mundo.
El domingo 3, a las 11:00 de la mañana y con otro acto religioso, se despidieron los amigos, compañeros y hermanos de Fidel, para luego trasladar sus restos al Mausoleo de la Tercera Orden Franciscana de Oruro.
Instituciones hicieron llegar sus ofrendas florales y acompañaron al féretro hasta su última morada.
Más datos:
—Fidel Gutiérrez Martínez nació en el hospital materno infantil, en Oruro, el 24 de julio de 1961.
—Salió bachiller en Sucre del colegio Junín, en 1979, se graduó como alumno destacado de la promoción.
—Estudió Derecho, se destacó durante todas las gestiones como uno de los mejores estudiantes de la carrera y se tituló como abogado en la Universidad Técnica de Oruro, UTO.
—En 1982 integra el Partido Comunista, fue parte del grupo de formadores de la Juventud Comunista de Bolivia e hizo trabajo político en universidades y organizaciones de base.
—En 1986 ingresa como activista a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Oruro (APDHO), apoya en el área jurídica como asesor de personas de escasos recursos; desde ese puesto denuncia, en forma tesonera y constante, la violación de los derechos humanos, ocupa cargos en la directiva de la Asamblea y asume la Presidencia de ésta durante dos gestiones.
—2003 su mirada política, junto a sus habilidades amigable componedor, aporta al proceso de transformació del país. Su actuación certera en el Directorio de la APDHO ayuda a resolver los conflictos de 2003.
—En 1989 integra el Movimiento Franciscano Justicia y Paz del que fue ministro (servidor) de la Iglesia Católica y Presidente de la Institución durante varios años, a cargo de la Célula Jurídica desde donde atendió diversidad de causas ad honorem.
—Fue abogado en el Obispado de Oruro.
—2008-2010 en la ex Prefectura del departamento de Oruro ocupó el cargo de Director Jurídico.
—2011, por tres meses, se desempeñó como abogado consultor en el Ministerio de Minería y Metalurgia.
—Último cargo que ocupó: responsable de la Escuela de Formación Política del Centro de Promoción Minera CEPROMIN, Oruro.
Quién fue Fidel Gutiérrez Martínez
Procede de una familia de maestros identificados con la clase obrera y con la ideología comunista, lo cual cimentó en Fidel su opción por los pobres y guió su accionar en la vida, su formación política se inició a temprana edad cuando su padre, miembro del Partido Comunista de Bolivia, le leía cuentos soviéticos como Sagion Fionav, que le hacían soñar con un mundo donde la justicia social era el principio fundamental; también estaban las historias de mitología griega y las enciclopedias, textos que actualmente son parte de la biblioteca familiar, junto a las obras escogidas de Lenin, obras de Gabriel García Márquez y otros.
Siendo un adolescente fue a vivir junto a su padre en la ciudad de Sucre donde concluyó sus estudios secundarios, volvió a Oruro y no pudo de inmediato iniciar sus estudios universitarios debido a que la dictadura de Banzer había cerrado esos centros de formación. Fue perseguido político, en una ocasión allanaron su casa, al recuperar la democracia al inicio sus estudios universitarios, oportunidad en la que continuó su vida de activista político en el Partido Comunista, en la que ayudaba a formar a los militantes de la Jota (Juventud Comunista de Bolivia). En los debates, su presencia infundía respeto porque sus opiniones eran fundamentadas y responsables, de tal forma que daban línea para el accionar político. Participó de varias huelgas universitarias en defensa de la autonomía universitaria, crítico implacable frente al accionar de algunos grupos de interés al interior de la UTO.
Por un breve tiempo fue funcionario judicial, ocupó el cargo de oficial de diligencias.
En 1986 , junto a las canciones de Silvio Rodríguez y la novela Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez, se enamoró y enamoró a una esposa; un poco tímido pero seguro de lo que quería en la vida, propuso a una universitaria de extracción minera que fuera su esposa y compañera, con lo que asumió el desafío de formar una familia: ya en pareja empezó a construir un espacio en el que experimentó y desmenuzó la vida, momento a momento, con Violeta e Isaías jugueteando a su alrededor y con una cara de asombro-alegría cuando nació Gerardo y un momento de angustia cuando nació Daniel por los casi 10 meses de embarazo (sus cuatro hijos). Esas relaciones paternales se desarrollaron de forma sorprendente porque el carisma de Fidel ayudaron a conjugar las enseñanzas con el amor lo que creció día a día, junto con la formación política, todo lo que estuvo presente en su familia.
Fidel tuvo una concepción del matrimonio a cabalidad, en el amor hizo lo suyo, esa mirada de ida y vuelta que decía: te quiero cada mañana y esos gestos de amor recíproco que hacía que los roles se redistribuyeran implícitamente con el principio de justicia social, las relaciones basadas en el respeto del ser de cada uno/a, con un pensamiento propio y libre lo que impulsaba iniciativas e ideas, con las que se debatía sobre lo que pasaba en el hogar y su relación con lo que pasaba en el contexto regional y boliviano, determinaba que la familia nunca estuviera obsorbida en lo privado, sino siempre con la mirada puesta en lo que pasaba con los demás.
Tuvimos la oportunidad de compartir principios de vida sólidos, debo reconocer como compañera de Fidel que aprehendí muchísimo de él, que aportó en mi formación como persona, la toma de decisiones en la casa siempre estaba rodeada de un debate amplio, participativo, inclusivo y rodeado de amor sincero, lo cual hacía que muchas cosas, durante 26 años, fluyeran con naturalidad y seguridad. Por ello, tuvimos la oportunidad de ser personas libres, potencial que influyó en nuestra relación de pareja como cómplices, amigos, amantes, esposos, padre y madre que esperamos haber aportado un granito de arena para que nuestra hija e hijos sigan en la vida con algunas ventajas construidas en el hogar.
Un día después de muchos años de estar construyendo nuestro hogar, se dio la oportunidad de construir una casa, la cual ahora nos cobija y diría con mucha seguridad que sus cimientos son de amor, porque en ella él tuvo la oportunidad se sentarse junto a sus hijos e hija y dejarles sus enseñanzas y de plantar un árbol del que esperamos disfrutar de sus frutos y de su sombra, en el cual ahora vive un colibrí que, junto a nuestra ventana, revolotea, lo que arranca una sonrisa de cualquiera de los miembros de la familia que se asoma por ahí. Mientras Fidel estuvo en el hospital, una de sus añoranzas era volver a la casa, ahora sabemos que él está y siempre estará aquí.
Así Fidel fue cimentado principios, en cada uno de sus hijos e hija, para que buscaran siempre un mundo mejor junto a los otros, les dejó muy claro que la opción por lo pobres, la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la justicia social siempre fueran la guía en su vida.
En los últimos 11 años llegaron sus nietos Diego (11) al que enseñaba y formaba, y que los últimos días de su existencia lamentó no aportar en su formación, niño que tomó la palabra en el velatorio y dijo de su abuelo: “El era un hombre bueno, si no tenía para comer, primero daba a los que no tenían comida y si no tenían para vestirse él daba su ropa, él era muy bueno y muy buen deportista”. Tatiana Sofía (3, Tati), una niña que arrancaba sonrisas de Fidel y siempre lo sorprendía con sus picardías y él decía: esta niña ha hecho que yo sea su esclavo y Santiago (1 año y 6 meses, Santi), un niño robusto lleno de energías que estaba empezando a hablar y caminar, por éste Fidel decía que ésa era la nueva generación, que estaba feliz de haberlo visto nacer, bañarlo, jugar con él, pero lamentaba el hecho de no estar ahí más tiempo para verlo crecer.
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Violeta Parra, Facundo Cabral, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, algunos de los cantautores preferidos de Fidel, así como la trova cubana, la música clásica y la música boliviana.
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Esta es mi apreciación como. Tal vez Fidel no la hubiera compartido del todo. En la etapa final de su vida, los últimos 6 años, asumió como un soldado de la revolución un lugar donde él aportoó de la manera que lo sabía hacer: seguro, franco, transparente, sin egoísmos, con humildad y con mirada política. Entregó su granito de arena para este proceso histórico que vive el país, hecho que por injusticias de la vida y maniobras políticas, lo llevó a terminar con su vida de forma prematura, pero el siempre firme y consecuente con la causa, daba a entender que el proceso histórico debe seguir y si se cometen errores que cuestan la vida de compañeros y compañeras, así es y así será. Tenía la confianza puesta en que hombres y mujeres proseguirían en la lucha por la justicia social y que como Francisco (en referencia a Francisco de Asís) debían un día despojarse de todo para seguir adelante.
Sólo podría decir que un día al unirnos como pareja nos dijeron hasta que la muerte los separe. Considero que esas palabras se quedan cortas porque con Fidel, en sus últimos días, aprendí muchas cosas y sólo añado que si yo amaba intensamente a Fidel, lo llegué a admirar como persona, por su fortaleza, tranquilidad, seguridad y como hasta el último suspiro fue consecuente con su causa y aprendí que la muerte es parte de la vida y entre tanto Fidel esté en la memoria de alguien, él seguirá vivo.
En el Cementerio General, la despedida de los sacerdotes fue emotiva y en la oportunidad se tributó el homenaje en los siguientes términos:
No sé si hoy aún valen estas frases. Se me anuda la garganta. A Vladimir * lo despedí ayer. A Fidel lo despido hoy.
Hermano Fidel. Tu familia, Juan Pueblo, Arturo, Gilberto, Jaime, Nonas, Luis, Tomás, Jorge, Clemente, Gladys, Elena, María Francisca, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Justicia y Paz, La Pastoral, CEPA, CEPROMIN, todos hermano mío extrañaremos por siempre tu presencia, tu fidelidad, tu compromiso, tu dedicación y lucha. Tu ejemplo está presente en: Violeta, Isaías, Gerardo, Daniel e Iris.
Desde donde estuviste serviste a tu pueblo. Arriesgando todo, entraste a ser parte, mejor aportaste a este proceso (encabezado por Evo Morales). Tu huella está presente. Con el Evangelio guiaste a los más necesitados, a los de a pie, a quienes tal vez visten de harapos, a los que en el momento y no en otro esperaban de ti. Corazón grande como el Sajama.
No te dejaste ensombrecer por el rencor como algunos que dijeron ser tus compañeros, porque antes que todo estuvo tu pasión, tu amor por tu pueblo. Un botón de muestra. El 2003 estuviste con la bandera de la paz en las cercanías de Huanuni cuando, como en el pasado, mineros se encontraban a punta de dinamitazos, casi enfrentados con los gatillos de los regimientos de Corque y Braun.
Fuiste fiel a tu pueblo, fiel a las instituciones que comandaste, a tus amigos, a tu familia y surcaste los cielos como el arco iris para alumbrar a todos nosotros. Fuiste fiel, porque hermano, Fidel quiere decir fidelidad. Derrámanos un poquito de tu fidelidad.
Hasta siempre hermano, compañero, amigo.
A sus familiares, el cantautor venezolano, Ali Primera expresa: “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos”.
Abenor Alfaro
3 de marzo 2013
*Hermano menor de Fidel, fallecido en el año 2006.