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“Viajar fuera del país ha sido otro aprendizaje” para aportar (I)

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Janeth Gamboa

(AquíCom 15-10-14). Yo me llamo Agustín Aldo Mamani, tengo 41 años, me dedico a la cerrajería hace unos 20 años… (Mi) nacimiento, es en una población cerca de aquí, en Ñuñumayani, (Municipio de Mecapaca-La Paz) pero… hace años… unos 10 más o menos, en esa temporada… pues no había esa preocupación de los padres (para) que cada uno de sus hijos tenga documentos… ha habido un descuido de mis papás, no había un documento legal que pueda (certificar) si he nacido allá, aquí o más allá. Lo cierto (es) que de donde yo he nacido, nos hemos venido a este sector y he vivido aquí (Las Carreras), desde mis 2 años o algo más. Entonces, la documentación que yo tengo es como si fuera nacido aquí, tengo todo legal; tampoco en la población, donde he nacido, no me han tratado de ayudar, no había gente que me pueda colaborar, (darme) un respaldo para que pueda sacar mi certificado de nacimiento. Como yo vivía aquí, hace muchos años…, he tenido que solicitar al pueblo, al Secretario General (sindicato agrario)… para que me pueda respaldar, no (insistí) tanto, como en el lugar donde yo he nacido, me han facilitado rápidamente… de una sola palabra luego he sacado mi documento.

(No estudié y) sí, me ha perjudicado realmente… Mis padres han fallecido, me he quedado con mi padrastro un tiempito, después me he quedado con mi abuelita, vivíamos en un lugar (que) cuidábamos, donde un señor, que también vendió el terreno. Luego nos hemos tenido que venir (con) mí abuelita acá, al pueblo de Las Carreras, a la casa de mi tía (y) mi tío, (que) viven aquí, tienen sus terrenos, mi tía es de aquí. Me he quedado con ellos, (aunque) no he estado con ellos siempre, porque ya a mis 14 años he podido ser independiente, siempre me gustaba ser independiente, yo he empezado a mis 9 años a ayudar, trabajar alguna cosa; entonces, había gente de otros lugares que me han ayudado, no los familiares (los extraños) me dejaban trabajar, ahí (empecé) a desenvolverme solo.

Curiosidad de aprender

Ha sido una limitación no haber estudiado porque no tenía a nadies, mi tío no es que no me ha dejado, ya no me han vuelto a poner en la escuela, yo ya me he quedado (además), me (he) ido a otros lugares; aquí por lo menos he estado hasta quinto básico, no había quién me inscriba por eso, es que ya no he podido entrar. En esa temporada (con que) ya sepas un poco escribir y leer, ya te dejaban, es suficiente; entonces, saber leer y escribir algo era ya suficiente, y hay me han dejado. Yo tenía las posibilidades de poder estudiar, pero como yo no podía solo, estudiar o trabajar, o alguien que me diga: estudia, entonces, realmente ha sido una limitación grande; pero poco a poco, en estos últimos tiempos, estoy logrando adquirir conocimientos, en diferentes lugares, trabajos. También no sé de dónde habré heredado, siempre me gusto hacer cualquier trabajo (actividad), siempre tenía la curiosidad de aprender algo, entonces, eso también me ha ayudado... me ha dado la posibilidad de conocer gente y eso ha sido una gran ayuda, de que gente extraña (o sea) de otros lugares (me ayude)…

En los años 90 en mi primer viaje departamental --antes ya había viajado a provincias cercanas de aquí de La Paz--… gente de otros lugares me ha ayudado, no económicamente; pero sí moralmente, hablándome, dándome algunas ideas para poder trabajar en alguna actividad: consejos y eso lo he aprovechado. Cómo me daba curiosidad de aprender y teníamos las posibilidades (de aprender) muchas cosas viajando, conociendo a la gente escuchando sus palabras, así he podido aprender de la gente.

La curiosidad mató al gato

Yo he viajado por primera vez a Cochabamba, luego me (he) trasladado a Santa Cruz, he conocido casi todos los departamentos, he prestado mi servicio militar el 93 en Guayaramerín, Beni. He conocido Cobija (Pando), luego Tarija… si no me equivoco el año pasado o anteaño pasado, he viajado a Sucre,… porque no había (tenido) la oportunidad de conocer (esa ciudad), yo tenía ese sueño de conocer todo el país, se me dio esa oportunidad y no la he desperdiciado, también he rescatado muchas cosas, por eso decía, conociendo a muchas personas, de diferentes departamentos, ayuda mucho y también conocer lugares te da mucho que pensar… Asimismo, viajar fuera del país ha sido otro aprendizaje. Por primera vez viajé a Brasil, cuando estaba prestando mi servicio militar, ahí me han llevado algunos militares, he aprovechado de conocer gente, buena gente realmente las de Brasil. Luego he tenido que volver acá (La Paz), después de mi servicio militar, y viajé a la Argentina, de paseo, donde he conocido gente y también conocí los abusos que se cometían (contra) los que van de Bolivia, que siempre van a trabajar en costura, eso me llamó la atención, y por curiosidad y como (dicen), la curiosidad mató al gato; más bien que no me mató, creo que por poco nos salvamos. Luego hemos ido a Juliaca, Perú, a unas provincias cerca de la frontera; amigos que he conocido del Perú --como todas las personas van movilizándose, trasladándose de un país a otro país--, me han invitado para que pueda ir a Juliaca, hemos conocido algo, no la ciudad de Lima, pero por lo menos una parte del Perú.

He vuelto a Bolivia, después de un tiempo, nuevamente (voy) a Santa Cruz, aquí (La Paz) trabajaba (en cerrajería) y, en Santa Cruz trabajé, en este mismo gremio de cerrajería, lo que no me gustaba era que siempre tomaban sus cervezas después de hacer un trabajo y eso me molestaba realmente, claro, que uno se podía servir un poco, pero no exagerado y a veces exageraban, todo lo que ganabas era para la farra… entonces me he retirado. He dicho: me voy a otro lugar, entré así por curiosidad a un restaurante, donde los chinos, generalmente, ellos abren su boliche de pollos, ahí entré a trabajar de ayudante de cocina, ahí la china, la jefa, nos daba confianza, igualmente su esposo, y he ido ascendiendo de categoría, de ayudar en una cosa y otra cosa sucesivamente, hasta llegar (algo así como a un) administrador; pero yo no me sentía tanto así. … A mí me daban el dinero para que pueda ir a pagar a la gente que trabajaba, yo tenía que pagar del agua, teléfono, luz, incluso comprar para el restaurante, entonces yo era responsable de eso, y eso le gustaba (a los dueños).

Hay algunas anécdotas: resulta que todo estaba bien hasta que un familiar de los chinos se quiso propasar con una de las chicas que trabajaba junto conmigo -- había chicos y chicas potosinos, orureños, cochabambinos, paceños, generalmente, son los que más se movilizan para ir a trabajar a otros lugares-- … mi amiga, mi compañera me llamaba, gritaba, yo me he presentado, ahí ha empezado el problema… al día siguiente he tratado de hablarles no entendían bien, entonces, un poco yo me he molestado. Exageraban en darme el trabajo, no me dejaban dormir bien, hay que hacer una cosa, otra cosa y dije ¡basta!.

La china se ha molestado, hemos tenido intercambio de empujones y todo. Había gente que trabajaba junto conmigo, sabía cómo era yo y ha salido en defensa de mí para que se puedan solucionar de buena manera; pero no ha sido así, la china y el chino (decían) anda quéjate donde sea, hemos tenido que llegar incluso al Ministerio de Trabajo, donde hemos, no sé si solucionado, porque al final yo he denunciado en la prensa, en la radio, en el Ministerio de Trabajo --el que atendía en el Ministerio de Trabajo--, Me dijo: tienes que volverte mañana, pasado, nosotros vamos a llamar: al cuarto o quinto día he ido y ahí me han entregado la libreta de servicio militar, que no me querían devolver, hay me lo habían depositado, más la deuda que me debían por mi trabajo. Ahí he hecho la denuncia correspondiente, se ha hecho la clausura del restaurante y creo que ha sido un… antecedente para que los jefes no puedan volver a abusar a las personas que trabajan junto a ellos, esa es una anécdota que pocas veces he contado a la gente.

Mudos hablando con señas

También a veces trabajando o hablando con algunas personas les digo: que no es bueno viajar a otros lugares sin mucho conocimiento, porque si vas, tienes que conocer a las personas con quiénes vas a trabajar, cuánto te van a pagar, cómo te van a pagar, cómo te van a tratar, porque si no, sales explotado. Porque si ahora el sueldo mínimo es de Bs1.400, esa vez se trataba de 300 Bs al mes,… creo por lo menos ahorita te pagarían unos 700 Bs y eso todavía, y no cubría casi nada; aunque te daban la casa (comida), no era suficiente, uno siempre quería alguna cosa, ir a algún lugar, tal vez para otros sí era necesario. Ahí he conocido igual otra gente, chinos también… era gente buena y otra vez a trabajar; tenía otro de sus primos, según el chino me decía: que si podía acompañarle al Paraguay y otra vez por curiosidad, siempre la curiosidad, dije bueno por conocer iré. Realmente no es que la población no me gustaba, sino -- solamente estaba un mes en Paraguay, en la capital (Asunción)-- resulta que vamos, me lo paga todo bien, tampoco no me puedo quejar porque me han pagado lo que me han prometido y lo que no me gustaba era, pues, estar como mudo porque los chinos no hablaban bien el español y tenían gente del lugar…, paraguayos del campo, los del campo como los de acá hablan su idioma nativo (guaraní), entonces, era otro problema que no teníamos una comunicación fluida, solamente algunas partes (del diálogo) que nos podíamos entender; más parecíamos mudos hablando con señas, eso es lo que no me ha gustado porque no me podía acostumbrar bien y me he vuelvo nomás.

He estado un tiempito en Santa Cruz, ahí hemos trabajado nuevamente con otras personas. (Un día) estaba pasando por un lugar donde hay casas de empleos… Ahí me decían: no quieres trabajar, y qué hay que hacer, solamente acompañar al chofer como ayudante, pues cuando he aceptado, me han dicho: hay que viajar a Chile para traer autos, no sé si eran autos chutos o autos legales, lo cierto es que traíamos autos, hemos viajado; pero igual, había una temporada que han asaltado por Cochabamba, por Colomi, por El Sillar, a uno de los camiones, a otros camiones y los han matado y eso me ha dado miedo, viajar y tener ese riesgo; también de que no falta gente y por ahí me hacen algún problema por los autos. El chofer era una buena persona realmente, no era abusivo, hemos viajado, le acompañaba, íbamos y veníamos un tiempito, casi unos tres meses, con ese pretexto me he tenido que retirar; aunque el pago estaba bien, pero igual me (retiré).

Aprendí y me gustó la cerrajería

He tenido que volverme aquí a La Paz, emprender mi propio trabajo, quería y tenía ese sueño de hacer este trabajo de cerrajería, soy especialista en artesanías en mi cerrajería, porque hay cerrajerías que hacen más puertas, ventanas y otro tipo de trabajos grandes y yo tenía una especialidad en cosas pequeñas, una inclinación a la artesanía, ahora todavía las hago. Cuando he llegado aquí (Las Carreras) he abierto un pequeño taller, ahí no me iba tan bien ni tan mal; pero después una persona que me ha querido contratar me ha ofrecido un trabajo fijo, (sueldo) mensual. De ahí es que me he ido a la ciudad, estaba en Achumani (La Paz) ahí he aprendido un poco más, realmente no me gustaba tanto (la cerrajería), claro hacía, pero no me gustaba en sí el trabajo. El año 2000 he empezado, por lo menos estoy hace14 años trabajando a lo que me manda Dios, (plasmo) mis ideas, (hago lo que he querido hacer). Antes no tenía ese empeño de trabajar en este (oficio).

… en Achumani había otros problemas… pero no que yo haya hecho, sino que otras personas han hecho cosas malas, por esos factores tanto el dueño y yo (tuvimos) que dejar, bueno hasta aquí hemos llegado, y qué podemos hacer. (Para) entonces, yo ya tenía otro pensamiento, ahí ya me gustaba hacer ese trabajo, (dije) ahora sí abriré otra vez el taller, ya era una segunda oportunidad, ya que antes he abierto taller, no con tanto entusiasmo y empeño. Tenía muchas ideas, mis propios diseños, ya estaba con esa mentalidad de abrir un taller, entonces, otro amigo, con el que antes ya habíamos trabajado, me encontró, me ofrece: trabajaremos a medias, haremos una sociedad. (Instalamos un taller) en la ciudad de El Alto, igualmente… hemos trabajado unos dos años en diferentes lugares, casi conozco todo El Alto, como un alteño más, como la palma de mi mano. Igual no me ha ido ni tan bien, ni tan mal; pero el alquiler también es el problema, el poder pagar los días, los meses pasan rápido y es un poquito complicado pagar el alquiler, a veces no había mucho trabajo. Entonces, igual hemos vendido el taller y he tenido que retornar aquí (a Río) Abajo.

Estaba trabajando con otra persona, y otro amigo me anima y me dice: bueno, abrite tu propio taller, y esta vez era la tercera y como dicen: la tercera es la vencida; pero esta vez solo, ni sociedad, ni medias tintas, así yo tenía el gusto de querer trabajar, el punto es que no tenía dónde, he tenido que conversar con el dueño donde estoy (ahora) y me ha aceptado, trabajaba con él antes, me ha aceptado de una palabra y estoy aquí, hacemos intercambio de trabajo por el alquiler. Me va bien para qué decir, no me puedo quejar tengo, trabajo y gracias a Dios también me da de comer y eso ha (influido) también un poco en establecerme, porque viajar, trabajar en un lugar, otro lugar, no es tan confiable porque no te sientes (bien) y no sé si alguien lo ha sentido (así). Cuando yo estaba en Guayanamerín y prestaba mi servicio militar, como solamente es el río (lo que nos separa de Brasil), sentía que cuando yo estaba en el lado de Bolivia, por más que estaba lejos de este lugar (Río Abajo), en Guayanamerín me sentía como en casa; pero pasaba el río y me sentía más inseguro, eso me llamó la atención, no sé cómo se sentirán otras personas; pero yo me he sentido así, (AquíCom 15-10-14).

(La segunda parte de este testimonio, de Agustín Aldo Mamani, publicaremos la siguiente semana).

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