Balance y perspectiva de las elecciones argentinas

Elecciones en Argentina
Elecciones Nuestra mirada y propuesta de acción ante el excelente resultado del FIT

Por Socialismo revolucionario

Balance de las elecciones de medio término de octubre de 2013 en argentina

Usaremos como método la revisión crítica de nuestro propio texto de Balance de las PASO (Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) de agosto de este mismo año. 

Este método tiene varias virtudes, pero quizás la principal de ellas es que nos coloca de frente a nuestros pronósticos, y al balance de nuestra acción en torno a ellos. Usaremos este tipo de letra para intercalar nuestros comentarios actualizados al texto mencionado.

Además, es legítimo que usemos este método, porque el resultado de las elecciones generales definitivas fue una CONFIRMACIÓN de lo adelantado por las PASO. 

A manera de introducción del contexto internacional, cabe reiterar que el cuadro general está marcado por la imposición de la burguesía de los planes de ajuste en aquellos países epicéntricos de la crisis capitalista europea. Las lucha defensivas de las masas (que aún están en curso) no lograron resolver a favor de los trabajadores la situación. Este equilibrio de fuerzas se reflejó en las elecciones, desarrollándose como alternativas de recambio tanto variantes de izquierda, como de extrema derecha. 

Pero en todos los casos, se trata de recambios de gobierno (o crecimiento de bancadas parlamentarias) dentro del mismo régimen.

Sin crisis capitalista, pero sí con repercusiones de la misma, algo similar sucede en América Latina. 

En Chile, la experiencia derechista de Piñera parece dar lugar a la vuelta de la socialdemocracia de Bacheler al poder.

En Brasil, las movilizaciones populares durante la Copa Confederaciones de fútbol no parecen haber tenido continuidad en un plan de lucha, y mucho menos, en alguna expresión política por izquierda al Gobierno del PT.

En los países andinos con gobiernos populistas (Venezuela, Bolivia, Ecuador) parece consolidarse un pacto social que incluye a la oposición burguesa, limitándose la “revolución bolivariana” a marcar el paso en el lugar, defendiendo cada uno su nicho en el mercado mundial. 

Al mismo tiempo, los países andinos con gobiernos de derecha (Colombia, Perú) presentan las más altas tasas de crecimiento de América Latina (junto con Uruguay), avanzando en proyectos neodesarrollistas con inversiones de capitales extranjeros. 
Lo que queremos conceptualizar es que, más allá de sus matices, todos estos regímenes se colocan bajo el modelo productivista capitalista, afanados en aumentar sus respectivos PBI a cómo sea. 

Botnia, el Dákar, el mundial de fútbol, Vaca Muerta, entre tantos otros proyectos faraónicos destructores de la ecología de las regiones, son sostenidos por todo el variopinto arco político que gobierna o co-gobierna América Latina. 

Articular y coordinar los movimientos de resistencia dispersos, unirnos bajo un programa que sepa ligar las revindicaciones inmediatas con un proyecto político anticapitalista y eco-socialista, es la tarea central de los socialistas revolucionarios.

Balance de las PASO 2013 y coyuntura política

1) Para los marxistas, el análisis de los resultados electorales nos brinda tan sólo una mirada parcial y relativa de la realidad política. Por su propia característica y condiciones, una elección dominada por los aparatos de la clase dominante constituye un terreno adverso para la expresión política de los socialistas revolucionarios. No obstante, en tanto existen ilusiones democráticas en las masas, y su protagonismo sigue atrapado por la institucionalidad del sistema, es fundamental la intervención con candidatos que marquen una alternativa política independiente de los trabajadores.

2) Con esta postura, nuestro grupo se siente parte del FRENTE DE IZQUIERDA Y LOS TRABAJADORES desde su fundación, cuando se inauguraron las PASO en el 2011. Compartimos por lo tanto la alegría y el entusiasmo que emergen de los resultados de ayer, que permiten que el FIT pueda participar en octubre en prácticamente todo el país. Trataremos de intensificar nuestra militancia para que esta vez sí se concrete la posibilidad de ingresar diputados nacionales al Congreso. 

3) Este crecimiento del FIT también se vio acompañado, aunque marginalmente, por otras opciones “de izquierda”: “Autodeterminación y Libertad”, “Nuevo MAS”, “Camino Popular”, “Frente Popular” (MST/PCR-PTP/PSA). Más allá de que algunas de esas expresiones fueron “solas” porque quedaron marginadas a su pesar de proyectos reformistas (nos referimos específicamente al MST y al PCR, y el fracaso de Proyecto Sur), también canalizaron un electorado de izquierda. No es menor el dato que, tomado en su conjunto, representa entre el 5 y el 10% (según la provincia) de los votos válidos. Estos resultados son los que alientan expectativas para lograr diputaciones en octubre, habida cuenta que el carácter parlamentario de la elección potencia en general un posible voto útil a partidos más débiles, cosa que no sucede cuando se trata de cargos ejecutivos, donde se polariza la opción de voto. 

4) Estos resultados electorales de voto positivo hacia la izquierda demuestran que es un error la formulación semi-anarquista del “voto bronca” (no votar, blanco o nulo). Las cifras de participación electoral se mantuvieron en los niveles históricos, a pesar de ser primarias, de medio término, y del hecho agravante de la catástrofe de Rosario, que generó repudio hacia el sistema, interpretado por algunos compañeros como potenciador del voto bronca. Insistimos: mientras persisten ilusiones democráticas, y la mirada de las masas esté puesta en el sufragio universal, la táctica correcta es ser una alternativa positiva ante esa mirada. 

5) La buena elección de la izquierda no se da en un período de ascenso de las luchas (como fuera por ejemplo en octubre del 2001, cuando también hubo un crecimiento del voto bronca). Tampoco asistimos a un cuadro de crisis económica, sino más bien a cierta recuperación del ciclo capitalista luego de los niveles recesivos de 2008/2010. Lo que capitalizamos como izquierda es la buena consideración que nos hemos ganado entre los explotados, por nuestro carácter de luchadores consecuentes. Por eso, nobleza obliga, también recibimos el voto democrático para que logremos sortear el obstáculo del piso de 1,5% de las PASO.

En el análisis de este “cuerpo de 5 puntos” caben varios comentarios:

a) El resultado electoral del FIT configura el fenómeno más importante de la elección: los cargos legislativos logrados sobre la base de casi 1.200.000 votos en una distribución buena y pareja en todo el país introduce una alternativa viable que, aunque aún minoritaria, marca una referencia por izquierda a la salida por derecha (mayoritaria) al fin del Gobierno de Cristina.

b) Es interesante observar que las mejores elecciones del FIT se dieron en aquellas provincias (Salta, Mendoza, incluso Córdoba) donde el “socialismo” (como variante socialdemócrata) es prácticamente inexistente o muy débil. En ese sentido, el FIT capitaliza un caudal de votos “prestado” (si cabe el término). Esto explica también que en aquellos distritos donde la socialdemocracia es fuerte (Santa Fe, CABA, Prov. Buenos Aires), y a pesar de que quizás hay mayor militancia de los partidos que componen el Frente, los guarismos giran alrededor de la media nacional (5%). Pareciera ser que algunos dirigentes del FIT registran este ingrediente de la realidad. En un reciente reportaje televisivo en TN (programa de Santo Biasatti), Jorge Altamira hace referencia a la gran elección de Alfredo Palacios en la década del 60 (embelleciendo su perfomance, con un no muy conocido dato de apoyo a la revolución cubana), ante la pregunta del conductor de si era inédita esta gran elección de la izquierda. Con este método de análisis, es lícito también considerar que el FIT se vio favorecido electoralmente por la desaparición de Proyecto Sur, al aliarse su principal figura (Pino Solanas) con Lilita Carrió. 

c) Es interesante observar que la campaña del FIT tuvo un correcto carácter práctico electoral: en agosto, apelar al voto democrático para superar las PASO; en octubre, buscar el incremento de votos para poder lograr escaños. 

d) Esta definición práctica llevó a una campaña de corte electoralista, con claros ribetes reformistas. Más que a la acción directa de masas, se apeló a que el logro electoral y los legisladores conquistados sean un factor de fortalecimiento a las luchas futuras, ante el ajuste que se viene. La crítica ultraizquierdista al FIT se vale de estos elementos. No la compartimos, simplemente porque consideramos correcto y prioritario simplificar el mensaje electoral a un objetivo viable y palpable, en un contexto de ausencia de grandes luchas de masas en el terreno de acción directa.

e) Por eso, bueno también es decir, que esta táctica choca contra las caracterizaciones y pronósticos de los tres partidos fundamentales del FIT. En la campaña, se dejó a un lado el catastrofismo de la crisis capitalista y la revolución inminente para privilegiar cómo lograr los votos que faltaban. 

f) Y está bien que sea así, en tanto el logro electoral brinda un paraguas político a todo activista que desarrolle las distintas formas de lucha contra el capitalismo, sea que, como nosotros, forme parte del FIT, o no forme parte de él.

g) Desde luego, estos logros nos colocan a todos ante el desafío de saber utilizarlo. El régimen ya ha tomado iniciativas para consolidar una “izquierda del sistema”. En su editorial del lunes 28 de octubre en Radio Mitre, Pepe Eliachev saludaba como un gran logro de la democracia haber dado lugar a la existencia de una “izquierda marxista que acepta las reglas del juego del sistema”. Más allá de que esto sea parcialmente cierto, es todo un desafío el proceso post-éxito electoral del FIT.

h) De nuestra parte, creemos que supimos ubicarnos modestamente y con un elemental principio de realismo ante el fenómeno. Las puertas cerradas por la concepción de aparato de los tres partidos (PO, PTS, IS) no pretendieron ser abiertas por nosotros, sino que desarrollamos nuestra actividad coherente con nuestras fuerzas y posibilidades. Y más aún: abrimos nuestras pequeñas puertas para intentar instalar debates más profundos en esta superficial campaña electoral (Mesa Debate con candidatos a Concejales organizada por Trabajadores de la Salud Autoconvocados (TSA) en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario).

i) De aquí en adelante, nos mantenemos abiertos a cualquier posibilidad de apertura, de mayor integración y colaboración. Nos reiteramos en lo que decíamos en el punto final (que creemos oportuno colocar aquí) de nuestro balance de las PASO:

j) Desde luego, participamos del FIT con toda nuestra identidad política, contenida en nuestro documento fundacional como grupo, y en el folleto ideológico-programático que presentamos en el Seminario de Teoría Crítica realizado los días 10, 11 y 12 de octubre en Rosario.

k) Al escribir estos apuntes, llega a nuestra redacción una “Carta abierta: A todas las organizaciones y a la militancia de la izquierda política y social” firmada por el Secretariado del MST. En la misma, el grupo político liderado por Alejandro Bodart, Cacho Parlante, Vilma Ripoll y Guillermo Pacagnini (entre otros), propone la formación de “un gran movimiento común con libertad de corrientes internas donde cada cual trabaje para un proyecto común sin por eso renunciar a su propia identidad.” 

Reconocedor de la correlación de fuerzas que marcan los resultados electorales, el MST le asigna al FIT la principal responsabilidad para la convocatoria para tal movimiento. Ya nos referimos al MST en el Balance del las PASO (ver más arriba). Sólo queda aclarar, para definir nuestra opinión sobre esta “carta abierta”, que el contenido de la misma no difiere demasiado de los intentos frustrados del propio MST en su experiencia con Proyecto Sur. En su propuesta movimientista, el MST ignora la importancia del PROGRAMA, que años atrás, dio un claro perfil ideológico-político al FIT. El MST desarrolló una intensa actividad bajo la concepción de que ese programa fundacional era “sectario”, y se embarcó en las conocidas experiencias populistas-socialdemócratas. Lo que corresponde contestarle, es que, si están de acuerdo con el programa fundacional del FIT, pidan su ingreso a este Frente. Nosotros pugnamos porque se produzcan muchos acercamientos e ingresos de este tipo, al tiempo que lucharemos también por un funcionamiento amplio y democrático que permita la contención y el desarrollo de las diversas tendencias existentes. En definitiva, el FIT es ya una “marca registrada” que excede los propios pronósticos y el control de sus propios principales integrantes. Disolverlo en un “movimiento amplio” de dudoso futuro sería un retroceso. 

6) Cristina tomó la palabra en la noche del 11 de agosto proclamando una obviedad: el FPV sigue siendo la “primera minoría” en todo el país. También hizo las cuentas de los legisladores que se ponen en juego, demostrando que aún repitiendo en octubre los resultados de las PASO no cambiaría demasiado el panorama en el Congreso. Desde luego, lo dijo para remontar un resultado electoral adverso, incluso peor que las elecciones de medio término del 2009, cuando De Narváez derrotó al mismísimo Néstor en la Provincia de Buenos Aires. Cristina nos habló de gobernabilidad, buscando potenciar su rol de arbitraje ante la indudable dispersión del voto opositor victorioso. Pero lo cierto es que las PASO 2013 terminaron con cualquier posibilidad de re-reelección, lo cual plantea perspectivas de grandes disputas al interior del peronismo en general, y del FPV en particular, de cara a la sucesión presidencial para el 2015. La “izquierda K” está en problemas, porque ha perdido toda posibilidad de incidir seriamente para que “el modelo” se defina hacia una suerte de chavismo. 

7) Esta derrota relativa del FPV en todo el país ha beneficiado globalmente a alternativas reaccionarias y de derecha, que se nos presentan en tres bloques que difícilmente puedan unificarse para ser una opción de poder hacia el 2015:

a) Un modelo socialdemócrata de derecha (UCR, PS, FAP), exitoso en Capital Federal, Mendoza y Santa Fe.

b) Un modelo peronista de derecha exitoso en Prov. de Buenos Aires, Córdoba y algunas provincia del Sur (vuelta de Das Neves, mantenimiento del poder de los Rodríguez Saa).

c) Un modelo post-neoliberal de derecha, que ha logrado mantener su caudal en Capital Federal, y hacer buenas elecciones en Santa Fe, Córdoba, San Juan, Entre Ríos. Es decir, el macrismo aparece por primera vez como una alternativa nacional. 

8) En los meses que se vienen, los socialistas revolucionarios debemos combinar el frente único para la lucha por las reivindicaciones pendientes con nuestra participación en la campaña electoral del FIT. Si se concibe esto último como un fin en sí mismo, la izquierda volverá a mostrar su cara sectaria y de aparato. Si en cambio se usa para construir el frente único de lucha que abarque a la base y a los activistas combativos que siguen siendo tributarios de los partidos reformistas y/o burgueses, podremos avanzar en recomponer el tejido del activismo y crear mejores condiciones para la lucha por una sociedad mejor.

A pesar que el kirchnerismo mejoró su perfomance respecto a las PASO, consiguiendo el objetivo de mantener el control de ambas cámaras, sólo un necio podría negar el carácter de derrota electoral. No tanto ni sólo por la pérdida de millones de votos (esto también pasó en las elecciones de medio término del 2009), sino por la imposibilidad de continuar con el sistema de arbitraje basado en el liderazgo de Cristina, en condiciones de mayores dificultades y/o incertidumbres económicas. No compartimos, sin embargo, las afirmaciones contundentes del “fin de ciclo” (acuñadas tanto por la izquierda como por la derecha). Creemos, por el contrario, que el fenómeno SERGIO MASSA plantea un reciclaje del ciclo bonapartista iniciado en 2002 con Duhalde, con eje en un arbitraje corrido a la derecha, que se va a ver obligado a incluir al kirchnerismo en su equilibrio de poder. Como decíamos en el documento fundacional del SR, la gobernabilidad de la Argentina que se viene, mantendrá en general el modelo, dirimiéndose la sucesión presidencial y los liderazgos en la interna del peronismo. Tampoco compartimos los pronósticos catastrofistas de que “se viene el gran ajuste”, de golpe. Creemos que la economía del país y la propia situación defensiva de las masas le permitirá al Gobierno (y en esto, seguramente armará consensos con la burocracia sindical, con las cámaras empresariales y con los diversos sectores políticos, dentro y fuera del peronismo) un gradualismo, deteriorante de las condiciones de vida, que permita la gobernabilidad hasta el 2015. Debemos seguir y participar en las luchas que habrá contra el deterioro, así como de las relaciones de la economía argentina respecto a la mundial. Estos serán los escenarios decisivos para el desarrollo de la situación política. 

Al culminar este documento, se anuncia la recuperación física de la Presidenta, y su inminente reaparición pública, probablemente a principios de diciembre, en un gran acto “a los 30 años de la democracia”

El reciente fallo de la Corte favorable al Gobierno en cuanto a la Ley de Medios, es todo un síntoma de que, más allá de las presiones de sectores de carne y hueso de la burguesía (grupo Clarín, por ejemplo), la clase dominante en su conjunto, en sus intereses generales, sigue prefiriendo una estabilidad institucional con Cristina al frente del Ejecutivo. 

Noviembre de 2013

*socialismo revolucionario

En el FRENTE DE IZQUIERDA Y LOS TRABAJADORES (FIT)

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