Luis Fernando Cantoral
(AquíCom/14-08-014) “Ayudante de un vecino a descargar materiales”, “Vendedor de helados”, “Voceador de minibús”, son algunos de los oficios a los que acceden como primer empleo los jóvenes de 15 a 24 años de la ciudad de El Alto, según señala un estudio realizado por la Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) entre 2013 y 2014.
En los testimonios recogidos por el CEDLA, predomina el trabajo informal y precario en los jóvenes alteños, sin importar el grado de instrucción. Otras ocupaciones recurrentes en el primer empleo son: niñera, peluquera independiente, ayudante de imprenta, ayudante de tienda de cerveza, seguridad privada en discoteca, ayudante de cocina en restaurante y hotel, entre otros.
Los datos muestran que 63 de cada 100 jóvenes de El Alto, en 2011, contaban con empleos inestables, temporales o eventuales; hasta agosto de 2014 esta situación no cambió mucho.
Alta precariedad laboral
Sólo 5 de cada 100 jóvenes ocupados y 2 de cada 100 asalariados contaban con un empleo adecuado. 68 de cada 100 jóvenes tenían empleos precarios extremos.
Obstáculos para conseguir empleo
La investigación señala que un 22,8% de los jóvenes encuestados identifica al desánimo como uno de los motivos para dejar de buscar empleo. Esta situación se da porque los jóvenes llegan a perder las esperanzas ante los constantes rechazos o negativas de los empleadores.
Un 18,9% señalaron que los bajos salarios son una causa que desmotiva para aceptar un trabajo. Los jóvenes también tropiezan con la falta de experiencia en un 11,9%, ya que los empleadores siempre piden experiencia laboral para contratar.
La falta de oferta laboral, que representa un 16,5%, es otro motivo para que los jóvenes alteños no accedan a trabajos. La disponibilidad de tiempo para trabajar, con 7,20%, impide que los jóvenes trabajen, ya que muchas veces en las labores se pide tiempo completo (AquíCom/14-08-014).