tribuna
Manuel Gonzales Callaú
En junio del 2006, el entonces Ministro de Planificación del Desarrollo, Carlos Villegas Quiroga (+), presentó el Plan Nacional de Desarrollo (PND) donde se detalló, sector por sector, cómo iba a cambiar el país en los próximos cinco años, incluyendo los montos presupuestados para lograr ese fin. Allí se decía que lo que no hicieron los anteriores gobiernos colonialistas y neoliberales durante 181 años, el gobierno de Evo Morales lo haría, transformando el país en solo un quinquenio, es decir hasta enero del 2011.
“El Plan Nacional de Desarrollo corresponde a los lineamientos estratégicos, por lo tanto, no incluye la totalidad de los proyectos que serán ejecutados el próximo quinquenio (algunos de ellos requieren ser validados territorialmente para su inclusión en la programación)”: así está escrito en la Introducción del indicado Plan.
Y qué encontramos en ese documento original que en realidad era el plan del gobierno del llamado Proceso de Cambio en los próximos cinco años: el Seguro Universal de Salud.
“Implementación del «Seguro Universal de Salud», proyecto que realizará una ampliación de las prestaciones en los seguros, incorporando de forma progresiva a grupos de beneficiarios en los seguros públicos de salud, realizando una complementación plurinacional en los servicios de salud a nivel nacional, con un tiempo de duración de tres años, con un costo de 138 millones de dólares.” (Las negritas son nuestras.)
Este Seguro Universal de Salud, según el PND, sería parte de un Sistema Único de Salud Intercultural y Comunitario y tendría que haber sido puesto totalmente en marcha hasta el año 2009; sin embargo, en el documento que fue aprobado por el Gabinete Ministerial mediante Decreto Supremo Nº 29272, de fecha 12 septiembre, 2007 y publicado en la Gaceta Oficial[1] el mismo mes, el Seguro Universal de Salud ya no figura.
Sin embargo, en el PND se promete algo similar al Seguro Universal de Salud en el acápite Políticas y Estrategias del sector Salud, aunque de forma encubierta: la Universalización del Acceso al Sistema Único de Salud Familiar Comunitaria Intercultural.
Veamos el texto aprobado:
“La población boliviana, hasta el 2010, accederá en un 100 por ciento al Sistema de Salud Familiar Comunitario Intercultural, además del acceso a servicios básicos. Se eliminará la desnutrición en niños menores de cinco años. Se alcanzará la mayor cantidad de años de vida en forma saludable con menor incidencia de enfermedades.
(…)
“Permitirá el acceso a los servicios de salud del 100 por ciento de la población boliviana bajo el Sistema Único de Salud Familiar Comunitaria Intercultural, mediante la promoción de hábitos y conductas saludables en individuos, familia y la comunidad, la prevención de riesgos, el control de daños y la rehabilitación de personas con discapacidades; logrando una población sana y productiva, que participe en la transformación económica, social y cultural, con la aplicación de un modelo de salud familiar comunitaria intercultural.
“La estrategia de esta política es la Universalización del Acceso al Sistema Único de Salud Familiar Comunitaria Intercultural, orientada a superar toda forma de exclusión en salud, que se traduce en altos índices de enfermedad y muerte, pero también en personas con hábitos no saludables.” (Las negritas son nuestras.)
Esta promesa del gobierno de Evo Morales, solo quedó en eso: promesa. Hoy, al cabo de 13 años de su administración del Estado, esa promesa trata de ser impuesta con una ley, pero una ley por sí misma no garantiza nada, pues es solo un documento, un papel.
La promesa del Seguro Universal de Salud, incumplida desde el 2006 hasta hoy, tal vez sea mal ejecutada, con maquillaje y sin las condiciones mínimas necesarias (recursos humanos capacitados, infraestructura y equipamiento suficientes…), condiciones que fácilmente podrían haber estado completas desde el 2006, más aun con los muchos recursos económicos con que contó el erario nacional en ese tiempo de bonanza económica.
Está visto que la ley que acaba de aprobarse para que se ponga en marcha el Seguro Universal de Salud, en realidad es parte de la propaganda gubernamental en estos tiempos electorales, muy oportuna para engañar a incautos desmemoriados que creen en ilusiones.
En realidad para Evo Morales, la construcción de infraestructura deportiva es lo prioritario, lo fue y lo seguirá siendo (entre 2007 y 2013 según una investigación del matutino La Razón[2] esas obras llegaron a 1.142), negocio que ya habrá hecho ricos a muchos constructores y proveedores de esas obras, como a los que administran esos espacios que generalmente son dirigentes de los llamados movimientos sociales. No en vano Morales en una entrevista (2015) señaló que “Entregar un campo deportivo es como entregar un hospital. Deporte es salud”[3], pensamiento que en otra ocasión lo ratificó y lo sigue reafirmando.
Lo cierto es que para Morales y su régimen la salud no es prioridad.
[1] http://www.ademaf.gob.bo/normas/ds29272.pdf
[2] http://www.la-razon.com/suplementos/informe/Malos-manejos-canchas-pasto-artificial_0_1859814142.html
[3] https://www.lasexta.com/programas/salvados/mejores-momentos/evo-morales-asfaltado-prioridad-comunidad_20150412572519e76584a81fd8830a46.html