Alex Contreras Baspineiro, Conosur Ñawpaqman.
A menos de dos meses de las elecciones presidenciales del 12 de octubre del presente año, el panorama político es cada vez más claro: por un lado, un candidato oficialista que tiene todas las condiciones y posibilidades de un inminente triunfo y, por otro, cuatro opciones opositoras sin liderazgo y sin alternativas programáticas que están destinadas a fragmentar el voto para beneficiar al ganador.
Evo Morales Ayma, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) y además presidente del Estado Plurinacional, realiza una campaña sistemática durante sus dos gestiones de gobierno entrega diferentes obras, utiliza los bienes del Estado, derrocha los recursos económicos, obliga a los funcionarios públicos a concurrir a las proclamaciones y moviliza a cientos de dirigentes de organizaciones sociales para esas proclamaciones. Todas las encuestas le dan por ganador.
Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata (UD); Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM); Jorge Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y Fernando Vargas del Partido Ecológico Verde de Bolivia (PEVB) no presentan propuestas alternativas al MAS, no tienen candidatos representativos y menos una campaña que cautive a la población. Las encuestas les muestran con una diferencia considerable en relación al oficialista.
"Quiero decirles: ministros, ministras ya hemos empezado la semana pasada, 50 por ciento de su tiempo a la gestión y 50 por ciento de su tiempo a la campaña, compañeras y compañeros", aseveró el Jefe de Estado en una reunión junto a los dirigentes de la denominada Coordinadora para el Cambio (CONALCAM), hace más de seis meses.
En términos sencillos significa que los funcionarios del actual régimen (no servidores públicos), en forma oficial y hace más de medio año, recibieron “la orden presidencial” de iniciar campaña: esto significa mayores descuentos por planilla, asistencia obligatoria a todas las proclamaciones y participación en otras actividades partidarias. Todo bajo control.
La diputada por el MAS, denominada “librepensante”, Rebeca Delgado, cuestionó la determinación asumida: "Lo que el Presidente (está haciendo) —lo digo con respeto— es que está instigando a delinquir”.
Los funcionarios dependen del Estado y, por tanto, deberán cumplir sus deberes y obligaciones con el Estado, no con un partido, como ocurría en los gobiernos neoliberales.
Al demandar el cumplimiento estricto de la Constitución Política del Estado y la Ley de Régimen Electoral, la diputada “librepensante” agregó que la determinación de trabajar 50 por ciento y hacer campaña el resto 50 por ciento significa el uso indebido de los bienes y recursos que son de todos los bolivianos.
El candidato a senador por Unidad Demócrata (UD), Oscar Ortiz, sostuvo que las arcas del Estado se convertirán en una "caja partidaria” con el uso discrecional de los bienes estatales cuando las autoridades hagan uso de aviones, vehículos y viáticos para que a título de gestión inicien acción partidaria.
Guerra sucia
A medida que se intensifican las campañas, el tono de las acusaciones de los candidatos empezó a subir de tono.
Evo Morales cuestionó la propuesta del candidato Samuel Doria Medina de establecer una distribución de ingresos por los hidrocarburos de 50 por ciento y 50 por ciento entre el Estado y los socios inversionistas.
Dijo que sería un retroceso en el proceso de la nacionalización y advirtió que, de aplicarse en 2014, implicaría para el país una pérdida de 2.448 millones de dólares; el empresario y postulante de la oposición respondió que el Presidente "miente" y si tiene pruebas de lo que afirma que vaya a un debate público, en el lugar y la hora que más le convenga.
Morales explicó que, de aplicarse la propuesta del candidato de UD, los departamentos perderían 642 millones de dólares y las universidades 82 millones de dólares, mientras que los municipios registrarían una disminución de 576 millones de dólares.
Doria Medina respondió que la versión presidencial pretende distraer la atención de las denuncias de corrupción que UD hizo contra el vicepresidente y candidato a la reelección Álvaro García Linera. "La razón por la cual sale con ese ataque el presidente-candidato Morales es porque hemos hecho una denuncia de corrupción y porque hemos mencionado que el único que ha tenido una década de oro en el país es el Vicepresidente y su familia", dijo.
Diferentes denuncias conocidas en los últimos días, reflejan los beneficios a los que habría accedido la familia García Linera con las empresas Toyosa, BoA, Entel y medios de comunicación.
Dirigentes de organizaciones sociales, como el campesino Ruffo Calle, recordaron que el primero en plantear el 50 por ciento para el Estado y el 50 por ciento para las empresas petroleras fue el propio Evo Morales cuando aún era diputado.
El candidato del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, criticó a ambos contrincantes y les retó a participar en un debate público para analizar el tema de los hidrocarburos y otros; Jorge Quiroga del PDC prefiere aún no hacer conocer sus propuestas programáticas y Fernando Vargas, de los Verdes, pareciera no tener una estrategia de campaña electoral.
Sombras electorales
Aunque el Censo de Población y Vivienda ya se realizó en 2012, aún no se conoce de manera oficial el Padrón Electoral.
Pese a una serie de críticas y observaciones no sólo de jefes de partidos políticos, sino de sectores de la población, en los comicios de octubre se implementará el nuevo mapa electoral.
Mediante la Ley de Redistribución de Escaños se aumentó a Santa Cruz tres diputados (de 25 a 28), uno de ellos uninominal, mientras que se le restó uno a Potosí, Chuquisaca y Beni. En la redistribución de estos escaños se restó a un diputado uninominal a las ciudades de La Paz, Cochabamba y Oruro con relación a la distribución utilizada en los comicios de 2009.
Contrariamente, en este nuevo diseño, la capital cruceña suma ocho circunscripciones uninominales (antes eran siete) y seis en las provincias. A ellos se les suman 13 curules plurinominales y uno especial, haciendo un total de 28 escaños. En el caso del departamento de La Paz, la ciudad capital perdió un escaño uninominal (tenía 5, ahora 4), lo mismo sucedió con la ciudad de Cochabamba (de 4 a 3) y Oruro (3 a 2).
En el caso de las ciudades de El Alto, Sucre, Potosí, Tarija, Trinidad y Cobija, mantuvieron el número de circunscripciones que se utilizaron en 2009.
Otra de las novedades de los comicios generales será el voto de los bolivianos residentes en 70 ciudades de 33 países donde Bolivia tiene representación diplomática. Se registraron alrededor de 180 mil personas, destacan Argentina con 51.807 inscritos, España con 43.640, Brasil con 21.706 y Chile con 11.123.
Para ganar la elección presidencial, un candidato debe obtener la mayoría absoluta, es decir, el 50 por ciento más uno de los votos. También será presidente si obtiene al menos el 40 por ciento de los votos y una diferencia de más de 10 por ciento sobre el candidato que finalice segundo. Si ninguno de estos márgenes se alcanza, se debe realizar una segunda vuelta en diciembre de 2014.
De acuerdo a datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para estas elecciones se inscribieron a 1.288.505 personas en el padrón biométrico; más de 600 mil son nuevos votantes. Aunque se tenía previsto inscribir a menos de 400 mil personas, el Padrón Electoral fue prácticamente triplicado.
Estos datos significan que 6.032.152 personas están en condiciones de sufragar, lo que significa el 63.5 por ciento de toda la población boliviana. Esta cifra será depurada hasta el 14 de septiembre.
Estas elecciones serán las segundas bajo la nueva Constitución Política del Estado (CPE) aprobada en 2009 y los primeros controlados y verificados por el nuevo Órgano Electoral Plurinacional y se deben elegir a Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional, 130 miembros de la Cámara de Diputados, 36 integrantes del Senado y, por primera vez en la historia del país, también elegiremos a representantes a organismos supranacionales como el Parlamento Andino, Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Parlamento Latinoamericano, Amazónico, Indígena, Unión Interparlamentaria Mundial (UIP) y al bloque del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
En suma, los comicios generales del 12 de octubre son sinónimo de una elección entre las acciones prebendales heredadas desde los gobiernos neoliberales y los intentos de algunos sectores de la población por un sufragio consciente.
Cochabamba, 19 de agosto de 2014.