editorial
El Presidente boliviano, especialmente en su segundo mandato, sobre las Fuerzas Armadas ha entregado apreciaciones entre lisonjeras e imprecisas que resumimos:
—Al informar sobre una de sus gestiones, a los jefes militares, les dijo: Bolivia tiene como enemigo fundamental al imperialismo y, por tanto, el enemigo principal de los bolivianos no es el socialismo, como enseñan en los institutos de formación castrense. A esos jefes militares, ahora todos en la llamada reserva activa, les instó a que señalen al verdadero enemigo fundamental de Bolivia.
—En un aniversario de las Fuerzas Armadas, en Oruro, Morales dijo que nuestro país no necesita un Ejército “masacrador” y que en una futura doctrina militar debe establecerse que las Fuerzas Armadas deben estar el servicio del pueblo.
—A propósito de esa nueva doctrina de las Fuerzas Armadas bolivianas, en el estatal diario Cambio se difundió que los principios básicos de esa doctrina militar deben ser el “nacionalismo, patriotismo, antiimperialismo, anticapitalismo y justicia social”.[1]
—En varios de sus discursos el primer mandatario dijo que el Ejército de nuestro país es anticolonialista y antiimperialista desde la batalla de Aroma, librada durante la guerra de la independencia de la dominación de España.
—Evo Morales, asimismo, ha dicho que recibió enseñanzas en la escuela de Orinoca, en el cuartel y en los sindicatos del Chapare.
—Más de una vez declaró, como si fuera vocero de ellas, que las Fuerzas Armadas no guardan documentos sobre los desaparecidos, como Marcelo Quiroga Santa Cruz y Carlos Flores Bedregal, entre otros compatriotas. El Vicepresidente entonces señaló que la CIA tendría esos documentos a los que quieren acceder familiares y defensores de los derechos humanos.
—Tampoco esperábamos del Presidente que afirme, hace un año, lo que sigue: “Hay que discutir con los representantes de los derechos humanos, porque no por el tema de los derechos humanos nuestros soldados no van a estar bien preparados físicamente (…), la preparación física es importante para nuestras Fuerzas Armadas, en algún momento yo exigía (a) algún comandante, porque los soldados no están siendo preparados físicamente”.[2]
—Acerca de la muerte de los tenientes Grover Poma Guanto (7 de Feb. de 2011) y Ceooly Espinal Prieto (2 de Feb. de 2013), como consecuencia de golpizas propinadas por instructores y/o estudiantes, en la Escuela de Cóndores de Sanandita, el Capital General de las Fuerzas Armadas ni siquiera instruyó una averiguación que lleve a reconocer y a descubrir y en ningún caso a despistar y a encubrir, como sucede con frecuencia en los cuarteles bolivianos.
Un jefe militar, ante medios de difusión, afirmó que evaluarán la instrucción militar impartida en la Escuela de Cóndores y que sobre esa base tomarán medidas.
En el editorial de Aquí virtual del 9 de este mes nos animamos a proponer que, con la movilización del pueblo, exijamos el cierre de la Escuela de Cóndores de Sanandita porque allí se forman criminales, como en otras de su género, nos referimos a otra de la Armada que funciona a orillas del lago Titicaca y, en primer lugar, a la Escuela de las Américas que ahora tiene su sede en Georgia, Estados Unidos.
Los miembros de las Fuerzas Armadas bolivianas conservan, básicamente, las normas y los privilegios de hace décadas: sueldos crecidos para oficiales y además sobresueldos para jefes castrenses; sueldos disminuidos para clases y suboficiliales, sin que sean ingresos de hambre; para todos los uniformados que se jubilan, la ley les permite percibir una renta igual al total ganado, además de beneficios sociales abultados; normas constitucionales que son las contempladas en la vieja Constitución Política del Estado y que prevalecen en la nueva; secretos militares que sirven para encubrir las acciones de indisciplina y los delitos de sus miembros; un presupuesto del 26 por ciento (el mayor de todos, como admite el ministro de la Defensa) y muy superior a los asignados a los servicios de salud y educación. Según el documento del Ministerio de Economía, ambos ministerios, Defensa y Gobierno, gastan (gastarán) el 47,5%, es decir 4 mil 955 millones 800 mil bolivianos del total del presupuesto de los 20 ministerios. En cambio salud y educación tendrán menos del 10 por ciento, según el diario El Deber de Santa Cruz del 25 de noviembre de 2012.
Este último dato presenta de cuerpo entero al gobierno y en particular al Presidente. Defensa y gobierno consumirán casi la mitad del presupuesto boliviano de la gestión 2013, en tanto que los servicios de educación y salud, pese al incremento, no superan la décima parte de la torta presupuestaria.
Se sabe, asimismo, que la mayor parte del presupuesto para defensa se destinará al pago de servicios personales, es decir, a sueldos.
Para el Presidente, aunque lo niegue, el principal sostén con el que cuenta ahora son los militares, a cuyos jefes se les paga pluses los que provocan descontento entre los oficiales, suboficiales y clases de las Fuerzas Armadas, de acuerdo a fuentes creíbles, aunque sea sólo porque esos beneficios extraordinarios no les llegan a ellos.
Especialmente jefes militares bolivianos reciben, con las dos manos, ingresos legales y extralegales. Los últimos probablemente no figuren en ningún presupuesto, aunque la procedencia se sospecha, pero resulta de difícil confirmación.
Jefes miliares, con el cinismo de los que pierden todo decoro (si lo tuvieron), en los cuarteles y en voz baja dicen que aceptan con agrado los pagos extralegales.
Esas más que holgadas condiciones materiales de los que disfrutan los jefes militares, son complementadas por el Presidente boliviano que no desperdicia ningún momento para decirles palabras dulzonas a los militares. Éstos tendrían que admitir que viven bien, con ingresos materiales suficientes y con una campaña, encabezada por el presidente Morales, que trata de que los bolivianos admitamos que en este tiempo tenemos unas Fuerzas Armadas antiimperialistas, cuando la realidad es que los cambios en aquéllas no pasan de ser superficiales, como eso de que lleven la wipl’ala en sus uniformes y que griten: “Patria o muerte”. Vemos lejano el día en el que un Quipe ascienda a General de Fuerza.
Y sin otras Fuerzas Armadas es imposible un nuevo Estado plurinacional.
[1] “El ministro de Defensa, Rubén Aldo Saavedra, informó que la nueva doctrina se basa en la defensa y seguridad de la población, el territorio y los recursos naturales, en el respeto de la constitucionalidad, la democracia y los derechos humanos”.?
“Se está elaborando una nueva doctrina, a la cual deben sujetarse todos los efectivos militares”. Diario Cambio, La Paz, 25 de diciembre de 2012.
[2] “Yo no sé si hay que mejorar el tema de los premilitares, no puede ser que estén de vacación y turismo por los cuarteles, siento que hay que mejorar las instrucciones, enseñarles a ser solidarios, en algunas ciudades he visto que es como un descanso, un paseo de los premilitares, hay que empezar a fortalecer las instrucciones”, afirmó, el Presidente, según el diario cochabambino Opinión del 15 de febrero de 2012, además de la cita precedente.