De sábado a sábado 498
Comité Pro-Santa Cruz o partido de la derecha
Remberto Cárdenas Morales*
El Comité Pro-Santa Cruz, ahora como antes, asume tareas propias del partido político informal de la derecha.
Esa realidad viene desde los años 70 del siglo XX.
Entonces ese organismo cívico era más cohesionado que actualmente, además, era la única entidad cívica que cumplía ese rol “político-orgánico”.
Los intereses que defendía y que defiende este Comité, fueron y son los de los empresarios, a pesar de las diferencias de esos grupos socio-económicos dominantes de esta región del país.
Los dirigentes cívicos, afirman y afirmaron, que defienden los derechos e intereses cruceños aunque, con frecuencia, esos derechos e intereses eran los de las logias del oriente boliviano.
El liderazgo de aquella instancia cívica tenía un prestigio en el conjunto de la sociedad cruceña, el que sólo desde la débil izquierda se cuestionaba, pero sin que se escuchen las protestas del campo popular y de la izquierda minoritaria.
El liderazgo cívico se extendía a todas las instituciones que integraban el Comité Pro-Santa Cruz, es decir, casi todas las existentes en ese período.
Sin embargo, los sindicatos industriales, las organizaciones universitarias y las nacientes asociaciones campesinas estaban fuera de aquel Comité.
Se vivía el tiempo anterior del gobierno del Gral. Juan José Torres González (1971) y en Santa Cruz, la Unión de Campesinos Pobres (UCAPO), proclamó lo que denominó una “Revolución agraria”, desde dos haciendas agrícolas semiabandonadas: “Chané Bedoya”, de la familia Bedoya Ballivián de lo que fue la SACI y el predio “Versalles”, de propiedad del economista Pardo Rojas, que fue ministro del Gral. René Barrientos Ortuño
El secretario General del Partido Comunista de Bolivia (Marxista-Leninista), Oscar Zamora Medinaceli, “Motete”, asumió la dirección de UCAPO (expresión social) y del Ejército Popular de Liberación (EPL), organización político-militar; ambos integrados sobre todo por universitarios, antes que por gente del pueblo o del campo.
Poco se dijo entonces de la llamada “Revolución agraria”, de la que se escribió en muros de la ciudad cruceña, que los militantes de UCAPO-EPL estaban “dispuestos a morir por sus ideas”. Los falangistas y federalistas, encabezados por Carlos Valverde Barbery, respondían, en otros muros, que ellos (los falangistas) “estaban dispuestos a matar por sus ideas”.
Se propagaban, asimismo, entre insultos y medias verdades: “Comiteistas, alcahuetes de los latifundistas”, lo que registraban los dirigentes cívicos, como ofensa imperdonable.
No hubo en esa realidad cruceña ningún debate del que haya quedado algún testimonio.
La respuesta del Comité Pro-Santa Cruz, mostrando un rol de dirección política, fraguaba una respuesta a UCAPO-EPL, cuyo comportamiento fue, básicamente, la ocupación de esas dos haciendas que, efectivamente fueron pobladas por campesinos del norte cruceño, los que habían llegado a la región desde centros mineros que fueron cerrados, como Pulacayo, entre otros.
En ese momento gobernaba Juan José Torres y el entonces Cnl. Andrés Selich Shop, en ese instante comandante del Regimiento Manchego de Guabirá, sin consulta al gobierno del “Gral. del Pueblo”, concedió dos horas de plazo para que los ocupantes de “Chané Bedoya” y “Versalles”, las abandonen. En minutos fueron desocupados los dos predios ocupados por los seguidores de UCAPO-EPL
Mario “Gato” Rueda Peña, Daniel Callaú y el que esta nota escribe fuimos testigos de aquel desbande. Rueda Peña, en ese momento era subsecretario del Ministerio de Gobierno, y Daniel y yo, Presidente y Secretario de la Asamblea del Pueblo en Santa Cruz.
Fuimos a la hacienda “Versalles” para pedir, en nombre del gobierno, aquella desocupación que la impuso Selich, el que luego del golpe de estado de Banzer fue Ministro de Gobierno del dictador.
Los empresarios cruceños, junto con los dueños, reivindicaban las dos haciendas señaladas, sin sus ocupantes ilegales.
He aquí un episodio ocurrido en la “U” cruceña: El abogado Rolando Roca Aguilera, postulado a rector, sin consulta al frente universitario que lo apoyaba, firmó un acuerdo con el médico veterinario Luis Vincenti Mansilla, candidato a vicerrector y militante de un supuesto sector de izquierda de Falange Socialista de Bolivia (FSB); ganaron las elecciones y se constituyeron como máximas autoridades de la universidad pública y autónoma.
Pasaron semanas de esa victoria, aquel Vicerrector de la Universidad Gabriel René Moreno, se autoproclamó Rector e instaló su oficina en el despacho del Rector, elegido por el claustro universitario.
Los universitarios, autonomistas y revolucionarios, especialmente los estudiantes, organizamos la resistencia y, entre otras medidas, instalamos la Rectoría legítima en lo que en ese momento era la Universidad Popular, centro de estudios similar a un CEMA, dependiente de la universidad pública y autónoma.
Los estudiantes instalamos una guardia armada en esa dependencia universitaria para defender al rector Roca Aguilera.
Ante esa situación, el Comité Pro-Santa Cruz, en un cabildo abierto realizado en la plaza “24 de Septiembre”, nombró como nuevo Rector a un destacado abogado y docente de la casa de estudios superiores, Nataniel Paz Méndez, el que debido a la resistencia de estudiantes y de docentes de la universidad pública (Paz Méndez) ni siquiera pudo ejercer el cargo desde la oficina arrebatada por segunda vez: por Vincenti y por el comité cívico.
Melchor Pinto Parada, importante líder cívico, en más de una reunión con miembros del Comité Pro-Santa Cruz planteó “anexar” a Santa Cruz a Brasil, en vez de que el territorio cruceño sea convertido en un suelo “soviético”, junto con Bolivia.
La temida “sovietización” de Bolivia sería facilitada por el gobierno de Torres y la Asamblea Popular, definida como el poder dual en nuestro país y constituido por la COB; frente al otro poder, el que encabezaba el Gral. Torres.
El mismo Comité Pro-Santa Cruz articuló la resistencia al gobierno de Torres para lo que, entre tantas otras trampas, inventó un supuesto robo de las joyas de la “Mamita” (Virgen) de Cotoca y formó una romería multitudinaria de cruceños e inmigrantes hacia el santuario de Cotoca, para desagraviar a la Virgen.
Esa romería se realizó a sólo dos días del inicio del golpe banzerista que empezó en Santa Cruz de la Sierra.
En todos los casos anotados el Comité Pro-Santa Cruz ejerció el papel de dirección política o partido informal de la derecha en esta región.
En el último tiempo del gobierno de Evo Morales, el Comité Pro-Santa Cruz se alineó con una parte de los empresarios cruceños que sostuvieron alianzas con los gobernantes masistas.
Antes de que el entonces Presidente del Comité Pro-Santa Cruz, asuma la conducción, desde la ciudad cruceña, del alzamiento popular contra el gobierno de Morales, el Comité de Defensa de la Democracia (CONADE), firmó un acuerdo con el Comité Pro-Santa Cruz, para coordinar aquel alzamiento; acuerdo que defendían como un acierto miembros del CONADE.
En vez de ese acuerdo del que ganó la entidad cívica cruceña y, sobre todo su entonces presidente, Luis Fernando Camacho, debió materializarse una convergencia, es decir, apuntar al mismo blanco, sin acordarlo “orgánicamente” y sin que medien acuerdos escritos y declaraciones, las que pocas veces se ejecutaron.
Es verdad que de un acuerdo deben ganar todos sus firmantes, aunque con frecuencia unos ganan más que otros. El Comité Pro-Santa Cruz, ciertamente, ganó más que los otros firmantes del referido acuerdo.
En este momento, en Santa Cruz, se configuran dos bloques ante las elecciones del 3 de mayo: el de Camacho-Pumari y el de la Presidenta constitucional interina, Jeanine Áñez Chávez
Áñez y Camacho se disputan el apoyo electoral de los cruceños. Y, en este momento, es difícil sugerir quién ganará en la consulta de mayo.
El Comité Pro-Santa Cruz, en el mejor de los casos para los candidatos, tiene dividida la preferencia, especialmente, entre añistas y camachistas.
Los electores cruceños están divididos y no se advierte, dicen ciudadanos de aquí, qué sucederá hasta el 3 de mayo.
Entre tanto los candidatos pretenden el favor de los electores. Los más politizados se animan a sospechar que en Santa Cruz y el país Áñez y Camacho serán los principales contendores en Santa Cruz y cada uno de esos bloques pretende ganar.
Santa Cruz de la Sierra, 14 de febrero de 2020.
*Periodista