Hugo del Granado Cosio
Viernes, 13 de junio de 2014
El proyecto de fertilizantes de Bulo Bulo (Chapare) es la inversión más grande de la historia de Bolivia.
La planta, que se está construyendo, tendrá una capacidad de producción de 2.100 toneladas por día (TPD) de urea y 1.200 TPD de amoniaco. El 12 de septiembre de 2012, YPFB firmó el contrato de construcción con la empresa coreana Samsung Engineering, bajo la modalidad "llave en mano” y comenzaron las obras un año después. Debería estar concluida en octubre del año 2015 pero tiene atrasos hasta el año 2016.
El monto del contrato es de 843,9 millones de dólares; sin embargo, el presidente Morales, en su informe de gestión de enero de 2014, dijo que la inversión es de 862,5 millones, empero Samsung está habilitada para incrementar el monto del contrato un 15%, es decir, hasta 970 millones de dólares.
El proyecto está concebido para exportar su producción a los mercados de Brasil, Argentina e incluso de Paraguay, porque el mercado interno sólo podrá absorber inicialmente el 3% de los fertilizantes producidos.
De acuerdo con las proyecciones de la publicación del Ministerio de Energía e Hidrocarburos Industrialización de los Hidrocarburos Rumbo al Bicentenario (2013), el consumo de urea en el país en 2015 será de 66 TPD (En 2012 el consumo interno de urea fue de 40 TPD).
Este consumo se incrementará hasta llegar a 361 TPD el año 2034, que representará cerca del 18% de la producción. Entre 2016 y 2034 se deberán exportar cada día entre 2.000 y 1.700 TPD de urea.
Siendo ésta la realidad, debía ser elemental, para quienes diseñaron el proyecto, que la localización de la planta sea tan próxima como fuere posible a los mercados, porque, además, se tienen gasoductos que llegan a las fronteras de Brasil y Argentina y es más barato transportar gas que urea.
Además, para evitar que YPFB carezca de mercados y se vea obligada a vender los fertilizantes por debajo de los precios internacionales, quienes diseñaron el proyecto debieron haber negociado oficialmente con los gobiernos argentino y brasileño cuotas de mercado e incorporar al proyecto socios que faciliten la comercialización de los productos en cualquier parte del mundo.
Ya definida la construcción de la planta, recién el vicepresidente de YPFB, en la misma publicación, dijo: "YPFB ha tomado las previsiones para llegar en óptimas condiciones técnicas de negociación y operaciones a 2015 y ahora trabaja, y será un trabajo permanente la definición de segmentos de mercado, y la identificación del mejor comprador del producto”.
Por su parte, el presidente de YPFB, en la publicación La Industrialización del Gas nace en Cochabamba, (septiembre 2012), dijo: "Bolivia tiene una negociación avanzada con Brasil y Argentina para la venta de urea”.
Sin embargo, tras casi dos años de aquella declaración no se tiene ninguna información de que esas avanzadas negociaciones se hayan traducido en contratos de compraventa, o por lo menos en acuerdos de intenciones.
Como Bulo Bulo está lejos de todas nuestras fronteras, para sacar la producción se está construyendo una línea férrea de 148 kilómetros hasta Montero (con sus respectivos puentes). La inversión adicional para el efecto es de 245 millones de dólares.
No obstante, en la publicación de YPFB Bolivia inicia la industrialización del gas con recursos propios (mayo 2013), YPFB afirma lo contrario: "… la planta está estratégicamente ubicada en el corazón de Bolivia para la distribución al mercado nacional como al de exportación”. "Además está cerca de las vías de comunicación, incluyendo la vía férrea que se construirá en la región” (vía que aún no existe).
Esta afirmación evoca la ignorancia de un militar que fungió como presidente de YPFB, quien felicitaba a los técnicos por haber perforado un pozo "justo al lado del camino” de acceso, sin saber que primero se ubica el lugar del pozo y después se hace el camino.
Adicionalmente, la microlocalización ha demostrado que el lugar tiene problemas climáticos y de calidad de los suelos.
*Experto en hidrocarburos.