Al margen de la prohibición de que el avión presidencial boliviano surcara por los espacios aéreos de Francia, España, Portugal e Italia provocado por la bocota de Evo Morales que se apresuró a ofrecer asilo al técnico de la CIA y se brindó a trasladarlo desde Rusia a territorio boliviano o al margen del desmedido afán del oficialismo de victimizar a Morales con argumentos ridículos como eso del magnicidio, que el imperialismo habría ordenado la muerte del presidente boliviano, y el de considerar un secuestro la permanencia de Morales en Viena por más de 12 horas esperando que algún país le abra su espacio aéreo, todo con la intención de posesionarlo en condiciones ventajosas para las próximas elecciones presidenciales en Bolivia, es importante determinar qué significa la actitud de esos cuatro países europeos. Ellos deciden, parece que concertadamente, cerrarle sus espacios aéreos al avión presidencial con el argumento de que transporta al espía disidente norteamericano, habiendo legislación internacional en sentido de que todo medio de transporte oficial donde viaja un presidente, no importa de qué país considerado soberano, es inviolable.
En el presente caso, no sólo se trata de una agresión contra Evo Morales como persona sino a la representación que ostenta como presidente de un país oprimido por el imperialismo, por tanto es una agresión de países poderosos, incuestionablemente manipulados por el imperialismo norteamericano, a uno débil y oprimido como es Bolivia.
Se habla de manipulación norteamericana porque es la directamente interesada en capturar al técnico de la CIA, que supuestamente viajaba en la nave presidencial, personaje que ha tenido la valentía de denunciar los mecanismos que usa el imperialismo para espiar a los países y personalidades de todo el mundo a título de luchar contra el terrorismo.
Frente a este hecho de franca agresión imperialista, la posición revolucionaria no puede ser otra que la defensa intransigente del país oprimido, haciendo abstracción del tipo de gobierno que éste tiene y la política que desarrolla contra las clases explotadas de su país. Aplicando el espíritu de la resolución adoptada en uno de los tres primeros congresos de la Tercera Internacional Comunista realizada en Moscú antes de la muerte de Lenin, el Partido Obrero Revolucionario repudia este hecho abusivo perpetrado contra el Estado boliviano por manipulación directa del imperialismo norteamericano, defiende el derecho a la autodeterminación de los pueblos oprimidos y exige al gobierno que cacarea contra el imperialismo asumir medidas efectivas de protesta como el cierre de la embajada norteamericana y la expulsión de las transnacionales del país.
Con este incidente, por otra parte, se pone al desnudo la miseria de la diplomacia. Cómo es que países como Francia que tienen la tradición de desarrollar con finura la hipocresía de la diplomacia capitalista hayan caído tanto al obedecer a pie juntillas las órdenes abusivas y torpes del imperialismo norteamericano que se da el lujo de espiarles hasta la ropa interior que usan sus gobernantes; de poner al desnudo la política internacional cínica de los yanquis que cacarean contra el terrorismo cuando ellos protegen a genocidas como Luis Posada Carriles y a ladrones como Sánchez de Lozada.
Masas N° 2317 del 12/07/2013 Órgano Central del Partido Obrero Revolucionario (POR)
http://www.masas.nu/Boton-Masas/Masas%20pdf/Masas%202317.pdf