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Gobierno Arce-Choquehuanca, un posible tránsito sin cambios esenciales respecto del de Morales-García

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Editorial de Aquí 329

El nuevo presidente masista Luis Alberto Arce Catacora, en su discurso de posesión en el cargo habló de un presunto golpe de Estado que depuso a Juan Evo Morales Ayma, que el pueblo en las urnas recuperó la democracia, que los gobernantes interinos a los que definió como golpistas provocaron la crisis económica en Bolivia, que los nuevos gobernantes corregirán aquello que no hicieron bien durante 14 años y que profundizarán los aciertos, que habrá justicia para los muertos de Senkata (El Alto) y Sacaba (Cochabamba), que durante el gobierno de Áñez hubo guerra interna en Bolivia, que en el curso de su mandato aplicará los principios del Movimiento de los Países No Alineados, entre los temas principales.

En ese discurso, Arce Catacora mostró que los gobernantes masistas intentan e intentarán reescribir la historia en base a mentiras o apoyados en una propaganda con marcadas dosis de mentiras.

Sin decirlo expresamente, los gobernantes que tomaron posesión el 8 de este mes tratan de hacer creer a los bolivianos que es verdad cuanto ofrecen y que se resume en el primer párrafo de esta nota editorial.

El discurso del vicepresidente David Choquehuanca Céspedes (de ese 8 de noviembre) se presenta como el contrapunto del de Arce. Varios compatriotas, por esa pieza oratoria, dicen que es para que los bolivianos vivamos bien, que propone la reconciliación y que evitemos la confrontación. De nuestra parte agregamos que el discurso de Choquehuanca oculta la lucha de clases como locomotora de la historia boliviana, para decirlo con el verbo de Carlos Marx. En otro momento opinaremos con el detenimiento que sea necesario sobre los dichos y los hechos de Choquehuanca.

Arce, fiel al libreto que debe halagar a Morales, reiteró el criterio del supuesto golpe de Estado que determinó la renuncia del entonces Presidente en Bolivia, el que se exilió en México primero y en Argentina después.

Luego de esa renuncia y exilio ocurrió la sucesión constitucional de la entonces segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez Chávez. Sucesión constitucional precedida de un alzamiento popular que derrotó a Morales. Insurrección popular inconclusa porque no impuso un gobierno de los insurreccionados.

El presidente Arce pretende ocultar que en octubre y noviembre del año pasado en Bolivia hubo una insurrección popular inconclusa porque la caída de Morales no se completó con la toma del poder por los alzados (acéptese la reiteración que busca subrayar la afirmación).

El alzamiento popular ocurrió como consecuencia de un proceso de acumulación de fuerzas sociales y políticas y específicamente debido a la manipulación informática de los resultados electorales que pretendieron darle la victoria electoral fraudulenta a Morales-García. Entonces tuvo lugar la denominada sucesión presidencial según la Constitución Política: asumió la Presidencia de Bolivia la que quedaba en la directiva de la Cámara de Senadores tras la renuncia del Presidente y del Vicepresidente del Estado Plurinacional, de la Presidenta de la Cámara de Senadores, del Presidente de la Cámara de Diputados y del Primer Vicepresidente de los senadores.

Otra idea de los masistas repetida por Arce es que con la victoria electoral han recuperado la democracia, la actual democracia en mucho recortada o mezquina.

La democracia que es un régimen político para la dominación que ejercen clases sociales y organizaciones políticas con la que someten a otras clases sociales y a otras organizaciones políticas.

Esa democracia fue desconocida por Morales cuando consiguió que los vocales del Tribunal Constitucional Plurinacional, mediante sentencia constitucional, apruebe como supuesto derecho humano para que Evo Morales repostule a la reelección indefinida, sentencia constitucional que desconoció la obligatoriedad del NO a la repostulación de Morales expresado en el referéndum del 21F.

El desconocimiento del NO fue un acto antidemocrático contrario a la Constitución Política, acontecimiento del que existe otra lectura: el alzamiento popular contra el fraude electoral en beneficio de Morales fue un accionar de rescate de la democracia con un revés importante que se mantiene vigente: la caída de Morales, la que provocó el odio de éste contra los bolivianos que sí se rebelaron en contra de gobernantes con una hoja de servicios antidemocrática constante como la de Morales-García.

Arce y los masistas buscan hacer creer que en 14 años hubo desarrollo económico y bienestar social, y se ofrece como constatación la merma de la pobreza extrema en el país.

Evo Morales propagó con una mentira los supuestos buenos resultados de la economía plurinacional: Bolivia es el país más fuerte de la región latinoamericana y caribeña, dijo en un aniversario de su gobierno

En un momento en el que se manifestaba un creciente déficit fiscal, el entonces Ministro de Economía y Finanzas y ahora presidente Arce afirmó que la economía boliviana estaba blindada.

El Presidente posesionado el domingo 8 dijo que el avance de la economía boliviana fue frenado y destruido por los gobernantes golpistas, definición que al parecer les complace para ocultar la renuncia y la huida de Morales-García.

Por otra parte, el gobierno interino de Áñez Chávez debe responder por su manejo deficiente de la economía del país, pero un economista y gobernante como Arce dijo una media verdad al afirmar que la crisis económica fue provocada por los gobernantes transitorios.

Mientras que en el mundo la pandemia determina una crisis económica sin precedentes, en Bolivia el responsable de la crisis económica, según Arce, es un gobierno que debió cumplir un mandato transitorio y con dos tareas marcadas con precisión: pacificar el país y conseguir que se convoque a elecciones en el menor tiempo posible.

Es inocultable que el coronavirus y la campaña para vencerlo sirvieron para que los gobernantes interinos desplieguen una campaña electoral con más errores que aciertos, pero ese desatino no autoriza a un economista, como es el nuevo Presidente boliviano, a ignorar que la pandemia develó que los llamados éxitos económicos de 14 años no eran tales.

Acerca de los supuestos buenos resultados de la economía boliviana durante el gobierno de Morales-García vale reproducir cuanto dijo la principal ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL): El crecimiento económico de Bolivia se debe a los precios internacionales favorables para las materias primas, como los hidrocarburos, y no a que haya aumentado la producción o la industrialización de la economía boliviana.

Otro ejemplo ilustra también el crecimiento económico para una corporación como es la japonesa Sumitomo, que procesa concentrados de plomo, zinc y plata en San Cristóbal (Potosí), la Empresa Minera San Cristóbal, a la que como gobernante Morales le concedió seguridad jurídica, es decir que no iba a ser nacionalizada.

El Gerente General de la Sumitomo en La Paz, luego de conversar con Morales en el Palacio Quemado, declaró que en Bolivia para su empresa todo era ganar, ganar y ganar.

Arce ha dicho el 8 de este mes que su gobierno profundizará los éxitos económicos obtenidos en 14 años. Una pregunta pertinente es: ¿profundizarán las garantías para que la Empresa Minera San Cristóbal siga ganando, ganando y ganando a cambio de ingresos comparativamente minúsculos en impuestos, regalías y otros para el Estado y la región productora?

¿Será profundizar los éxitos económicos aparentes obtenidos por el Estado boliviano gastar más dinero en la construcción de una línea férrea para trasladar la urea que se produce en Bulo Bulo hasta Puerto Suárez (frontera con Brasil), el mercado más grande para el abono extraído del gas natural? Ese abono se vende más caro a los bolivianos que a los consumidores brasileños, abono que además degrada los suelos, según entendidos.

Pronto estableceremos si es verdadera o es falsa la profundización de los buenos resultados en la economía boliviana por acción o por omisión de la política económica que emprenda el gobierno de Arce-Choquehuanca, masistas y también Morales redivivo, quien nunca cesa su accionar político, debemos admitirlo.

Respecto de la campaña anticoronavirus dijo casi nada el gobernante Arce en un discurso carente de mensajes destinados a la reconciliación con la que algunos sueñan con una candidez que raya en la ingenuidad.

Un ejemplo que respalda esta última información se desprende de la promesa de justicia de Arce para los muertos de Senkata, Sacaba y Pedregal, todos al parecer rebelados contra el gobierno de Añez, pero ni siquiera menciona a las otras víctimas del conflicto. Quizá por eso en El Alto manifestantes promasistas esos días gritaron: ¡Ahora sí, guerra civil! O en Sacaba los manifestantes se opusieron a que los muertos sean auscultados por médicos forenses para la autopsia legal. No obstante, el director de ese servicio en una entrevista periodística informó que esa autopsia fue realizada.

La legislatura anterior, en la que el MAS influyó con sus dos tercios de los integrantes, dejó un informe sobre esas supuestas o reales masacres, informe que se considera parcializado.

Al respecto, cabe considerar que para Arce con el gobierno transitorio hubo “guerra interna”. Los paralelos o comparaciones son difíciles, pero callar sobre esa aparente guerra interna sería complicidad con él. Recordemos que con la dictadura de Pinochet en Chile (más de 3.000 muertos) y con la de Videla en Argentina (30.000 muertos) hubo guerra interna o guerra sucia, según los que resistieron a esos regímenes fascistas. En Bolivia con el gobierno constitucional de Áñez no hubo guerra interna como en aquellos dos países vecinos. Arce debió y debe ser más riguroso en sus apreciaciones.

El nuevo Presidente boliviano recordó que Bolivia firmó una convención en la que se declara a Nuestra América como una “Zona de paz”. Por ello, se espera que haya correspondencia entre cuanto diga y cuanto haga el gobierno Arce-Choquehuanca dentro del país y en las relaciones internacionales.

Nosotros tomamos nota del discurso de los nuevos gobernantes, pero sobre todo leeremos con rigor su comportamiento real.

Estos días nos convencemos de que Arce-Choquehuanca se ocupan de la administración gubernamental y que Evo Morales ejerce la política por, desde y con el MAS.

La Paz, 20 noviembre de 2020

*Periodista

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