Oportunismo politiquero
Redacción de Aquí
El oportunismo es una de las características de la politiquería y como no podía faltar, en estos días de campañas por la prórroga del mandato de Evo Morales Ayma, salen muchos a la palestra y entre ellos Hugo Morales Ayma, quien tiempo atrás se declaró enemigo de MAS y de su hermano Presidente. Leamos:
Evo Morales tiene dos hermanos: Esther, la mayor de los tres y, Hugo, el menor. Esther, al comienzo del mandato de Evo, ofició en algunos actos como Primera Dama; pero, su paso por ese cargo fue fugaz y según últimas entrevistas (2011) prefiere vivir de su trabajo, dedicada al comercio de carne en un mercado de Oruro, aunque el 2012 cuando participó en una mesa redonda sobre migraciones, en Barcelona (España), se autodefinió como “portavoz” de los que emigraron de Bolivia, además de participar en las numerosas campañas en favor de su hermano: Soy la hermana del Presidente, no la Primera Dama. Hay que entender que nadie me quita lo de hermana y lo apoyo porque es mi hermano, no por llunk’u, dijo.
El hermano menor, Hugo, genera noticia, precisamente por ser hermano del Presidente. Según sus propias declaraciones emigró con Evo de su originario ayllu Sullka, en Orinoca, y de pueblo en pueblo llegó al Chapare, donde hizo trabajo político para “convencer a los pobres que podrían crear su propio partido, lo que llevó a Evo Morales a ser Presidente Constitucional de Bolivia".
Luego, supuestamente por razones políticas, renunció al MAS y se declaró más radical y cercano a los grupos insurgentes peruanos, como Sendero Luminoso. El 8 de marzo de 2005 se despojó de su chamarra con colores del MAS, la lanzó al suelo, la quemó y declaró que con ese acto renunciaba al partido “obrero”, según señala al periódico chileno El Mercurio, cuando Hugo Morales estuvo en ese país el 2007. Pero en la misma entrevista señaló los motivos de su verdadero distanciamiento: su desacuerdo a “la designación hecha por su hermano de ciertos candidatos a prefectos, diputados y senadores por Oruro, en las elecciones generales de ese año (diciembre de 2005), candidatos que a su juicio ‘tenían malos pasados’”; es decir, su distanciamiento, se supone, se debió a no haber sido postulado a candidaturas.
El paso de Hugo Morales Ayma por Chile, aquel 2007, lo hizo por invitación de un empresario boliviano radicado en Arica, y estuvo acompañado del senador por Tarija del MAS, Jaime Ramírez Márquez, quien dos años después (2009) fue acusado, junto con otros parlamentarios del MAS, de repartir enlatados con fecha vencida a los asistentes a las campañas electorales de entonces; asimismo, el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción inició, a Ramírez Márquez, una demanda por haber cometido supuestos ilícitos en el proceso de licitación de la obra “Rehabilitación de Infraestructura de Defensivos” para el municipio de Entre Ríos, al haber influido para favorecer a una determinada empresa.
Como se ve, las amistades de Hugo Morales no demuestran el radicalismo del que hace gala, y menos cuando se lo vinculó con los hermanos Luis Fernando y Ernesto Córdova Santiésteban, presuntos autores intelectuales del crimen a Jorge O’Connor D’Arlach, presidente de la Catler Uniservice, la que se adjudicó la instalación de la planta de separación de gas licuado de petróleo y gasolina en el campo de Rio Grande (Santa Cruz), millonario negociado con la petrolera boliviana YPFB, cuyo presidente y hombre importante del MAS, Santos Ramírez, iba a recibir una comisión (coima) de 450 mil dólares. Hugo Morales reconoció la estrecha amistad con los Córdova y, específicamente, declaró que Luis Fernando Córdova ,“El Ticoco”, le pidió que sea Jefe de la Aduana Nacional y, posteriormente, le propuso sea candidato por el MAS en las próximas elecciones generales, a lo que Hugo Morales se excusó: “Pero yo qué podía hacer en el tema de la Aduana. En el tema, candidato ni siquiera hay elecciones yo le dije: ya pues vas a ser, me dijo Córdova, si eres buen compañero vas a ser candidato, si tienes gente serás candidato. Así hablábamos con Luis Fernando Córdova”, acotó Hugo Morales.
Supuestamente H. Morales se apartó del MAS porque su hermano Evo estaba rodeado de “sapos, víboras y lagartos”: “El MAS debe ajustar mucho sus líneas porque hoy tiene adentro lagartos, víboras y sapos (…) Justamente (son) los que están en el entorno cercano de Evo. Los que están metidos en todo (…) El MAS tiene que limpiarse, pensar en los postulados ideológicos que aparecen en su estatuto orgánico. Quizá con eso pueda avanzar. Hay gente de la derecha que está bien entrometida en el MAS y eso lo hacen para controlar su propia fortuna”, criterios emitidos por Hugo Morales Ayma, al periódico El Deber, en una entrevista publicada el 23 de abril de 2007; pero, sigamos los avatares de ese ciudadano.
Últimamente el hermano del Presidente ha protagonizado dos hechos más: el primero a consecuencia de que fue detenido, en estado de ebriedad, en Oruro cuando se realizaba un operativo rutinario dentro el llamado Plan Chachapuma, de seguridad ciudadana. Si bien Hugo Morales no conducía el vehículo, sino un acompañante que hacía las veces de su guardaespalda, el hermano del Presidente amenazó a los periodistas, que filmaban casualmente en dicho punto, con expresiones como “te rompo…” o de hacerlos “desaparecer” con influencia del gobierno, mientras que el acompañante trataba de arrebatar las cámaras a otra periodista, incidente que se hizo público, pero que en el reporte de la Policía, no figura el nombre del Hugo Morales, ni éste fue conducido al puesto policial.
El sindicato de periodistas de Oruro protestó y exigió que Hugo Morales Ayma pida disculpas por el maltrato inferido a sus colegas, lo que no sucedió; al contrario, el entonces ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, calificó el hecho de “linchamiento civil” de los periodistas, lo que sería parte de “una conspiración”, no sólo contra Hugo Morales, sino contra el Presidente, montaje destinado a minar la “autoridad moral” del primer mandatario; además, esa autoridad miente al decir Morales no figura en el informe oficial de la Policía, porque no intervino en el altercado, lo que desmienten las imágenes filmadas. Está visto que el abuso de poder de ciertos privilegiados se impone con toda naturalidad, en este caso con el argumento de supuestos complots contra los gobernantes.
El segundo hecho que muestra una vez más a Hugo Morales, como actor de un hecho al menos criticable, sucedió recientemente cuando declaró que liderará la campaña de Evo por su cuarto mandato consecutivo. Ahora Morales amparado en un cargo que tiene en la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, señaló que “nosotros (los de la Confederación) vamos a trabajar por una postura política, por el liderazgo de Evo Morales” y el hecho de que sea hermano del Presidente no le da ningún miedo.
Esta última declaración de Hugo Morales (8 de octubre) contrasta con sus anteriores criterios cuando veía “sapos, víboras y lagartos” rodeando al Presidente; así también, su actual militancia no condice con lo señalado en julio del 2014 a la red ACLO de Potosí, frente a los numerosos casos de corrupción dentro del gobierno, cuando afirmó que ese flagelo se debía a que “nosotros (los del MAS) hemos alquilado a la gente de la derecha: están en el MAS los adenistas (ADN), están los emenerristas MNR), están los ucesistas (UCS)…” lo cual no sucedió en Cuba, donde se “hizo una revolución armada, los ha limpiado (a los de la derecha) o se han sometido. Aquí nosotros hemos dejado la puerta abierta, y ahora a nombre del MAS vive la corrupción”.
Que sepamos, desde las primeras declaraciones de Hugo Morales el 2005 y las sucesivas del 2007, 2009 y 2014, el entorno del Presidente es casi el mismo, al que calificó de batracios y reptiles… Por eso tomamos nota del cambio de actitud y de discurso del hermano del Presidente, a no ser que en estos últimos días, aquellos “sapos” hayan logrado una metamorfosis, de batracios que eran a otra gente, de acuerdo a la calificación que les daba el hermano del Presidente, o tal vez habrán perdido la cola, como lo hacen las lagartijas, o la corrupción denunciada en el Fondo Indígena fue mentira y parte de una “conspiración de la derecha y el imperio” .
Lo cierto es que lo dicho por Hugo Morales Ayma —sobre el entorno presidencial, sobre la corrupción y su aparente radicalismo— son parte del anecdotario de la politiquería que hacen gala los pachamámicos y “socialistas” del siglo XXI.