Seria interesante conocer el apasionado sueño, la visión que anima a este luchador "que no es lo suficientemente educado como para ser presidente de México."
Una vez me lo contó en estas palabras:
—Cuando se establezca la nueva república ya no habrá más ejército en México. Los ejércitos son el mayor apoyo de la tiranía. No puede haber dictador sin ejército.
Pondremos a trabajar a las tropas. Por toda la república estableceremos colonias militares compuestas por los veteranos de la Revolución. El estado les daría tierras agrícolas y establecería grandes empresas industriales para darles trabajo.
Trabajarían muy duro tres días a la semana, porque el trabajo honesto es mejor que la lucha y sólo el trabajo honesto produce buenos ciudadanos; los otros tres días recibirían instrucción militar y saldrían a enseñar a la gente a luchar. Entonces, cuando la patria fuera invadida, sólo tendríamos que llamar por teléfono desde el palacio de la ciudad de México, y en medio día toda la nación mexicana se levantaría desde los campos y las fábricas, totalmente armados, equipados y organizados para defender a sus hijos y sus hogares.
Mi mayor ambición es pasar mis días en una de esas colonias militares entre mis compañeros que quiero, quienes han sufrido tanto tiempo y tan profundamente por mí. Me gustaría que el gobierno estableciera una fábrica para producir buenas sillas de montar y bridas, porque yo sé hacer eso; y el resto del tiempo me gustaría trabajar en mi pequeña granja, criando ganado y cultivando maíz. Sería bueno, creo yo, ayudar a que México fuera un lugar feliz.
En: "México insurgente" de John Reed. Biblioteca del Político. INEP AC - www.inep.org
http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1913MIS.pdf