tribuna
de sábado a sábado 377
Remberto Cárdenas Morales
/Ahora es imprescindible añadir que lo que hemos transcrito aquí del Vicepresidente es propaganda política y que ésta tiene una crecida dosis de mentira. Los hechos confirman que muchas de las afirmaciones aquéllas, además, intentan matar a la verdad, como sucede en un proceso en el que se agudiza la lucha de clases, como en toda guerra, lo primero que muere es la verdad, como sostiene un docente universitario de Alemania./
—Álvaro Marcelo García Linera (AMGL), en la campaña electoral con la que los masistas ganaron las elecciones que los encumbró como vicepresidente del país, ante una pregunta de un periodista sobre las relaciones del futuro gobierno boliviano con la comunidad internacional, respondió: Estoy más cerca de la socialdemocracia europea que de la revolución cubana. Ahora quizá por lo que dijo antes nada ha respondido en defensa de aquel proceso en la tierra de Martí y Fidel, ante lo que afirman voceros de plataformas ciudadanas de que no quieren que Bolivia sea otra Cuba.
—Cuando le pidieron una opinión sobre la lucha de clases en Bolivia, el Vicepresidente, para Le Monde diplomatique en español, afirmó: La lucha de clases en Bolivia es intermitente, como los foquitos de navidad, añadimos desde esta columna. No hay en el mundo ni Bolivia, por tanto, un país dividido en clases sociales en el que la lucha entre éstas sea intermitente, con intervalos o cuartos intermedios. Por consiguiente. aquélla es una grave imprecisión teórica de un personaje que dijo que dio clases en dos universidades de EE.UU.. No señaló en cuáles.
—García Linera más de una vez ha dicho que en Bolivia tenemos el Estado integral de Gramsci. Éste es un nuevo Estado, para un nuevo orden revolucionario, según el teórico de la política y dirigente del Partido Comunista de Italia. Las evidencias aquí en Bolivia demuestran que no existe aquel Estado, que incluso es dudoso de que esté entre los deseos de García Linera.
—Éste aseguró que en Bolivia y dentro del proceso de cambio se buscaba el capitalismo andino-amazónico. Abandonó la verborragia sobre ese planteamiento, pero mereció críticas de los intelectuales que hacían y hacen seguimiento del discurso que nos ocupa ahora.
—AMGL ha dicho también que en el horizonte de Bolivia está el socialismo. Esa afirmación se parece a lo dicho por el líder del POSDE, Felipe González, cuando dijo que el socialismo que ellos buscan no tiene prisa.
—Otro día dijo que Gramsci entendía por hegemonía a la dirección solamente y no a la dominación a la vez. Gramsci, en cambio, dice que los revolucionarios deben ejercer la dirección respecto de los compañeros y que la dominación debe apuntar contra los enemigos, a los que se los debe someter con la fuerza armada si fuera necesario; hegemonía que se debe conquistar antes si es posible, mantenerla durante y después del triunfo de un proceso revolucionario.
—En un congreso de sociólogos, realizado en Cochabamba, dijo que ya no era posible seguir por el cauce del llamado proceso de cambios. Sus escuchas le preguntaron por qué no decía lo mismo a los bolivianos. Grabaciones y/o transcripciones de ese discurso y de ese congreso se los oculta bajo siete llaves, si es que todavía están archivados.
—Si pierde el hermano Evo el referéndum se apagará el sol y se ocultará la luna, dijo García Linera ante estudiantes de primaria de La Paz. Por supuesto el astro rey y su satélite siguen su existencia con las mutaciones que evidencian que todo el universo está en movimiento y que todo cambia, que todo fluye, como dice el filósofo griego.
—La última afirmación que no refleja la realidad es la que acaba de difundir AMGL: Que no hay niño en Bolivia que se vaya a dormir con hambre.
Seguiremos en otra u otras notas el registro de dichos y de hechos de AMGL.
Ahora es imprescindible añadir que lo que hemos transcrito aquí del Vicepresidente es propaganda política y que ésta tiene una crecida dosis de mentira. Los hechos confirman que muchas de las afirmaciones aquéllas, además, intentan matar a la verdad, como sucede en un proceso en el que se agudiza la lucha de clases, como en toda guerra, lo primero que muere es la verdad, como sostiene un docente universitario de Alemania.