Jesús Soliz, admitido por pocos como presidente de una Comisión Transitoria de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), junto con otros activistas de los derechos humanos, fue encargado de organizar un congreso de nuestra Asamblea. Para cubrir gastos de esa reunión nacional, por escrito, pidió dinero al presidente de COTEL de La Paz, Fabián Guillén, lo que no se hizo efectivo porque aquel funcionario fue detenido por supuesta vinculación delictiva con un consorcio de jueces, abogados y fiscales. Guillén habría sobornado a miembros de ese consorcio y habría contratado a un abogado con sobreprecio, así como se supone que desembolsó más dinero para pagar otras “coimas”.
El dinero de COTEL no fue desembolsado debido a la detención de Guillén —lo que admite Soliz en una comunicado— pero ambos acordaron el financiamiento del Congreso de la APDHB, con dinero de los cooperativistas y sin consulta a éstos, lo que rechazamos de manera resuelta.
Soliz, ante aquel fracaso, además, buscó financiamiento para el Congreso de la APDHB, nada menos que a jefes de la Policía Boliviana, los que en sus cuarteles y en otros ámbitos violan derechos humanos de sus propios efectivos y de otros ciudadanos. Específicamente, entre esos efectivos policiales hay torturadores de personas, ultrajes que han provocado la muerte de varias víctimas.
Nunca un defensor de los derechos humanos en nuestro país había caído más bajo que Jesús Soliz el que, además, hizo aquellas gestiones de dinero, en nombre de la APDHB. Aclaramos, sin embargo, que los miembros de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz (APDHLP), encabezada por María Amparo Carvajal Baños, no estamos comprometidos con ese comportamiento reñido con la ética. Asimismo, afirmamos que nuestra Presidenta nunca fue consultada por Soliz para emprender esa gestión, no obstante de que Amparo Carvajal es parte de esa Comisión Transitoria de la APDHB.
La APDHB, en todo momento, debe defender su independencia respecto del Estado y de sus organismos represivos y de todo gobierno (incluido el actual). También por eso luchamos los miembros de la APDHLP. Y consideramos que pedir y aceptar financiamiento de una cooperativa, como la de teléfonos de la sede de gobierno, y sobre todo de la Policía Boliviana, es poner en riesgo la independencia de la APDHB. Asimismo, rechazar ese financiamiento es defender el decoro de nuestra Asamblea y de la inmensa mayoría de sus miembros.
Los integrantes de la APDHLP sostenemos que el Congreso de la APDHB, programado para el 16 y 17 de este mes, no debe realizarse con dinero concedido por personas sospechosas de cometer delitos y por violadores de derechos humanos. En cambio, proponemos la realización urgente de una reunión de todos los presidentes de las asambleas permanentes de los derechos humanos, departamentales y regionales, a realizarse en La Paz (Casa de los Derechos Humanos), en lo posible el 16 y/o 17 de este mes, en reemplazo del Congreso de la APDHB, para evitar contaminarnos con la inconducta de Jesús Soliz.
La independencia y el decoro de la APDHB valen mucho más que la realización de un congreso nacional de los derechos humanos con dinero concedido por violadores de esos derechos.
La Paz, 13 de abril de 2016.
Directorio de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz (APDHLP)