Economía de papel
Alberto Bonadona Cossío
Sábado, 23 de noviembre de 2013
La instauración de un segundo aguinaldo es presentada como una medida de redistribución del ingreso y como una recompensa al esfuerzo de los trabajadores bolivianos por lograr un crecimiento del PIB mayor a 4,5%. No obstante, muchos de los trabajadores, quienes también se esfuerzan diariamente por Bolivia, quedan fuera.
Son los trabajadores del campo y un gran grupo que trabajadores que se desempeña en las más diversas actividades en las ciudades, principalmente en el comercio informal. Todos denodadamente se dedican a ganarse la vida de la mejor forma que les permite esta sociedad y su deslucida economía.
Sobre la base de una particular forma de alcanzar una redistribución de riqueza, el decreto denominado "Esfuerzo por Bolivia” no está dirigido a alcanzar mayor equidad. Logrará, sin duda, una redistribución del ingreso, pero no necesariamente en favor de los más pobres.
Para empezar, la pobreza en este país se concentra en el sector rural y sus habitantes, que, aparte de los funcionarios públicos y maestros rurales, no figuran entre los beneficiados por el segundo aguinaldo.
Y aquellos que lo reciban lo gastarán tan rápido como lo cobraron, porque las necesidades, especialmente en esta época del año, son crecientes y siempre falta algo más para satisfacerlas. No creo que sean muchos los que sigan la racionalidad esperada por el ministro de Economía, Luis Arce, quien dice que no es racional gastar el segundo aguinaldo.
Finalmente, los beneficiados por este sueldo número 14, al gastarlo, lo traspasarán a los importadores de línea blanca, negra y de verduras. Comprarán un pollo nacional más grande y un panetón de mayor calidad. La gran mayoría gastará ese ingreso extraordinario satisfaciendo necesidades inmediatas.
Así, esta satisfacción inmediata mejorará los festejos de fin de año de los minoritarios asalariados y hará que el beneficio último llegue de manera más redituable a los que venden productos importados o producen artículos nacionales. Ésta, en definitiva, será la distribución del ingreso alcanzada por el segundo aguinaldo.
Con la lógica que se asume para otorgar este pago se están abriendo las puertas para tomar medidas que pueden tener mayores repercusiones en los precios. Éste sería el caso de un aumento de salarios que supere cualquier expectativa el próximo año.
Considero que la verdadera lógica para otorgar el segundo aguinaldo es una lógica política que está muy lejos de los motivos enunciados por las autoridades. Se está apuntando a las elecciones de 2014 y a sectores que ya han manifestado su desencanto con el gobierno del MAS.
Esos sectores son los de clase media, principalmente urbanos, a los que ahora se intenta rescatar para que favorezcan a este partido con su voto en las próximas elecciones presidenciales.
No son criterios económicos, por lo tanto, los que aparentemente guían los verdaderos motivos de dar más dinero a la gente, y se puede esperar que hacer subir unos cuantos puntos la inflación puede ser secundario al fin principal: mantener el poder.
Si las verdaderas intenciones son políticas habrá que esperar mayores sorpresas, las cuales no estarán necesariamente en concordancia con apuntalar efectivamente el esfuerzo de los bolivianos con criterios de aumentar la productividad y la equidad.
Alberto Bonadona Cossío es economista.
Se está apuntando a las elecciones de 2014 y a sectores que ya han manifestado su
desencanto con el gobierno del MAS.