Hemos votado NO los que estamos convencidos —desde hace tiempo— de que en Bolivia, ahora, hay reformas burguesas, así como han votado NO los más avanzados sectores del pueblo, los que rechazan los acuerdos de Juan Evo Morales Ayma con empresarios, como con los de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO); acuerdo entero para los patrones y prácticamente nada para los colonizadores y campesinos medios y pequeños de Santa Cruz.
Por cierto esa posición es distante de la que sostuvieron y sostienen los otros empresarios que están fuera del gobierno y que argumentaron y argumentan que ellos, al oponerse a la modificación del artículo 168 de la CPE, básicamente, proponían y proponen la búsqueda de la vigencia de la democracia, la actual democracia, limitada porque es burguesa.
Otros empresarios, de distintos lugares del país, han votado y han hecho campaña a su modo en favor del SÍ, sobre todo, los que dijeron y constatan de que con Evo Morales “hacen más plata que nunca”. Esos grupos económicos influyen en sus círculos sociales, pero no son tantos como para definir una elección en favor del régimen que, por lo que ocurre los últimos días, se muestra que está en descomposición.
Los jóvenes que se incorporan a la política, vía lucha electoral, mediante las redes sociales, mayoritariamente, han votado NO. Estos votantes por el NO demuestran que son más listos que los de la Generación Evo, para decir un ejemplo. Particularmente son esos jóvenes a los que se los culpa de la guerra sucia por intermedio de las redes sociales: guerra sucia ejercida por ambos bloques, y sucia por lo que han hecho ambas partes, como toda guerra, siempre sucia, tal cual afirma Rafael Puente en una nota que reproducimos en este número de Aquí.
En toda guerra (incluida la denominada guerra sucia o la guerra de nervios), como sostiene un docente universitario alemán, lo primero que muere es la verdad. En ocasión del referéndum unos y otros actores de las redes sociales han matado a la verdad. Sensiblemente ese comportamiento resultó inevitable. Sobre este asunto, desde hace tiempo sostenemos que en la mayoría de los medios de difusión, sobre todo en los medios estatales, todos los días se censura, se autocensuran, se dicen medias verdades, manipulan y mienten (o matan a la verdad o al menos lo intentan).
Más todavía: un francés es el que dice, con acierto, que la publicidad comercial y la propaganda política tienen dosis de mentiras, lo cual fue comprobable (y lo es estos días), en y respecto del referéndum. Lo que al parecer los estudiantes de la universidad pública de Cochabamba dijeron por Gonzalo Sánchez de Lozada es aplicable a lo que dice y hace el presidente Morales. La cita de entonces: “Goni no miente, nos mama de frente”. Ahora es posible afirmar, con los arreglos del caso: Evo miente, y dice que no miente, pero nos mama de frente.
En centros mineros de mucha tradición, como Siglo XX y Catavi, triunfó el NO —a pesar de que se tiene testimonios del vuelco de resultados, lo que es fraude electoral— votación en la que con seguridad, también, trabajadores de cooperativas mineras votaron diferente y en contra de los dirigentes de esas empresas mineras capitalistas, es decir, de lo que llaman cooperativas mineras. No tenemos dudas, sin embargo, de que la mayoría o muchos de los 130.000 afiliados a esas nuevas empresas mineras, en la que rigen las relaciones económicas de un capitalismo salvaje, han votado SI, porque esos grupos creen que sin Juan Evo Morales Ayma (JEMA), en el gobierno, perderían sus privilegios: deudas suyas en mora, regalos de maquinaria y dinero, parajes preparados para extraer minerales, bajos impuestos, aunque pocos de ese sector tributan, etc.
Los colonizadores —los que dicen ser interculturales— han votado masivamente SI y han materializado fraude electoral, como lo han hecho en la década de las reformas burguesas de las que hablamos aquí. Hay voces disidentes respecto de ese comportamiento político-electoral, por ejemplo, de los cocaleros del Chapare. Allí, no obstante, hay quienes votaron NO, pero muchos de esos resultados, ahora, son favorables a los gobernantes que quieren prorrogarse no sólo hasta el 2015 sino hasta la muerte…
Los medianos propietarios de las ciudades y del campo, mayoritariamente, han votado SI, pero aquéllos que se diferencian, por sus intereses, han votado NO. A éstos ha llegado la influencia, asimismo, de los que fueron del gobierno y de otros que siguen en éste y han hecho campaña o al menos esperaban la victoria del NO. Los medianos propietarios, con las reformas burguesas de este último tiempo boliviano, además, encuentran que en estas condiciones y con JEMA podrían convertirse en propietarios grandes. Esa aspiración podría quedar en simple aspiración, pero cuando los gobernantes aseguran de que un millón de bolivianos se han transformado en gentes de las capas medias, entre éstas cuentan a medianos propietarios —García Linera dijo que son dos millones las nuevas capas medias.
Los choferes, que se mueven entre propietarios pequeños y medianos, son grupos sociales que se sienten como el pez en el agua con los actuales gobernantes bolivianos. Choferes, mejor dicho, dueños del transporte y cooperativistas mineros, han apoyado a dictadores, neoliberales y a JEMA. Si algo une a esos contingentes sociales es su atento sentido de la oportunidad, lo que se llama propiamente oportunismo. Cooperativistas-empresarios mineros han dicho varias veces que así como lo han puesto en la presidencia a Morales, también lo pueden bajar. Ante esas afirmaciones el Presidente ha preferido callar, silencio que debe ser muy difícil en una persona que tiene adicción por aparecer en los medios de difusión y, además, el principal funcionario público que cree que sólo se debe hablar de sus aciertos políticos y que se tienen que abrogar (desaparecer) sus errores. Se habló y se habla incluso del culto a la personalidad de JEMA: ahora es posible afirmar, con más convencimiento, que hay culto al Presidente, pero que ése es un culto sin personalidad. Tenemos en cuenta, en esta afirmación, lo que dijo un estudioso soviético sobre el culto a la personalidad.[1]
A pesar del volteo de resultados del referéndum, en muchos de los centros de votación no citadinos de Chuquisaca ganó el NO, lo que evidencia que incluso en el agro, en lugares representativos de la votación otrora del MAS, cambió ese comportamiento electoral. Resulta difícil de sostener que ese cambio de comportamiento electoral sea resultado del trabajo de la derecha y/o del imperialismo, de Sánchez Berzaín y la Embajada yanqui en La Paz. Lo sucedido en Chuquisaca con vistas al referéndum pone en duda, además, lo dicho por el politólogo argentino, Atilio Boron, respecto de la fuerza electoral invencible de JEMA en Bolivia.
Un inventario de las formas del fraude electoral de los gobernantes para equilibrar los resultados publicaremos en Aquí, los que han sido denunciadas. A esa lista, nos anticipamos en señalar que hubo el llamado voto comunitario, es decir, el que supuestamente deciden soberanamente los miembros de una comunidad. Ejemplo: deciden votar SI y se impide el voto NO. Allí ocurre una especie de votación unánime. Los promotores de ese voto comunitario con frecuencia tratan de guardar las formas: podrían haber incorporado a esas ánforas algunos votos NO, lo que habría sido una simple simulación: La mujer del César no sólo debe ser honesta, debe aparentar que es honesta, dicen militantes de “izquierda” que respaldan a los gobernantes.
Apoyados en diferentes fuentes, concluimos esta nota de una serie sobre el 21F e informamos de que la diferencia en favor del NO debió ser de más de 10 puntos. Esa distancia ha sido aminorada gracias a las formas del fraude denunciadas y sobre todo al vuelco de resultados: anotar para el SI, los votos NO.
Afirmamos y ratificamos que ni tantas formas del fraude electoral, ni la plata (de la nuestra) que han gastado los gobernantes, ni el miedo que han metido (como eso de que se apagaría el sol si se le negaba a JEMA su postulación por quinta vez a la presidencia. Esos tres factores funestos, no fueron suficientes para derrotar al NO: mucho fraude, mucha plata y mucho miedo de los oficialistas.
Las mentiras difundidas por los gobernantes tampoco pudieron ante el NO, al que gente del pueblo contribuyó, creemos, porque entendió que debía votar por sus intereses y contra sus opresores y explotadores de ayer y de hoy.
Nosotros no celebramos la victoria del NO con la derecha, como deben lamentar la derrota del SÍ empresarios grandes (criollos y transnacionales), propietarios medianos y gente del pueblo que no tiene claro el lugar de sus intereses.
Desde este espacio periodístico reiteramos, ahora, la urgencia de articular una nueva alternativa de veras democrática, popular, plurinacional, antiimperialista y revolucionaria. Otros dan pasos en esa dirección y nosotros vamos a su encuentro.
[1] Maidanic dijo que en la URSS hubo culto a la personalidad con Stalin, culto sin personalidad con Brezhnev y personalidad sin culto con Gorbachov.