http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-10-30&idn=57437
Carta del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, al presidente Evo Morales (26-10-2011)
En este gran día, hermano mío, mi Pueblo festeja junto a todos los Pueblos de Nuestra América. Celebrarte es celebrarnos colectivamente en tu existencia, tan plenamente vivida en la devoción libertaria por Bolivia.
He estado haciendo un repaso por lo que conozco de tu historia, tan entrañablemente unida a la de tu Pueblo, y no puedo dejar de evocar a María Elena Walsh en su poema Como la cigarra: Gracias doy a la desgracia / y a la mano con puñal / porque me mató tan mal / y seguí cantando Cantando al sol como la cigarra / después de un año bajo la tierra / igual que el sobreviviente / que vuelve de la guerra.
Como el canto popular, así eres, Evo amigo: un luminoso y combativo sobreviviente de la más dura de las guerras; enfrentando, desde siempre, a la exclusión, a la discriminación, al coloniaje, al racismo. Y aquí estás, guerrero invencible en la lucha por la vida y por la felicidad; por la Patria antigua que te antecede; por esta Patria tuya que a diario te confirma; por la Patria que te hará trascender en la mirada de los niños y las niñas, en la sonrisa cálida y en la fortaleza de los hombres y las mujeres de Bolivia.
Hoy, desde las más recónditas profundidades de mi corazón, llega hasta mis oídos el murmullo de la gran fiesta popular que se celebra en tu honor: en honor al nacimiento telúrico en que Bolivia te parió; en que, como a escondidas, la Pachamama te trajo a la vida en Oruro, pero también en Cochabamba, en Chuquisaca, en Pando, en Potosí, en La Paz, en Tarija; y así, también como a escondidas, te hizo llegar hasta este tiempo en que, tomado de una mano con los ancestros y de la otra con el porvenir y la esperanza, avanzas, junto a tu heroico Pueblo, hacia la plenitud de aquella soberanía usurpada a sangre y fuego, y ahora recuperada por la fuerza invencible del amor.
Camarada combatiente y guerrero de la luz: Has sido fiel, enteramente fiel, al joven indígena aymara, orgulloso de sus orígenes, que soñaba con ser Presidente de la hija predilecta del Libertador Simón Bolívar. Muchos años de lucha coronaron tu esfuerzo y en diciembre de 2005, ya Presidente electo de Bolivia, lanzaste aquella impresionante consigna en quechua: ¡Causachun coca! ¡Wañuchun yanquis! ¡Viva la coca! ¡Abajo los yanquis! Desde aquel momento, los Pueblos oprimidos de Nuestra América, los Pueblos que han decidido conquistar, con su participación decidida, la Independencia definitiva, sumaron un nuevo y valiente adalid a su causa.
Yo quiero destacar la nueva demostración de grandeza política que has dado en días pasados: me refiero a la decisión que tomaste para que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no pase por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). He ahí el hermoso ejemplo de un mandatario que atiende a la interpelación popular y que, en realidad y en verdad, gobierna obedeciendo al Pueblo.
Hermano mío:
Hoy cumples 52 años, y Bolivia cumple años contigo: la nueva Bolivia encaminada al socialismo; la que nacionalizó las riquezas naturales; la que recuperó la recaudación fiscal; la que avanza en salud y educación; la forjadora del buen vivir; la que practica el más sagrado respeto a los Pueblos originarios.
Cinco años, camino a los seis, tiene la criatura, y vaya que han querido extirparla de raíz, y son muchas las batallas que, a su corta edad, ha librado contra los enemigos del Pueblo: los idólatras del capitalismo salvaje, los que quieren dividir a Bolivia, los que obedecen las órdenes de Washington. Pero, gracias a Dios, a los Dioses de la Indoamérica, y al fervor y al compromiso de las grandes mayorías, tu Patria, dueña ya de su destino, sigue de victoria en victoria.
En ti y en tus palabras el sendero boliviano está trazado: de la rebelión a la revolución, de la revolución a la descolonización. Quien así piensa es porque lleva en sus nurias de los siglos pero, también, la fuerza infinita de los ancestros.
Contigo, Evo, nació de nuevo el destino verdadero de Bolivia. Contigo, Evo, volvió a ser, como quería Bolívar, un amor desenfrenado de libertad. Contigo, Evo, van el indio, el campesino, el tejedor, el orfebre, el futbolista alegre de la pelota de trapo: va todo un Pueblo, tan grande como humilde, en la vanguardia de la lucha por la alegría y la vida plena. Contigo, Evo, ¿naciste tú o nacieron los millones de bolivianos y bolivianas que en ti viven?
Desde el fervor de la amistad cultivada en la lucha compartida, pido que la flor de Patujú y el vuelo del cóndor te acompañen y te alienten. Todo el cariño y la admiración de mi Pueblo para ti. Un fraterno e infinito abrazo.
¡Hasta la Victoria siempre!,
¡Independencia y Patria Socialista!,
¡Viviremos y Venceremos!