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Plata, miedo y fraude fueron insuficientes para derrotar al NO (II)

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Antes del 21F, desde este espacio editorial, afirmamos que el SÍ sólo ganaría con mucha plata para comprar votos, con mucho miedo impuesto a los indecisos y con diversas formas del fraude. Sin embargo, esos tres factores antielectorales no pudieron vencer al NO.

Esa trilogía funesta fue impulsada por los oficialistas en distinto grado y en unos lugares más que en otros del país —acaso del exterior— pero no consiguieron modificar el resultado final de la votación en el referendo, lo que en el Palacio Quemado se esperaba, incluso un cambio “drástico” de esa votación, como dijo el vicepresidente García Linera, la noche de la consulta,  luego de que encuestadoras privadas dieron la victoria al NO, consecuencia de un conteo rápido, el que algunos fue creído por distraídos o por comprometidos con ese recuento.

Mucha plata (nuestra plata) gastaron los gobernantes en el referendo que buscó la modificación del artículo 168 para que Juan Evo Morales Ayma (JEMA) y Álvaro Marcelo García Linera (AMGL) postulen por cuarta vez a los cargos que ejercen.

Ojalá que un día sepamos cuánto de dinero gastaron los gobernantes en propaganda política y en las entregas de obras, sin límite de tiempo, las que reforzaron la campaña por el SÍ o pretendieron hacerlo.

Un viejo dato entregamos a nuestros lectores: los primeros años del gobierno de JEMA, la red ATB recibía por pago de propaganda política y sólo de los gobernantes $us. 80.000.-cada mes y, por tanto cerca de un millón de dólares al año. Sólo desde ese canal, la propaganda para que la gente vote SÍ fue enorme.

Fuentes vinculadas a gobiernos municipales y a los inquilinos del Palacio Quemado señalan que alcaldes, como el de Caracollo (Oruro), elegido incluso en contra del MAS, fue reclutado por los gobernantes a cambio de financiamiento de obras para ese municipio y con regalos para beneficio particular de ese Alcalde. Ése es un ejemplo, entre otros.

Los rayados murales, al menos los hechos a distancia de las ciudades, fueron pagados, así como empleados públicos participaron de esa tarea, aunque de manera marginal.

Sobre las concentraciones de esos empleados públicos y de otros amigos de los gobernantes, incluida la última en La Paz, contaron con limitada concurrencia, la que fue controlada con fichas y con anotaciones en libros. Recordemos que el presidente Morales más de una vez se quejó porque iban muy pocos de sus partidarios a jalearle en esos actos electorales.

Hubo aportes económicos de masistas y de otros allegados políticos a los gobernantes, aunque ese dinero, con seguridad, fue escaso frente al que se gastó de las arcas fiscales y de la cooperación internacional, de acuerdo a declaraciones de voceros masistas. Dinero del Fondo Indígena también se utilizó para financiar actividades electorales, según denuncias de administradores de esos recursos.

Muchísimas actividades electorales, en provincias y en el campo, han sido pagadas por los oficialistas a manos llenas. No dicen ni dirán que les faltó la plata para comprar votos.

El jefe de la campaña electoral (y tantos otros), en oficinas públicas, antes del 21F, dijeron que los activistas electorales del MAS y los gobernantes estaban enterados de que funcionarios públicos decidieron votar NO y que por tanto esos empleados debían dejar su trabajo. Por supuesto que aquella era una amenaza que desconocía el derecho al trabajo y que el voto se lo debe ejercer libremente.

Ahora sí que está mucho más claro que innumerables bolivianos votaron bajo la compulsión del miedo. Por ello, en ministerios y otras oficinas públicas, en este momento, siguen elaborando listas negras para botar de sus trabajos a los sospechosos de haber sufragado NO.

Asimismo, siguen infundiendo miedo los gobernantes y/o sus operadores. Dirigentes de movimientos sociales —léase llunk’us (adulones) y súper llunk’us (adulones con creces)— han vuelto a decir que ya no se invitará a no masistas para que ocupen cargos, se entiende, de distinto nivel en el Estado actual que no es ni nuevo ni plurinacional. Sigue la campaña intimidatoria.

Los temores que quiso propagar el Vicepresidente —que si ganaba el NO se apagaría el sol y que se ocultaría la luna o que una derrota del oficialismo el 21F impediría que Bolivia vuelva al mar— tendrían que servir para que esas mentiras jamás sean escuchadas, al menos entre la gente que mantiene el sentido común. Añadimos que aquel “intelectual” ha volado muy bajo, tan bajo que los que todavía creen en él han debido dudar de que el pensamiento suyo se estudie en cuatro universidades, como declaro el mismo García Linera en una prolongada entrevista con PAT, desde Santa Cruz. Y si es verdad que su pensamiento se estudia en esas casas de estudio, a los académicos que a ellas pertenecen les sugerimos que al menos tomen nota de las aberraciones citadas. (En otra nota como ésta vamos a comentar una evaluación del referendo, hecha en un artículo, del Vicepresidente que publicaron el suplemento político de La Razón de La Paz y la última edición en español de Le Monde).

Además, es para una antología de melodramas lo dicho por el Vicepresidente después del 21F, en Curaguara de Carangas (Oruro), según medios de difusión, como Página Siete (28-02-16). Citamos a García Linera: "Si se va (Evo Morales), ¿quién va a protegernos?, ¿quién va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin madre, así vamos a quedar si se va Evo. Por eso estoy muy triste mis hermanos, es muy triste pero he oído a mi abuelita y me dijo que no perdimos la guerra, sólo una batalla”. Más miedo destinado a los comunarios. Sólo un apunte: más miedo, en vez educación política e ideológica.

Sobre aquel miedo propagado por los gobernantes y sus operadores, quizá supieron antes o se enteraron después que gente que fue del actual gobierno y que sigue en él, si no han hecho campaña por el NO, debido a la vigilancia oficialista, ahora celebran el resultado del 21F. Esos grupos quizá siguen jugando con sus propias cartas. Una pregunta es  hasta cuándo. Esas gentes perdieron el miedo a sus amigos gobernantes, así como los que votaron NO, independientemente del lugar de trabajo.

Las formas del fraude electoral, practicado en el campo y provincias son diversas y varias de ellas han sido señaladas por medios de difusión, incluso el 21F. Señalamos algunas de esas formas del fraude electoral: entrega de papeletas marcadas con el SÍ, vuelco de resultados (anotación de los votos NO para el SÍ), votación SÍ en sustitución de comunarios ausentes y/o muertos, cuando menos doble votación de portadores de carnet de identidad distribuidos gratis durante el actual régimen, el llamado voto comunitario en favor de Evo (todos los electores de una comunidad votaron SÍ), compra de votos, gente del campo votó por el Presidente y no para que se modifique la CPE, a pesar de la propaganda algunos electores no supieron por qué debían votar el 21F y por ello operadores de los oficialistas sufragaron por ellos. (Analistas afirman que las fallas del registro electoral biométrico adolece de fallas que le habrían dado al menos cuatro puntos al SÍ).

Entre los rumores que circulan sobre fraude electoral citamos: que más de 10 puntos porcentuales es la cantidad de votos restados al NO y atribuidos al SÍ; que la caída del sistema para el recuento de votos (en Tarija) habría servido para que técnicos del servicio electoral sumen más votos SÍ; que en las provincias y el agro paceños, orureños y cochabambinos la formas del fraude fueron mayores y que por eso en esos tres departamentos ganó el SÍ. Recordamos, no obstante, que en las capitales de La Paz y Cochabamba ganó el NO con cifras abultadas.

El presidente Morales, mientras aguardaba los resultados oficiales y finales del 21F, dijo que ellos esperaban ganar en esa consulta y que los resultados no oficiales y parciales de dos encuestadoras que dieron la victoria al NO, iban a servir para que se diga que el oficialismo ganó con fraude. A nosotros nos pareció una confesión la del primer ciudadano del país. Pero hay datos que nos llevan a sostener que aquel funcionario público hace tiempo que no tiene cargos de conciencia o es que cree estar por encima del bien y del mal.

Los gobernantes saben, y con ellos mejor el Presidente, que la mezcla de plata, miedo y fraude, en dimensiones gigantescas, no consiguieron que la mayoría vote SÍ y, luego del 21F, tampoco pudieron volcar los resultados aunque sólo haya sido para que los inquilinos del Palacio Quemado ganen con un voto, como reiteraron.

Luego del triunfo del NO, especialmente el Presidente busca que sea una realidad lo que dijo en Cochabamba ante militantes del MAS: si nos unimos podemos gobernar como los chinos, hasta la muerte, sostuvo. Sin embargo, ése será un tema para otro editorial de www.semanarioaqui.com.

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