Fanthy
Así…, parece que no hay destino.
Ojalá Dios aparezca en el follaje
y señale sabiamente el buen camino.
Yo estoy lejos pero, en mi pecho,
ya no cabe mi corazón, tanto que duele.
He seguido otro rumbo, es mi derecho,
y el doliente equipaje me impide que vuele.
Parece que la selva me llama
aunque sea a curar las heridas
con lo poco que queda en mi alma:
amor por el orbe, si bien sólo he recibido mordidas.