Más allá de la tradición
El comercio se apodera de El Alto en “Todos Santos”
2 de noviembre, fecha para recibir a los seres queridos que partieron a la otra vida, y que mejor, que retornen a su nueva residencia con tantawawas, masitas, frutas, etc., según la tradición
(AquíCom 04-11-14). Cada 2 de noviembre se convierte en un día especial, que según la tradición, se recibe la visita de los seres que partieron a la otra vida, y para su llegada, la familia alteña, acostumbra preparar todo tipo de masitas, las cuales tienen un significado específico. Sin embargo, a falta de tiempo, muchas personas optan por comprar masitas y demás alimentos, ya preparados, es lo que se observó en la Ceja de El Alto, y allí se pudo constatar puestos de venta en varias calles de esa ciudad, los que se extendieron más, a diferencia de años pasados. “Todo está lleno, creo que esta vez las vendedoras exageraron porque no se puede ni caminar… solo caminando (mucho tiempo) se puede llegar al reloj de la Ceja, no hay paso para movilidades”, señalóLaura Soto, de aquella ciudad.
Desde la calle 7, de la zona 12 de Octubre (El Alto), las “caseras” van a vender sus productos, lo que congestiona el tráfico vehicular e impide el ingreso al centro alteño. En ese punto, que funciona como feria, se pudo observar la venta masiva de todo tipo de productos de la temporada, como ser: tantawawas, escaleras, bizcochos, caña de azúcar, cebollas, velas, y otros.
La falta de tiempo de los vecinos, provoca la demanda de esos productos ya preparados y listos para poner en la mesa de los difuntos. “Yo trabajo y no tengo tiempo para ir al horno y preparar los pancitos, pero tengo que hacer rezar para mi mamá que murió hace dos años… aquí se encuentra todo lo que uno necesita… (las vendedoras) están causando desorden… tal vez sería bueno que armen sus puestos entre las calles, donde la movilidad no camine”, según Martha Gonzales, vecina de esa zona.
Respecto de esa afirmación, Justina Quispe, indica, “…todos tenemos que comer también y por eso salimos a vender, no siempre podemos estar en un puesto fijo, y salimos en grupo a esta zona… pedimos permiso,… para acomodarnos, no es así nomás, y tampoco va ser por todo el año, unos días nomás salimos pues, tenemos que colaborarnos entre todos… ”.
Este año se pudo percibir el aumento de comerciantes en distintos puntos de esta urbe alteña, como ser en: Río Seco, 16 de Julio y Villa Adela. Y se palpa la demanda de esos productos, por familias alteñas, todo ello para continuar con la tradición dejada por nuestros antepasados.
María Roxana Quelali Nina