Aquicito - Alasita 2016
Terminó el rally 2016 y hubo muchas sorpresas. Dos cronistas de Aquicito corrieron y llegaron últimos.
Por El Mal Evo
Desde Buenos Aires
Algunos la definen como la carrera más peligrosa del mundo, pero para este cronista estrella de Aquicito, la palabra peligro no entra dentro de su vocabulario. Junto a más de 500 participantes, partimos desde la capital de Gaucholandia, el 3 de enero pasado. Como el presupuesto no era muy generoso, junto a mi copiloto Wilmer Coca competimos en un destartalado Fiat 128 modelo 64. Por supuesto que entre los participantes también se encontraban importantes estrellas del automovilismo mundial.
La carrera no es tan complicada como dicen. Lo importante, según nos dijeron los organizadores, es ir destruyendo con los autos, las motos y las camionetas toda la naturaleza que se te cruza adelante. Por ejemplo, si ves un conejo en la ruta, le tenés que pasar por arriba; si ves un bosque, hay que hacerlo bosta; si ves un río o un lindo arroyo, hay que hacerlo pelota con la mugre de aceite y nafta que van dejando los motores. Una noche, después de una larga jornada de carrera, el director del rally se estaba comiendo tremendo asado mientras contaba los billetitos que había levantado con la publicidad y mientras tanto gritaba: “Y el año que viene le vamos a dar murra al Amazonas.” Parece que el año que viene la carrera se hará para Brasil.
No voy a decirles que no la pasamos lindo con el Wilmer, siempre correteando medios farreados con algún chuflay, sobre todo cuando nos perdimos y después de cruzar la Cordillera nos metimos con el Fiat 128 en pleno mar para reafirmar la soberanía boliviana. Un paisano, el Chavito Salvastierras, terminó la carrera cerquita nuestro, en el puesto 38 o algo así. Lástima que nosotros llegamos tan atrasados, para ser precisos, en el último lugar. Pero ya saben, con el Wilmer corrimos el rally para matarnos de la risa. Y quién sabe, por ahí, el que ríe último ríe mejor.
(*) Nota del Editor: Este El Mal Evo es un homónimo del Malevo que conocemos