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Adriana Salvatierra Arriaza y Raúl Peñaranda Undurraga tienen mamás chilenas, ¿y qué?

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tribuna

De sábado a sábado

Remberto Cárdenas Morales *

Se dice que un general que asume ciertas actitudes se convierte en soldado, sobre todo cuando habla de ética —para que la apliquen otros—sin que su comportamiento sea ético.

Antes de que la senadora y presidenta de ese cuerpo legislativo renuncie a su nacionalidad chilena, Freddy Bersatti Tudela, excomandante del Ejército boliviano y excónsul general de nuestro país en Chile, le pidió a la senadora oficialista que por ética y por haberle mentido al país renuncie al Senado y a la Presidencia de esa corporación legislativa.

Bersatti, estaba en servicio activo del Ejército cuando alteños, paceños y bolivianos nos alzamos contra Gonzalo Sánchez de Lozada y conseguimos que éste renuncie a la Presidencia de Bolivia y que huya del país.

Cuando a ese General, un periodista le preguntó los nombres de jefes militares que habían dirigido las acciones punitivas en El Alto y en La Paz, respondió que se habían quemado esas listas.

Le preguntamos ahora a Bersatti: esa su actitud que buscaba, sin duda, proteger a sus colegas de uniforme, se apoyaba en alguna norma civil o castrense.

El mismo Bersatti, después de asumir la jefatura del Ejército, ante contertulios, dijo que los principios y las ideas que sustentaba las mantenía enhiestas (enarboladas). El ahora Gral. jubilado fue militante de la Juventud Comunista de Bolivia y fue presidente de la Federación de Estudiantes de Secundaria de Pando. Tenemos, en esta redacción, una fotografía, en blanco y negro, que no es trucada y que no la vamos a quemar, en la que Bersatti aparece en un congreso estudiantil.

Ese Gral., además, ha sido senador por el MAS.

Un Gral. como Bersatti tiene que saber que, según la Constitución Política del Estado, cualquier boliviano puede tener doble nacionalidad, boliviana y chilena, como era el caso de Adriana Salvatierra Arriaza.

La senadora Salvatierra acaba de renunciar a su segunda nacionalidad, a la nacionalidad chilena, pero le es imposible renunciar a la maternidad de una ciudadana chilena, porque lo que ahora importa es que aquella respetable señora es la mamá de Adriana Salvatierra Arriaza.

Decimos que Adriana Salvatierra Arriaza, sigue siendo nuestra compatriota, aunque haya renunciado a su nacionalidad chilena, lo que creemos, no debió hacer, pero es respetable su decisión. Es que ella podía ejercer la senaturía, la presidencia del Senado, la doble nacionalidad, sin que viole ninguna norma.

Lo inadmisible es el uso que los oficialistas y el presidente Morales hacen de este asunto, comparado con el uso y el abuso de la maternidad del periodista Raúl Peñaranda Undurraga.

Adriana Salvatierra Arriaza, cuyos orígenes por el lado de su padre, están en San Ignacio de Velasco (Santa Cruz), hasta donde sabemos, no tienen deméritos.

A qué viene entonces que Evo Morales aplauda que Adriana Salvatierra Arriaza renuncie a su nacionalidad chilena.

Los opositores, chatos de la vista y que se extravían incluso en sendas conocidas, cumplen papeles miserables cuando se trata de sus adversarios políticos. Allá ellos.

También es irritativo que los oficialistas proscriban a un periodista boliviano, Raúl Peñaranda Undurraga.

Desde las trincheras oficialistas por Raúl Peñaranda Undurraga, siguen diciendo que es prochileno, que es un mentiroso, que dirigió un diario (Página Siete) integrante del cartel de la mentira en Bolivia.

Sensiblemente los oficialistas consiguieron que Raúl Peñaranda Undurraga renuncie a la dirección de Página Siete, lo que no debía hacer porque el hijo de una mamá chilena podía dirigir un diario boliviano.

El también periodista Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, boliviano, dirigió un diario en Chile y años después fue embajador de Bolivia en Santiago, nominado por Banzer. Ese Embajador, en El Alto, procedente de Santiago-de Chile, declaró: Le digo a mi pueblo que ya tiene su mar. Por supuesto que no trajo el mar, para los bolivianos, en un maletín negro de mano.

A Raúl Peñaranda Undurraga, antes que un presunto prochileno —lo que ni se lo ve ni se lo demuestra—, escribió y publicó un libro en el que busca demostrar que en Bolivia hay medios de difusión “paraestatales”, es decir, que son voceros del Estado Plurinacional y del gobierno de Evo Morales, pero que fingen que son de otros propietarios distintos, y que los verdaderos dueños no son los principales mandatarios del país.

Raúl Peñaranda Undurraga, nos parece tan compatriota, como Adriana Salvatierra Arriaza.

Con ambos tenemos discrepancias, con certeza, más que coincidencias. Sin embargo. ambos compatriotas no dejan de ser tales, en lo más mínimo, porque tienen mamás chilenas.

A los detractores sin argumentos les preguntamos como en el título de esta nota: Adriana Salvatierra Arriaza y Raúl Peñaranda Undurraga tienen mamás chilenas, y qué.

* Periodista

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