Luis Fernando Cantoral
(AquíCom/06-08-014) La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) realizó la XXVII Entraba Folklórica, con efusividad y colorido, el pasado sábado. Se agradece y reconoce a esta casa de estudios superiores por el rescate y la incorporación de manifestaciones folclóricas relegadas y hasta olvidadas en varias regiones del país; no obstante, esta muestra de cultura y orgullo patrio desluce cada vez más por el excesivo consumo de bebidas alcohólicas entre muchos de sus bailarines.
Una de las expresiones más claras de “estado de ebriedad” lo protagonizó un bailarín de Kusillo, quien durante el recorrido sorprendió a los espectadores cuando pene en mano, mientras avanzaba, orinaba en la pista. Los rostros de contrariedad y escándalo de algunas mujeres censuraba la acción, mientras que entre otros, principalmente hombres, arrancó carcajadas.
Ya en horas de la mañana, a eso de las 11.00, algunos entusiastas bailarines y estudiantes de la UMSA hacían “cuota” para garantizar horas más tarde la compra de la bebida espirituosa que calmaría su sed.
La Resolución Rectoral 626, que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas a los estudiantes, docentes y administrativos que bailen, cayó en saco roto.
¿Es que la cultura viene necesariamente acompañada de la mano del alcohol? Ya lo decía un dirigente vecinal de la zona sur de la ciudad de La Paz: “Es que así nomás es nuestra cultura”.
El ambiente de fiesta, donde reinó Baco, el Dios del Vino, fue complementado por algunos espectadores. En la avenida Camacho, entre las calles Bueno y Colombia, cinco parroquianos yacían en brazos de Morfeo, debajo de las graderías, en profundo sueño.
La Entrada Universitaria transcurrió, a comparación de otros años. con menos público. Asientos vacíos en diferentes sectores son testimonio de ello.
Por el retraso de tres horas, la expresión de cultura, que convocó a 64 fraternidades y unos 15 mil bailarines, terminó cerca a las 02.30 del domingo (AquíCom/06-08-014).