Comisión de DDHH de la Cámara Baja
Luis Fernando Cantoral
(AquíCom/25-05-14) “Los que violan siempre la Constitución y las leyes, en tema de tortura (la mayor parte) son las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana”, manifestó Rodolfo Calle, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, en entrevista concedida a la agencia de noticias Aquí Comunicación.
El legislador subrayó que la tortura está prohibida por la Constitución Política del Estado que “defiende la vida, la integridad física de las personas y prohíbe de manera taxativa la tortura”.
“No debe existir en Bolivia la tortura física, pero sabemos que existe tortura y sobre todo (tortura) sicológica en todo ámbito”, señaló Calle.
Entre enero y octubre de 2013, la Defensoría del Pueblo recibió y procesó un total de 1.119 casos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, cantidad mayor respecto a gestiones anteriores. “Es importante señalar que se ha evidenciado en esta gestión (2013) un considerable aumento de este tipo de vulneraciones, superior a las tres gestiones anteriores, cuya suma alcanzó a 1.746. En relación al año pasado (2012), por ejemplo, se evidencia un incremento de casi el 56% de casos”, se lee en el informe defensorial.
Este tipo de prácticas van en aumento, sobre todo en la región de América Latina, según lo confirma el informe y campaña “Alto a la Tortura” de la organización Amnistía Internacional (AI).
El Diputado enfatizó que, de acuerdo a la Constitución y al Código de Procedimiento Penal del país, toda obtención de información bajo tortura, amenaza o intimidación no tiene valor legal, sin embargo, los casos siguen ocurriendo. “Si queremos usar esta clase de información obtenida bajo tortura, es ilegal, cualquier juez la desecharía en el instante, es por ese motivo que todas las pruebas se tienen que obtener de manera lícita”, indicó.
Esta práctica se mantiene en el país de manera impune porque no es castigada por las autoridades, y el diputado Calle da testimonio de ello. “No conozco ningún caso donde se haya sancionado al torturador”, dijo.
“Tenemos el caso del señor Olorio donde la Policía Boliviana lo llegó a victimar porque, de acuerdo a los videos, el señor entró caminando (a las celdas policiales en El Alto) y gozaba de salud; a las 24 horas ya estaba muerto y estaba todo golpeado, entonces es una clase de tortura que ha llegado hasta (el) asesinato. Esas personas deberían ser sancionadas, sin embargo, si están en algún juzgado los que tienen la culpa son el juez y el fiscal quienes están en la investigación y el proceso, o sea la justicia boliviana muchas veces es dilatoria y por eso no se llega a nada”, expresó.
“Ahí debería estar Derechos Humanos, pero muchas veces no están presentes. Pero quienes son las personas encargadas de precautelar de que no exista estas torturas son las mismas autoridades, ellos deberían dar cumplimiento a lo que establece la Constitución y los tratados internacionales”, apuntó el legislador.
Calle remarcó que se debe trabajar mucho en la parte educativa y formativa de los efectivos policiales porque “son las personas que sí violan alguna clase de preceptos constitucionales”.
El informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos Humanos del 2013 señala que “La tortura está profundamente enraizada en el modus operandi de las autoridades encargadas del cumplimiento de la ley boliviana”.
La ONU sostiene que si bien disminuyeron las denuncias por uso excesivo de la fuerza policial en el contexto de los conflictos sociales, “preocupa la lentitud en los avances de procesos investigativos, en estos casos, ocurridos en años anteriores”.
Pasaron más de cuatro años y la justicia boliviana aún no da con los responsables de la muerte de David Olorio Apaza, torturado hasta quie murió en celdas policiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en El Alto. A ese caso se suman otros como el ocurrido en Apolo, donde uno de los dirigentes fue “cruelmente” torturado por la policía, según denuncia la hermana de éste.
En las Fuerzas Armadas continúan impunes las muertes de los subtenientes Grover Poma y Ceooly Espinal Prieto, así como la muerte del conscripto Freddy Rodríguez Uño, entre otros (AquíCom/25-05-14).