Iván Égido
Son muchas las cosas que pueden decir del mensaje del señor vicepresidente Álvaro García Linera. No obstante se prestará atención a solo dos de las muchas innovaciones propuestas en materia de funcionamiento del aparato estatal.
García Linera reafirma que la orden nunca salió del Poder Ejecutivo, pese a que las principales autoridades en la materia, Ministro de Gobierno y Ministro de Presidencia, justificaron la misma horas después de acontecer el hecho. Pero el vicepresidente va más allá pues desafía a los medios de comunicación que muestren una orden firmada por alguna autoridad del Ejecutivo, muestren papelitos decía. De esta manera, el vicepresidente redefine la manera en que las Máximas Autoridades Ejecutivas pueden ser susceptibles de responsabilidades administrativas, civiles o penales. Con esta nueva concepción cabe esperar que hoy en la mañana se liberará a Leopoldo Fernández y que se anularán todos los juicios de responsabilidad a los ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada, obviamente incluido el juicio a esa ex autoridad, pues presumo que ninguna de estas autoridades firmó una orden de asesinato a las víctimas que murieron en esos otros conflictos.
Lo otro relevante, es que el Vicepresidente sentenció que la consulta previa, libre e informada como pertinente sólo en casos de explotación de recursos naturales, leyendo un inciso del artículo 30 de la carta magna. Con ello seguramente se resuelve uno de los puntos de la plataforma de demandas de la Marcha, el caso Aguaraüe que seguramente igual que la carretera mediante orden verbal del Presidente emitida por medios de comunicación se paralizará. Felices también estarán las comunidades de CONAMAQ, que durante años han pedido que se paralicen las actividades mineras en sus territorios por no haber sido consultados para su implementación, caso Coro Coro, sólo por mencionar uno.
Seguramente Alejandro Almaraz, ahora ya no le aconsejará al vicepresidente que lea la Constitución Política del Estado. Ahora, con seguridad le exigirá que la vuelva a leer pero completa. Así tal vez, encuentre el parágrafo primero del artículo 403 que reconoce la integralidad del territorio indígena originario campesino, que incluye el derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables en las condiciones determinadas por la ley; a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en sus territorios; la facultad de aplicar sus normas propias, administrados por sus estructuras de representación y la definición de su desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la naturaleza.
Y si todavía duda sobre la fuerza de este artículo podría volver al capítulo de derechos fundamentales y garantías y leer el parágrafo cuarto del artículo 13: Los tratados y convenios internacionales ratificados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los Estados de Excepción prevalecen en el orden interno.Los derechos y deberes consagrados en esta Constitución se interpretarán de conformidad con los Tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Bolivia. Seguramente luego de que lea este artículo el ministro Romero, experto de derechos indígenas, le prestará el convenio 169 de la OIT y todos sus manuales de aplicación.
Pero siempre existe la posibilidad que para un matemático como es el Vicepresidente todavía podría haber hipótesis de falsedad. Por ello, será preciso que el Ministro Delgadillo le preste todos los informes de otras consultas que el Estado boliviano realizó en gobiernos “neoliberales” en proyectos de construcción de carreteras. Como ejemplo basta mencionar la Carretera Pailón-Puerto Suárez, con la consulta al pueblo chiquitano, o el más reciente realizado para el proyecto de la carretera bioceánica que afecta los territorios del Norte de La Paz, Beni y Pando.
La cobardía es asunto de los hombres y no de los amantes, canta Silvio; pero en la historia corta de Bolivia jamás presenciamos actitudes tan cobardes como la de la última semana. Por ahora queda esperar que sorpresa nos presentan en las siguientes semanas, pues seguramente se necesita algo de tiempo para construir nuevos culpables e historias de conspiración.
Texto: Bolpress